Como veis, a la que no le gustaban nada las americanadas se ha cambiado de bando...jejeje, y ahora casi me estoy convirtiendo en una adicta. Y es que cuando me planteé qué preparar, pues no quería dejar de hacer lo clásico: los murciélagos, las dentaduras, las momias, las brujas, las calabazas,..., pero quise hacer algo diferente, y me ha gustado tanto el resultado de mis galletas-niños disfrazados que ya os digo, porque Halloween es ya mismo, pero me pasaría los días inventando nuevos disfraces con fondant.
Bueno, ahora que lo pienso..., puedo hacer nuevas para carnavalllll!!!!!. Aunque claro, antes tendré que ponerme con las cositas de Navidad. Esto de la repostería encuentra encuentra su lugar en cada fecha del año ¿verdad?, por un lado es a veces un poco agobiante pensar que toca hacer esto o aquello pensando en fechas determinadas, pero una vez visto los resultados pues una queda encantada y deseando que llegue una nueva oportunidad.
El caso es que, aún encantándome me da mucha vergüenza, quiero decir, disfruto poniéndolo sobre la mesa y que lo vean y saboreen todos, pero a no ser que sea en sitios de mucha confianza, como por ejemplo en el trabajo, donde me conocen bien y saben que estoy loca perdida, pues..que me da cosilla. Os voy a contar algo, un secretillo, aunque mi marido va a matarme cuando lo lea, porque también es un rato tímido.
Cuando preparo algo con vistas para llevar al cole para los profes, "da la casualidad" de que siempre coincide con el día que yo no puedo ir porque me toca trabajar ¿me explico?. Y si después alguno de los profesores se para para darme las gracias y decirme que estaba muy bueno, pues intento disimular, pero me suben los colores.
No soy tímida para todo, por ejemplo en el trabajo vencí hace ya mucho esa timidez, incluso puede parecer que tengo mucho desparpajo, y es que me lo trabajé mucho en ese aspecto y ahora ese es mi terreno y lo hago con naturalidad. Pero ya os digo, en esto de la repostería, aún me queda, si es en la fiesta del cole cuando ganamos el concurso de tartas y me pongo nerviosa al ir a recoger el premio, vamos, que no lo puedo remediar.
Quizás ese sea el motivo de que me guste tanto el blog, puedo enseñar lo que hago y leer vuestros comentarios y piropos sin que nadie me vea, y sin ponerme colorada. De hecho, cuando alguien conocido me comenta algo del blog cara a cara me pongo como tensa, es como si esto fuera un terreno reservado e íntimo a pesar de que haya gente que ni conozco que lo lea y lo siga, y no pueda ser más "público", por decirlo de alguna manera.
Siguiendo con Halloween, se me ocurrió hacer estas galletas con unos cortadores que compré en La Casita Dulce de las Flores y que estaba deseando estrenar, y de paso, pues preparar una galletas diferentes a las que estamos acostumbrados, cuando llegué con mis hijos del cole ya tenía algunas preparadas, y estaba un poco bloqueada, no sabía qué modelos elegir, había hecho al Frankenstein y a Drácula, pero ya os digo, no tenía claro por dónde seguir.
Pues fue llegar ellos y empezar a soltar ideas por esas boquitas, que si el Hombre Lobo, que si un fantasma, una momia, etc... Lo de la momia lo dejé ya que íbamos a tener las de chocolate y era mucho recargar el tema, que ya creo yo que nos hemos recreado bastante...jajaja
Y debo deciros que estos cortadores son totalmente recomendables, porque se pueden adaptar a muchísimas situaciones, y yo los veo más bonitos que los típicos de el señor y la señora con forma de galleta de jengibre, que están muy chulos, pero muy vistos, la verdad. Vamos, que yo los voy a seguir usando también, pero está bien esto de que nos ofrezcan nuevas alternativas.
Y es que es increíble lo que ha cambiado el tema en este aspecto, en poco más de un año, sobre todo en estos últimos meses están saliendo tiendas para comprar nuestras "chuches" de debajo de las piedras. Y es una gozada, con lo difícil que era conseguir estos materiales, yo al menos estoy encantada y por las noches con mi portátil me gusta recrearme viendo lo que hay por ahí, aunque una por desgracia no puede permitírselo todo, es alucinante ver tal cantidad de productos y poder, de vez en cuando, darse un lujillo.
Poder encontrar productos que antes veía una muy lejanos se está convirtiendo en una realidad, eso sí cara, pero al fin y al cabo, una realidad.
Y bueno, al menos os voy a contar la receta de la magdalena que tocaba hacer esta semana, de calabaza. Vamos pues con los ingredientes:
* 280 grs. de harina.
* Una cucharada de levadura en polvo.
* Una cucharadita de mezcla de especias.
* 1/4 cucharadita de sal.
* 115 grs. de azúcar moreno (yo le puse 150 grs.).
* 2 huevos medianos.
* 200 cc. de leche (que yo sustituí por buttermilk).
* 6 cucharadas de aceite de girasol u 85 grs. de mantequilla (yo me decidí por ésta).
* 425 grs. de pulpa de calabaza en conserva (yo seguí la recomendación de Sandra, la administradora del grupo de Facebook, y asé la calabaza en el microondas, nunca lo había hecho así y quedó genial, no para una nunca de aprender).
La preparación:
- Pre-calentamos el horno a 200ºC y preparamos nuestras capsulitas.
- Tamizamos la harina junto con la levadura, la mezcla de especias y la sal. Para después incorporar el azúcar.
- Batimos ligeramente los huevos y a continuación, le añadimos la buttermilk y la mantequilla.
- Hacemos un hueco en el centro de los ingredientes secos, y vertemos los líquidos batidos.
- Después añadimos la pulpa de calabaza y mezclamos un poco, lo justo para que quede todo ligado.
- Repartimos la mezcla en nuestros moldecitos y al horno unos 20 minutos.
La recomendación esta semana era colocarles un poco de dulce de leche por encima, pero como siempre, pues decidí complicarme la vida y sí, utilicé dulce de leche, pero haciendo una buttercream que encontré en el blog charhadas, que creedme, ha quedado, deliciosa. Muy sencillita, se necesita:
* 180 grs. de azúcar glas (tamizada).
* 150 grs. de mantequilla pomada.
* 30 grs. de leche.
* 2 cucharadas de dulce de leche.
- Batimos muy bien el dulce de leche junto con la leche y reservamos.
- Por otro lado batimos la mantequilla para suavizarla.
- Cuando ya esté suave le añadimos poco a poco el azúcar sin dejar de batir.
- Una vez están bien ligados la mantequilla y el azúcar vamos vertiendo la mezcla de dulce de leche y seguimos batiendo hasta que adquiera la consistencia deseada.
Ya después le añadí su colorante naranja a estos mini-cupcakes y les puse unos sprinkles, y listo!!!! Todo el conjunto terminado!!!