Blueberry Angel Cupcakes

  Pues ya me queda muy poco para mis vacaciones, tan poco que  hoy trabajo de noche y ala, a disfrutar, Paco termina también hoy, pero al mediodía, un pelín antes que yo. Diréis que estoy muy pesadita, pero es que me hacen tanta falta... De todas formas, con los peques en casa, ya con notas y todo, vamos más tranquilos, que no es poco.

  Y no podía irme sin despedirme con algo dulce verdad??? Así que me he puesto manos a la obra con esta idea que llevaba rondando hace ya tiempo, Angel Food, pero en cupcakes, y encima con arándanos azules, con lo que me gustan!!! Y como últimamente he estado tan liadilla he llevado pocas cosas, así que como la ocasión la pintan calva, pues allá que aprovecho.

  No lo puedo remediar, me gusta trabajarlo todo, ya lo sabéis, lo mismo me meto con un bundt, que con fondant, que con galletas, que con chocolate, etc., pero los cupcakes son los cupcakes, son mi ojito derecho. A pesar de estos calores no me puedo reprimir, y antes o después terminan cayendo.

  Ofrecen tantas posibilidades que con un pequeño cambio ya son completamente diferentes. Hace un par de días que las niñas pusieron en el facebook capsulitas nuevas, y al día siguiente después de recoger  las notas de los peques fuimos a hacernos con el tesoro.

  Y es para verme cuando ya tengo decidida la receta. Me coloco delante de mi armario de tesoros y sopeso cuál es la que más me apetece, qué sprinkles le quedarán mejor y por qué decoración me decanto para rematar la faena. Puedo pasarme tranquilamente diez minutos para terminar de visualizarlo todo en mi cabeza.

Los dos cupcakes tienen rosas como frosting, pero hecho con dos
 boquillas distintas ofrecen un aspecto diferente.

  Después viene el tema de la boquilla a utilizar, de la forma que le vamos a dar. A veces prefiero hacerlas todas exactamente iguales, en cambio, otras veces como ésta, me gusta usar varias boquillas y hacerlo de diferentes maneras.

  El frosting de hoy me ha enamorado, es como una mousse, suave suave, tengo que probar a hacerlo con un pudding de otro sabor porque el resultado es espectacular, se deshace en la boca y acompaña a la textura del Angel Food de maravilla. Probadlo, que no os va a decepcionar.

  Ingredientes:

  Para la magdalena:

* 11 claras de huevo.
* Una taza y dos cucharadas de harina para repostería.
* Una taza y media de azúcar (dividida).
* Una cucharadita y un cuarto de cremor tártaro.
* Una cucharadita de extracto de vainilla.
* Una taza y media de arándanos.
* Una cucharadita de ralladura de limón.

  Para el frosting:

* Una taza de leche fría.
* Un sobre de pudding de vainilla.
* Dos cucharadas de azúcar.
* 240 ml. de nata vegetal.

  Preparación:

  De la magdalena:

- Colocamos las claras de huevo en un bol grande y dejaremos reposar a Tª ambiente durante 30 minutos.

- En otro bol tamizamos la harina, incorporamos media taza de azúcar y reservamos.

- Agregamos el cremor tártaro, la vainilla y la sal a las claras de huevo; y batimos a velocidad media hasta que se formen picos suaves.

- Poco a poco vamos agregando el azúcar restante, aproximadamente dos cucharadas cada vez, y seguimos batiendo hasta que se formen picos rígidos y brillantes y el azúcar se disuelva.

- Ahora añadiremos la harina poco a poco, y con una lengua pastelera y con movimientos envolventes la vamos integrando en la mezcla de las claras hasta que quede todo bien integrado.

- Sólo nos queda agregar la ralladura de limón y los arándanos y seguir intengrándolo todo con movimientos envolventes.

-´Repartimos la mezcla entre las cápsulas. Esta masa no sube, así que podéis rellenarlas hasta la altura deseada.

- Horneamos a 170ºC durante unos 15 minutos, tras los cuales sacamos del horno y retiramos inmediatamente de los moldes.

  Del frosting:

- En un bolgrande batimos la leche, la mezcla para pudding y el azúcar durante unos dos minutos.

- En otro bol montamos la nata vegetal hasta que nos quede bien dura, con picos firmes.

- Ahora vertemos la mezcla del pudding sobre la nata sin dejar de batir hasta que quede todo bien integrado.

