Cisco lo pasó genial ese día, disfrutó de cada momento . Si hasta le dimos una sorpresa en el colegio yendo a comer con él al comedor. Nunca lo habíamos hecho, pensábamos que esa costumbre se había perdido años atrás, pero uno de los profes nos recomendó que lo hiciéramos y no lo dudamos, allí que nos plantamos a la hora de comer.
Teníais que ver la cara de mi chiquitín, alucinando, no hacía más qué preguntar que cómo era posible que estuviéramos allí, que cómo lo habíamos conseguido. Así que pasamos un ratillo buenísimo comiendo con él y algunos de sus amiguitos, que por cierto no paraban de preguntar cómo hacía las galletas y decían que estaban riquísimas, incluso más tarde me enteré por sus mamás, de que alguno la había llevado a casa y la tenía allí reservadita.
En cuanto a la fiesta de después, pues lo pasaron estupendamente. Alucinaron con la tarta y para mi sorpresa la probaron casi todos, fue todo un éxito. Era para ver la situación, los críos locos por comerse la tarta y las mamis arremolinadas alrededor de la misma haciendo fotos con el móvil para llevarse el recuerdo.
Y ahora toca comerme la cabeza para la Comunión, las galletas ya están listas, pero me queda el pastel. Y no resulta fácil, aún no tengo muy claro cómo lo voy a hacer. Llevo días buscando ideas por la red, pero de verdad, y que no se ofenda nadie que las prepare de esa manera, pero a mí las tartas con el Cáliz, las uvas y demás me parecen una horterada.
Sí, no me parecen ni elegantes ni divertidas, ninguna de las dos cosas. Comprendo que no es fácil conjugar ambas cosas, pero me parece que al menos debe tener una de las dos características. Va dedicada a un niño, así que si no resulta elegante, al menos debería gustarle al peque, y yo creo que las cruces, los rosarios y el resto de elementos que suelen acompañar a estos pasteles no son del gusto de ellos.
A ver lo que me sale a mí, porque estoy siendo un poco crítica, pero todavía la idea no termina de estar clara, porque sí que me gustaría que el motivo central fuera la Comunión de mi niño, es un día muy importante en su vida, y quiero que aparezca reflejado, pero me gustaría que fuera de su gusto.
En estos días os enseñaré las galletas que he preparado para el gran día, creo que han quedado monas, al menos a él le han encantado. Y esa es otra, con las niñas, como siempre, es todo mucho más fácil, nada es demasiado cursilón, caben muchas más combinaciones y colores.
En cambio con los chicos hay que andar con cuidado, porque como te pases un poco ya se enfadan. Y encima sus ropas son mucho más discretas, a no ser que vayas por el camino de los almirantes y los marineritos, que tampoco es muy de mi agrado. Y en el cole de mi hijo van todos iguales, por un lado bien porque te quita quebraderos de cabeza, pero por otro pues es bastante serio, quizás unos pantalones un poco más claros le hubieran dado más vidilla.
En fin, es lo que hay y a eso hay que adaptarse, así que en cuanto tenga la tarta os la enseño. Espero que me salga algo parecido a lo que pretendo. Ya lo sé, me pongo las metas un poco altas, pero sin retos..., la vida no tendría sentido, ¿a qué no?.
Sólo me queda deciros que estoy muy contenta con la entrevista que me hizo Mari Ángeles de Cocinar sin miedo para Diario Sur, salió el sábado pasado, y cuando vino mi madre a casa ese día y se lo enseñó mi marido, andaba mi mami poco orgullosa de su niña. Y Rafa andaba loco de contento porque su nombre salía en el periódico y así es "famoso". Si queréis echarle un vistazo lo podéis hacer el el Facebook de Desirvientadas.
Bueno, os dejo con la receta de la magdalena de esta semana que iba con bolitas de chocolate, que yo decidí sustituir por Maltesers de chocolate blanco.
Ingredientes:
Para la magdalena:
* 150gr. de bolitas de chocolate con leche.
* 225 gr. de harina blanca.
* 55 gr. de cacao en polvo.
* Una cucharada de levadura en polvo.
* 1/8 cucharadita de sal.
* 115 gr. de azúcar moreno claro de caña (2 cosas: la primera que como será complicado de encontrar para muchas, pues se sustituye por azúcar moreno normal y ya está, y la segunda, que ya sabéis que se suelen quedar cortas de azúcar, y teniendo en cuenta que lleva cacao que lo amarga, yo aumentaría hasta 200gr., pero eso ya va en gustos, como vosotras queráis).
* 2 huevos medianos.
* 250 cc. de suero de mantequilla o buttermilk.
* 6 cucharadas de aceite de girasol u 85 gr. de mantequilla.
Para el glaseado:
* 55 gr. de chocolate negro (de taza).
* 115 gr. de mantequilla blanda.
* 225 gr. de azúcar glas.
Preparación:
La magdalena:
- Precalentamos el horno a 200ºC y preparamos nuestro molde, bien engrasándolo, o bien poniendo nuestras cápsulas.
- Machacamos ligeramente las bolitas de chocolate y reservaremos 12 enteras para decorar (o las que sean, que a mí siempre me salen más).
- En un bol, tamizamos la harina, el cacao, la levadura y la sal. Después añadiremos el azúcar moreno y las boliltas de chocolate con leche machacadas.
- En otro bol batimos ligeramente los huevos, y a continuación agregaremos el suero de mantequilla y el aceite o mantequilla.
- Hacemos un hueco en el centro de los ingredientes secos y vertemos los líquidos batidos. Mezclamos un poco para que queden ligados, pero sin trabajar demasiado la masa.
- Repartimos la mezcla entre los moldes y hornearemos durante unos 20 minutos, o hasta que la masa suba y esté firme.
- Las dejamos en el molde durante 5 minutos y, después, las colocaremos en una rejilla para que se enfríen.
El glaseado:
- Para preparar el glaseado, ponemos el chocolate en un cuenco refractario y lo derretimos al baño María (recordad que también podemos hacerlo en el microondas, con Tª baja y tiempos cortos).
- Cuando esté listo, lo retiramos del fuego.
- Ponemos la mantequilla en un bol grande y la batimos hasta que adquiera una textura esponjosa.
- Después agregaremos el azúcar glas tamizado y lo batimos todo de nuevo, hasta obtener una consistencia homogénea y cremosa.
- Incorporamos el chocolate derretido, y volvemos a batir hasta que quede bien mezclado.
- Recubrimos las magdalenas con el glaseado y decoramos con las bolitas de chocolate que habíamos reservado.
En cuanto al frosting, me decanté por uno más ligero que pensé que le iría mejor al sabor de la magdalena, así que cogí mi nata vegetal y la monté mezclándola con Nutella. Quedó todo el sabor de la Nutella, pero más suave, así que quedaba un contraste le mar de rico con el gusto más fuerte de chocolate de la magdalena.