Pollo con buttermilk al horno.

  Anoche noche tocaba pollo para cenar, y la verdad es que tenía ganas de probar algo distinto a lo que estamos acostumbrados, así que por algún lado leí que alguien los maceraba en buttermilk, y me dije por qué no, yo normalmente los pongo a macerar en leche y ajito, así es como lo hacía mi tía y salen buenísimos, una vez empanados ese saborcito del ajo queda maravilloso, pero no está de más hacer algo nuevo y diferente.

  La verdad es que estaba un poco triste, había habido un malentendido con unos votos en el blog de Lorena con un concurso que patrocinó esta chica y bueno, estas cosas nunca gustan. Eso ya me tenía tontorrona, y encima recibí el mensaje de una amiga, su madre había fallecido, a mí lo de ir al parque cementerio me pone muy mal cuerpo, revivo todo lo que pasó cuando murió mi padre y al final siempre salgo de allí compungida y con ganas de llorar, de hecho intento evitarlo siempre que puedo, pero Ana merecía que fuera y allí estuve, así que imaginad cómo salí, hecha una pena. Si nada más que lo estoy recordando ahora y me dan ganas de llorar, no puedo dejar de acordarme de mi padre cada día.

  Mi relación con mi padre era mejor que con mi madre por aquel entonces, así que tardé mucho en aceptar su muerte, durante mucho tiempo cuando me ocurría cualquier cosa digna de mención pensaba en contárselo y ya no podía,  ya no estaba. Yo sólo tenía 20 años, una cría, en el último curso de Enfermería y con un futuro muy incierto todavía, el asunto del trabajo de enfermera andaba regular por aquellas fechas y le daba vueltas a todo en mi cabeza ¿ y si no aprobaba? a mi madre le quedaba una pensión por viudedad pequeña y mi hermano tampoco tenía trabajo regularmente. Podéis adivinarlo, me refugié en los estudios, acabé mi curso en Junio y poco a poco comenzó a salir trabajo, a ir acumulando puntos y más y mejores contratos, también conocí al que hoy es mi marido y las cosas por suerte han ido muy bien.

  Y mi peque se parece tanto a su abuelo..., a veces se me saltan las lágrimas sin querer, a veces me quedo como boba  mirándolo y pienso en papá, en cómo le gustaban los críos, en lo que disfrutaría de los nietos, en lo que se reiría con las gamberradas del chiquitillo de la casa,..., no puedo evitarlo. Estoy empezando a buscar el regalo para el día del padre para mi marido y vuelvo a recordarlo. Hay muchas cosas que me hacen tenerlo presente cada día, incluso haciendo repostería, cómo le gustaban los dulces, era exagerado, quizás sea esa la causa de que me guste tanto hacer pasteles, puede que sea mi subconsciente lo que me obliga a elaborar tanto dulce ahora que lo pienso.

  Bueno, no quiero seguir poniendo triste a nadie, vamos con el pollo. Deciros que está buenísimo, queda muy tierno y jugoso y ese empanado con el queso, fantástico.

  Ingredientes:

* Pechuga de pollo.
* Cualquier tipo de combinado de hierbas para sazonar carne, yo tenía uno para hacerla a la barbacoa y fue el que usé, lo bueno es que podemos ir cambiándolo y así iremos probando nuevos sabores.
* Buttermilk.
* Sal y pimienta, si no lo tiene ya el preparado.
* Queso parmesano rallado.
* Pan rallado.
* Aceite vegetal para engrasar la bandeja del horno.

  Elaboración (se debe poner a macerar unas horas antes para que adquiera bien el sabor, mejor la noche antes):

- Para macerar el pollo, verteremos buttermilk en un bol, la cantidad que consideréis necesaria dependiendo de la cantidad de pollo que vayamos a hacer.

- A la buttermilk le añadiremos las especias escogidas, yo la que os he dicho, a la barbacoa. Lo mezclamos bien.

- Metemos los filetes de pechuga de pollo en el preparado que hemos hecho y a macerar.

- Cuando haya pasado el tiempo, en un plato echamos el pan y el queso rallados a partes iguales más o menos, mezclamos bien.

- Vamos sacando los filetes de pollo de la buttermilk y los pasamos por el pan y queso rallados y los ponemos sobre la bandeja de horno engrasada.

- Y al horno unos 35 minutos.

  Listos para servir, ya os digo, aunque no parezca más que un filete empanado el sabor y la textura son sorprendentes. Y si le ponéis ese toquecito con la crema de balsámico quedará aún más estupendo.¿Qué os parece?