  Y ya lo tenemos todo para nuestros cupcakes. Dejo a vuestra imaginación el resto, los colores, los sprinkles, el uso de la manga... ,pero aquí os dejo las mías por si os sirven de inspiración. Es algo que me dicen mucho últimamente y me encanta poder serviros de algo.  Besotes y feliz finde.

Fashion Designs Decorated Cookies

  Hace unos días, con los peques recién acostados y Paco aún en el trabajo, me puse a zapear y me encontré con el comienzo de la película "Julie and Julia", así que me quedé viéndola mientras me dedicaba a decorar estas galletas.

  De nuevo me quedé enganchada, y mientras la veía uffff..., era como revivir el comienzo de este blog. La historia de Julia era fantástica, pero la de Julie me llegó más al corazón, quizás después de verla por primera vez hubiera dicho lo contrario, pero ahora, después de lo vivido con este blog, Julie me tenía completamente abducida.

  Hizo que me sintiera tan identificada con ella..., a ella la inspiró Julia, pero a mí podríamos decir que me inspiró más ella. Cómo se siente una de bien con los comentarios, sobre todo con los primeros, y más cuando son de personas a las que no conoces, cómo tu blog va avanzando poco a poco, lo frustrada que te sientes cuando una receta no te sale ni a la de tres. En mi caso, no tengo la obligación de hacer tantas recetas en 365 días, pero sin apenas darte cuenta, sí que te auto-impones cierta disciplina para no fallar a tus lectores, para que puedan encontrar algo nuevo cada poco.

  También eso a veces hace que esa afición que te hace olvidarte de todo, que te ayuda a evadirte, se convierta en un reto constante que puede llegar a atacarte de los nervios porque no te sientes capaz de hacer una determinada receta, pero pones todo tu empeño y al final, cuando la ves perfecta te conviertes en la mujer más afortunada sobre la faz de la tierra.  

  Igualmente, nuestros blogs se van convirtiendo en una especie de diario en el que cuentas tu vida, con sus penas y alegrías. Y claro que hay ocasiones en las que no te sientes con fuerzas y tirarías la toalla, pero siempre hay algo que te hace tomar impulso de nuevo, puede tratarse de un correo privado precioso que te envía alguien que te cuenta que la inspiras o que la ayudas a tener nuevas ilusiones; o una entrevista en el periódico, o una entrada que recibe muchos más comentarios de los habituales, o simplemente la carita de tu hijo al ver su pastel de cumpleaños.

  En mi caso además, me he vuelto una obsesiva compulsiva compradora de menaje, con una obcecación preocupante por la fotografía. Y mi reto no tiene fecha de finalización, así que me temo que esta "enfermedad" irá a peor.

  Cuando llegó Paco y se sentó allí a mi lado a seguir viéndola conmigo, me miraba y se sonreía, él también me veía en el lugar de Julie, disfrutando, cocinando, blogeando y sufriendo. Yo creo que lo que más gracia le hizo fue cuando Julie, toda indignada decía que no podía cocinar en aquel pequeño habitáculo, porque es algo que yo repito con cierta frecuencia.

  Estoy loca por meterle mano a la cocina y reformarla entera, pero eso aún tendrá que esperar, porque lo cierto es que aún es bastante nueva, y me parecería un derroche hacer reformas ahora, así que de momento nos conformaremos y seguiremos apañandonoslas como se pueda. Eso sí, os aseguro que algún día la hago...jejeje

  Y bueno, la misma peli fue la que me dio la inspiración para preparar estas galletas. En principio vi estos moldes como vestiditos de novias o de bailarinas, pero lo cierto es que me pareció más divertido convertir estos moldes en unos vestidos fashion. No tenía muy claro cómo hacerlo,  esta vez no planifiqué nada, me dejé llevar y me puse a experimentar con transfers, con sprays sobre las galletas, con obleas ya decoradas, con distintos modelos de rosas, y..., y bueno, lo que veis es que lo que salió.

   ¿Por qué me decidí a prepararlas sin ningún motivo aparente? Pues es que mis niñas de La Casita están organizando un cocursillo, y aún sin pensar que pueda llevarme el premio me pareció una buena oportunidad para probar cosas nuevas, no innovadoras en sí, pero sí para mí, que normalmente no encuentro el tiempo para darme el gusto de pasarme la tarde ensayando otras formas de decorar galletas.

  Por eso os pongo las galletas con el molde al ladito. Mariló y Susana han recibido tantos modelos de cortadores que les es imposible presentar en su web un modelo de cada uno, así que han organizado el concurso para que las galletas sean hechas con sus moldes, para poder presentar galletas con cada cortador y l@s comprador@s se hagan una idea de cómo se pueden usar.

