Algún profe que otro suele andar a la expectativa con las comidas de mis hijos, incluso los avisan con antelación para que me lo digan y también puedan llevar su comida temática. Esta vez se trataba de comida italiana, así que les preparé unos buenos espaguetis con albóndigas, y ya mi marido empezó a animarme para que les hiciera un tiramisú, pero entonces recordé estos donuts italianos que además son propios para estas fechas porque los preparan para la celebración del Día del Padre.
Para que veáis que en ocasiones todo viene a colación para hacer esto o aquello, y allá que fueron mis niños la mar de contentos al cole con estos pasteles. En la versión clásica se preparan fritos, pero yo opté por esta nueva versión que es más ligerita, con su horneado.
No descarto hacerlos fritos en un futuro, pero pensando en que ya llevaban un plato contundente me pareció bien aligerar un poco el postre.
Tenía pensado preparar otra cosita para este día, pero al final lo que os digo, una cosa lleva a otra. Y a mi marido también le ha encantado este pastel, así que ya hemos cumplido con su homenaje también, porque tendrá millones de defectos, casi tantos como yo, pero padrazo es un rato, así que el homenaje es bien merecido.
Ingredientes:
Para la masa:
* 250 ml. de agua.
* 100 gr. de mantequilla.
* Una pizca de sal.
* 200 gr. de harina.
* 5 huevos.
Para el relleno:
* 100 gr. de azúcar.
* 500 ml. de leche entera.
* 50 gr. de harina de maíz.
* 3 huevos.
* 1 cucharada de vainilla en pasta.
Preparación:
De la masa:
- En la thermomix colocamos el agua, la sal y la mantequilla, y lo programamos durante 5 minutos, Tª 100ºC y velocidad 1. Como veis esto es lo que se puede hacer en una cacerola, debe hervir un poco la mezcla, habiendo quedada derretida la mantequilla por completo, os indicaré en el momento en el que habría que pasarlo a la batidora.
- Agregamos la harina y programamos 20-30 segundos, velocidad 5. Para hacerlo a mano nos bastaría con remover bien con una cuchara de palo, hasta conseguir que quede bien mezclado y sin grumos, formando una bola al final. Antes del paso siguiente debemos dejar que enfríe un poco, que os quede templado.
- Ahora sí os hace falta pasar a la batidora, para poder añadir los huevos, como siempre uno a uno, batiendo bien entre adiciones, en la thermomix a velocidad 4, unos 10 segundos entre huevo y huevo.
- Transferimos la masa a una manga y con una boquilla medianamente ancha (yo los he preparado con las boquillas que uso para los frostings de los cupcakes), sobre la fuente de horno forrada con papel encerado formamos unos profiteroles pequeñitos, pegaditos unos con otros hasta formar un rectángulo como en este caso, o con la forma que queráis darle a la tarta.
- Horneamos unos 12-14 minutos con el horno precalentado a 200ºC, tienen que quedar doraditos.
- Los dejamos dentro del horno apagado unos 5 minutos , los sacamos y dejamos que terminen de enfriar.
Del relleno:
- Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la thermomix y programamos 7 minutos, 90ºC, velocidad 4.
- Vertemos en un bol cubierto con film transparente y refrigeramos al menos durante un par de horas, que espese.
Montaje:
Llegado el momento la usaremos con nuestra manga pastelera para rellenar nuestros Zeppole partidos por la mitad, y para colocar una pequeña cantidad por encima. Ya para rematar, una cereza glaseada y... listo, ya tenemos nuestro dulce especial para celebrar el día del padre.
¿Qué? ¿Os animáis a preparar estos pastelitos para celebrar San José? Venga, no seáis perezos@s, que se preparan en un rato. Muchos besotes.