  Y no sabéis lo que he podido disfrutar preparándolas. Es agradable lo de preparar algo por puro placer, sin que sea para ningún acontecimiento en concreto, sólo por el gusto de hacerlo, sin más. Quizás fuera porque con la peli de fondo me vinieron las ideas casi sin darme cuenta, pero creo que han quedado bastante bonitas y originales, y yo me siento satisfecha con el resultado.

  Espero que a las chicas de La Casita también les gusten, y como Paco tiene que salir a arreglar papeleo y yo estoy de saliente, tras una noche horrible en el hospital con muchísimo trabajo, me ha propuesto llevarlas él mismo, porque me da una pena horrible dejarlas ahí, comérmelas no me las voy a comer porque también me da lástima, así que ayer se me ocurrió que lo mejor es que se la quedaran las niñas para que hicieran con ellas lo que quisieran. Lo malo de todo esto es que no le podré ver la cara a Susana para ver si de verdad le gustan.

  Bueno, pues os dejo estas galletas para comenzar la semana. Y ya estoy maquinando a ver qué es lo nuevo que os presento, que llevo dando vueltas a la cabeza unos días y creo que ya lo tengo, aunque puede ser que entre medio se me cruce otra idea, ya sabéis cómo soy para estas cosas, un poco antojadiza...jejeje

Despedirse con unas galletas

  Sí, como el año pasado, hemos preparado unas galletas para los profes, para decirles adiós hasta el curso que viene. Aún no sabemos con seguridad si seguirán con ellos o no el próximo curso, pero aún así, no deja de ser una despedida. En cualquier caso los seguiremos viendo por el cole, pero es que no puedo evitar preparar algún detallito para agradecerles su entrega, su dedicación, su esfuerzo,...

  Constituyen un elemento vital en las vidas de nuestros peques, queriendo o sin querer su influencia va calando en nuestros hijos. Es cierto que les pagan por ello, pero eso no lo es todo. Hay trabajos como el de ellos o el mío que aunque sean remunerados con un sueldo cada mes, nunca estarán lo suficientemente recompensados. Un trabajo de estas características implica mucho más, implica vocación, formación continuada, atención individualizada, y..., mucha mano izquierda.

  Quizás por eso me gusta mostrar mi agradecimiento, y aunque el colegio se ha vuelto algo severo en ese aspecto y no quieren que se le hagan regalos a los profesores, a mí nunca me han llamado la atención. Pero sólo por una razón muy sencilla, porque a nosotros no nos gusta ir a un centro comercial cualquiera y gastarnos un pastón. A nosotros lo que nos gusta es manifestar nuestra gratitud con algo barato, pero significativo, y que conlleve algo de esfuerzo por parte de nuestros hijos.

  Antes solía comprar unas cuantas camisetas blancas y con unos rotus para telas mis niños las pintaban. Pero claro, ya me pasó el pasado año que algunos tenían ya camisetas de mis dos hijos. Pensé en comprar unas bambas también blancas y hacer lo mismo, pero una cosa es calcular más o menos a ojo la talla para una camiseta, y otra muy distinta saber el nº de pie de cada uno.

  Después de darle muchas vueltas caí en la cuenta de que unas galletas decoradas por ellos eran un regalo la mar de original y gracioso, y bueno, como se comen no dejan huellas, e igualmente puedes preparar otras distintas al año siguiente. Y eso hemos hecho.

  Además, teníais que ver la ilusión que le hace a los chicos prepararlas, se esmeran un montón, aunque si he de ser sincera no tengo ni idea muchas veces de lo que quieren decir los dibujos, vamos, que son un poco abstractos. Pero como en estos casos lo que cuenta es la intención pues a los profes les suele encantar.

  Y claro, como todo está hecho de manera artesanal, jamás me han regañado en el colegio, muy al contrario, siempre se han mostrado agradecidos. Como veis, en esta ocasión he cambiado un poco el formato del embolsado de las galletas. Estaba ya cansada de hacerlo siempre de la misma manera, y aunque me ha costado pelearme un poco con el programa al final salieron, y lo cierto es que estoy muy satisfecha con el resultado.

  Como veis, también he querido darle al blog el aspecto veraniego que ya va necesitando. Me chifla lo de ir buscando plantillas hasta dar con la que más me guste para darle aires nuevos al blog cada estación. Ya sé, ya sé, siempre habrá quien diga que no le da un aspecto muy profesional al blog, pero como aquí la que hace y deshace soy yo, pues ala, a mi gusto...jejeje

  Así que hoy han ido mis hijos la mar de contentos al colegio con sus bandejitas, deseando ver las caras de los profes cuando se las entregaran. Y han debido pasarlo pipa, porque encima hoy iban con el uniforme de deporte, y en  la mochila sólo llevaba el bañador y la toalla, así que no habrán parado de jugar al fútbol, al baloncesto, etc., y para rematar, se dieron un bañito en la pisci del cole.

  Y así rematamos el curso. Yo estoy feliz, estaba deseando que llegara, a mí solo me quedan unos cuantos turnos para unirme a ellos, y a Paco también le queda poco. Así que en unos días estaremos todos definitivamente de vacaciones.

  Yo por fin he terminado mi curso, los encargos y los regalos pendientes. Bueno, sí que estoy metida en alguna cosilla, pero es por puro gusto, así que lo estoy disfrutando de lo lindo, experimentando con ésto y aquello. Os lo enseñaré en breve.

  Y por hoy ésto es todo. Recogimos a los peques, y para celebrar las vacaciones comimos de hamburguesería, esa en la que tú eres el King. Mi peque no paraba de pedirlo desde hace semanas, y como creo que se lo han ganado, pues les dimos el gusto y yo..., pues yo más feliz que una perdiz solo de verlos. Besotes y buen finde para tod@s.

Blue Tiramisú Cupcakes

  Hacía mucho tiempo que le tenía el ojo echado a estos cupcakes de la Hummingbird Bakery, pero claro con los deberes semanales, encima hacer otra receta más era demasiado. Así que he aprovechado este descanso veraniego para prepararlas.

  El motivo???, pues me parecieron ideales para llevarlas al trabajo para celebrar mi cumple. La decoración que tenía en mente era distinta, más sosita pero más fiel al tiramisú. Pero estaba loquita por enseñaros este cupcake stand que me ha regalado mi marido, así que decidí adornarlas de una manera un poco más acorde con el mismo.

  Síiiiii, un regalito de mi maridín. No me puedo quejar ehhhh???, que este año se han  lucido, verdad???
No sé si me merezco tanto, pero estoy encantada. Ambos son preciosos, aunque al ritmo que llevo me veo teniendo que comprar otro trastero nuevo o algo así, porque ya no tengo dónde guardarlos.

  Y compartir estos cupcakes con mis compis fue otro presente más. Es importante sentirse a gusto, y lo estoy. No siempre me he encontrado igual de bien acompañada, pero desde hace unos meses me siento mucho mejor en el trabajo, y no con la cara triste y pensando que me toca con fulanita o sotanita y deseando que termine el turno.

  No le puedo pedir nada más a la vida, bueno sí, que no me bajen el sueldo o que me toque la primitiva... jejeje. Pero bueno, me puedo sentir más que afortunada.

 Hay algunas personas a las que conozco que podrían ser igual de felices que yo, pero tienen esa triste enfermedad que hace que nunca te sientas contenta, la envidia. Y claro, con esa enfermedad siempre tienen un motivo para estar sufriendo, porque querer siempre lo que tienen los demás, además de ser imposible, los convierte en recelosos y desconfiados.

  Y de esa manera, pues claro, es imposible tener buenos amigos, de los de verdad; llevarte bien con tus compañeros; ser feliz con lo que se tiene, es más, casi no ve uno lo que tiene; etc, etc,...

  Lo malo es que ese tipo de personas son las que siempre están provocando conflictos, amargando de cuando en cuando la existencia de unos u otros de los que los rodean. Porque como no están bien con ellos mismos, deciden que los demás tenemos que estar como ellos, lo que no saben es que el mal rato que se pueden llevar los demás es temporal, porque al fin y al cabo, quien se encuentra bien en su pellejo al final sigue estándolo, por mucho que a esa persona le gustara depellejarlo.

  Por desgracia hay más gente de este tipo de la que me gustaría, y ahí andan, siempre maquinando y provocando, pero al fin y al cabo esta tortura quienes más la padecen son ellos mismos, y a los demás nos toca soportar parte de ese dolor que siempre llevan dentro. Así que si tenéis alguien así a vuestro alrededor, haced lo que os aconseja este cartelito que acompaña hoy a mis pastelitos: "Keep calm and eat cupcakes".

  Ingredientes:

  Para el bizcocho:

* 80 gr.de mantequilla sin sal, suavizada.
* 280 gr. de caster sugar (un azúcar ultrafina que se disuelve mejor en las mezclas, si no la encontráis pues se sustituye por azúcar normal).
* 240 gr. de harina para repostería.
* 1/4 cucharadita de sal.
* Una cucharadita de polvo para hornear.
* 2 huevos grandes.
* 240 ml. de leche entera.
* 1/2 cucharadita de esencia de vainilla.

  Para el almíbar:

* 250 ml. de café fuerte.
* 75 ml. de amaretto.
* 3 cucharaditas de caster sugar.

  Para el relleno y el frosting:

* 400 gr. de queso crema.
* 500 ml. de amaretto.
* 300 ml. de nata doble.
* 30 gr. de azúcar glas.
* Caco en polvo, para espolvorear.

  Preparación:

- Precalentamos el horno a 200ºC.

- En el vaso de la batidora, utilizando el accesorio de pala, batimos juntos la mantequilla, el azúcar, la harina, la sal y el polvo de hornear, ya tamizados, a velocidad baja hasta que todos los ingredientes queden bien integrados y consiga una textura arenosa.

- En un bol batimos los huevos, y le agregamos la leche y la esencia de vainilla, y lo batimos bien a mano.

- Ahora, a velocidad baja, incorporamos en el vaso de la batidora 3/4 partes de los ingredientes húmedos a la mezcla de la harina y mantequilla.

- Una vez quede todo bien mezclado, raspamos bien los lados del vaso de la batidora con una espátula o lengua pastelera.para que se queden bien bien integrados. Entonces agregaremos la mezcla de leche restante, batiendo ahora a velocidad media hasta que la mezcla quede esponjosa.

- Dividimos la mezcla entre las cápsulas relllenando 2/3 partes de las mismas.

- Hornearemos durante unos 20 minutos. Las dejamos en el molde unos 5 minutos antes de desmoldar, en ese momento las colocaremos en una rejilla para que se terminen deenfriar mientra preparamos el almíbar.

- Ponemos el café y el amaretto en un cazo y vertemos el azúcar. Lo ponemos al fuego y lo llevamos a ebullición, permitiendo que se evapore hasta que la mezcla de haya reducido a la mitad, entonces retiramos del fuego y lo dejamos enfriar.

- Mientras se enfría prepararemos el frosting. Pondremos en el vaso dela batidora el queso crema junto con el amaretto hasta que quede una mezcla esponjosa.

- En un bol a parte montaremos la nata doble junto con el azúcar hasta que forme picos suaves. Vertemos esta mezcla en la anterior de queso crema, asegurándonos de que quede todo bien mezclado.

- Cuando los cupcakes se hayan enfriado,con un cuchillo afilado recortamos una porción de cada cupcakes (de unos 2 cm. de profundidad y 3 cm.de diámetro). vertemos aproximadamente una cucharada del almíbar sobre cada trozo de bizcocho cortado y otra en el fondo del agujero de cada cupcake.

- Después rellenamos cada hueco hasta más o menos la mitad con el frosting, entonces colocamos el trozo de bizcocho cortado sobre todos los agujeros.

- Untamos el frosting sobre cada cupcake de la manera deseada y espolvoreamos con cacao.

  Sólo puedo deciros que estos cupcakes supusieron todo un éxito, como además se salen de los que estoy acostumbrada a hacer nadie se esperaba la sorpresa del relleno y el bizcocho empapado en café. A todo el mundo le gustaron y pudimos celebrar dentro de lo que cabe en el trabajo, mis 38 añazos.

Turquoise Ombre Meringue Cake

  Por fin llegó el gran día, ya está todo el pescado vendido como decimos por aquí, y ya tenemos ganador del sorteo. Pero antes me voy a enrollar un poquito, que si no, pues que no sería yo, verdad???

  Sí chicas, aunque parezca mentira ya hace un año desde que hice aquella tarta de merengue exclusivamente para mí, y como no podía ser de otra manera, vuelvo a prepararme mi tarta de cumple, también de merengue, claro. Es mi favorito, podríais ponerme un bol grande hasta arriba de merengue y comérmelo enterito en un pis pas.

  Ya sé que el merengue, así, tal cual, no es el más popular para este tipo de pasteles, pero como a mí es lo que más me gusta, no me queda otro remedio que ingeniármelas para preparar algo un poco más especial.

  Y no me vais a decir nada de mi nuevo cake stand??? También tiene su historia. Cada vez que me acerco a       un famoso centro comercial que hay cerca de mi casa, tengo la costumbre de acercarme por la parte de menaje y cocina, y así fue como lo vi la primera vez, y fue amor a primera vista, pero como costaba una pasta, pues allí se quedó la mar de mono. Eso si, si iba para otra cosa, iba siempre a darle una vuelta y quedarme unos minutillos allí embobada mirándolo. Un día me acerqué para cambiar un regalo de mi niño, iba con mi madre, y le dije: "Mamá, vamos a pararnos un momentito, que me gusta darme un paseito antes por aquí". Debió notarme la cara de boba mientras pasaba por el lado, y ni corta ni perezosa lo cogió y se dirigió a la caja, después de una rato de discusión prohibiéndole tajantemente que se gastara tanto dinero, se acordó de que tenía una tarjeta regalo, así que no le iba a costar nada; bueno, nada no, en realidad renunciaba a ese regalo para ella. Decidí no pelear más con ella y dejé que me lo regalara, por dos motivos: el primero es que ella tenía la misma cara de ilusión mientras lo pagaba en la caja con la que yo miraba el cake stand, y segundo, porque creo que es el regalo menos práctico y que más deseaba de todos los que me ha hecho mi madre nunca jamás. No es que no me haya hecho buenos regalos, me ha hecho muchos y algunos mucho más caros, pero nunca ha tenido ese tipo de detalle, a ver si me explico, nunca se había fijado tanto cuando había anhelado otras cosas cuando era jovencita, o no había podido permitírselo, pero en esta ocasión se dio cuenta y puso todo su empeño para que me lo llevara.

  Lo más gracioso es que mi marido tenía que ir ese mismo día después, a pagar una cosa al mismo sitio, y el pobre, sabiendo lo que me gustaba, allá que se fue a buscarlo, y se volvió loco buscando el cake stand y pensó que ya lo habían vendido. Efectivamente fue así, lo que no imaginaba es que lo había comprado mi madre para mí. Sólo lo confesó después de que se lo enseñara...jajaja, no me diréis que no tiene gracia, porque yo llevaba rondando el cake stand unas cuantas semanas ya, pero todo sucedió ese día.

  Ya veis, no me puedo sentir más afortunada, no por el regalo en si, sino porque los que me quieren están muy muy pendientes de mí, y yo creo que no se puede pedir más. Sentirse tan querida es lo mejor que te puede ocurrir jamás. Y son muchos los que se han acordado de mí hoy, sólo puedo daros las gracias a todos, no me salen más expresiones de agradecimiento porque tengo un pellizquillo en el estómago, de esos que te dejan bloqueada.

  Mi madre sólo me puso una condición, que esperara a usarlo a este día, y aunque me mataban las ganas de  estrenarlo, he conseguido cumplir con la "claúsula". Y mi marido, pues me ha comprado un cupcake stand precioso que os enseñaré en la siguiente entrega.

  Así que este año no hay balances, me basta con el día a día para ser consciente de la suerte que tengo. Nada más despertarme ya estaban Paco y mis niños felicitándome el día, no he parado de recibir saludos de amigos por teléfono, por mail, por facebook,..., qué más puedo pedir, creo, bueno no, estoy convencida de que tengo el mayor tesoro que se pueda desear, el cariño y los buenos deseos de muchos.

  La tarta la partiremos esta tarde, rellena y decorada con merengue, y el bizcocho es el de café y cacao que ya preparé de la Humingbird. Me encanta este bizcocho, creo que es el más tierno y jugoso junto con el de mascarpone y manzana que haya hecho nunca. Me pareció que era un buen acompañamiento para el merengue, espero no haberme equivocado.

  Y bueno, vamos a la parte en que comparto esta alegría con vosotros. No me voy a enrollar más, la ganadora ha sido...tachán tachán... Lorenaaaa!!!! con su comentario:

Pues qué voy a decir! que me encanta tu blog, así que me apunto al sorteo!
Mi nombre: lorena costas
MAil: lcostas2@gmail.com

Un abrazo

  Y ya está bien por hoy, espero que os haya gustado la tarta. La receta del merengue os la puse ya en otra entrada, podéis verla pinchando aquí, sólo tenéis que adaptar las proporciones a la cantidad deseada. Espero que la persona afortunada se sienta al menos la mitad de feliz de lo que yo me siento hoy. Sólo me queda agradeceros a todas el estar ahí, cada comentario vuestro, cada nuevo seguidor, cada vez que alguien ha puesto el logo en su blog,..., todo han sido regalos, a cada cual más bonito y especial. Sólo puedo enviaros besotes, besotes y más besotes.