lunes, 30 de julio de 2012

Watermelon Arctic Roll

  Ya os dije que me tomaría las cosas con tranquilidad, y eso estoy haciendo. Me estoy tomando con calma este verano, y aprovechando para hacer cosas que habitualmente no tengo tiempo de hacer. Hace muchos años comencé con un álbum del primer año de Rafa, lo tenía prácticamente acabado, sólo faltaba algún detalle y por fin he conseguido terminarlo.



















 No os podéis imaginar la ilusión que le ha hecho verlo. Pero no contenta con eso, pues me he decidido a comenzar otro con las fotos del peque. No me gustaría que cuando se hiciera mayor pensara que sólo hice uno para su hermano, así que llevo días revisando fotos y preparando su álbum.


A mí me gusta hacerlo en plan "digital scrapbooking", así que también me paso el día buscando recursos por la red y dándole rienda suelta a la imaginación para conformar cada hoja del álbum. A él le está encantando el resultado y yo, mientras lo voy preparando, me doy cuenta de lo afortunada que soy.




  Veo cada foto y me traen tantos recuerdos..., y tan buenos, que aunque sólo fuera por eso, merecería la pena todo este trabajo. Y pienso en cómo pasa todo, parece que fue ayer cuando nacieron y ya hace unos añitos, pero qué años más felices..., y es que cuando pasa el tiempo una siempre se queda con lo mejor, y aunque me veo en muchas de esas fotografías con ojeras fruto de las malas noches, me parece que esa época no pudo ser más especial de lo que fue.












  También he estado pensando en una nueva receta, y me apetecía hacer un helado de sandía, pero no quería presentarlo de cualquier manera, quería hacerlo de una forma diferente.Ya Bea el año pasado nos presentó un arctic roll, y me pareció que era la forma ideal para presentarlo, así cada corte parecería una rodaja de sandía.







  Me arremangué y me puse manos a la obra, lo primero era hacer helado. A mí me ha sobrado mucha cantidad, de hecho lo hice en dos tandas en la heladera, así que yo creo que con la mitad de la receta tendréis bastante.

  Ingredientes:

* 3 tazas de sandía cortada en cubos y sin pepitas.
* 1/4 taza de azúcar.
* 1/2 taza de leche.
* 1 taza de azúcar.
* 1/4 cucharadita de sal.
* 2 tazas de nata.
* 500 gr. de queso crema.
* Una cucharadita de extrato de vainilla.
* Dos cucharaditas de extracto de sandía.
* Dos hojas de gelatina.
* 1/2 de taza de chispas de chocolate.

 Preparación:

- En un procesador de alimentos trituraremos la sandía junto con el azúcar (1/4 taza).

- Calentamos esta mezcla a fuego medio hasta que llegue a ebullición, dejándolo hervir durante unos minutos.

- Enfriaremos esta mezcla en el frigorífico durante unas 12 horas.

- Una vez pasado el tiempo mezclaremos la leche y el resto del azúcar (1 taza) para que ésta se disuelva bien.

- Añadimos el puré de sandía a esta mezcle batiendo a velocidad media hasta que quede bien integrado.

- Ahora agregaremos la nata, el queso crema, los extractos, la sal y la gelatina ya hidratada. sin dejar de batir, hasta que la mezcla quede homogénea.

- Vertemos la mezcla en la heladera siguiendo las instrucciones del fabricante.

- Sólo nos queda añadir las chispas de chocolate e integrarlas batiendo a mano, verter sobre el recipiente escogido y meter en el congelador.

  Había que ver la manera de que quedara de forma cónica, así que se me ocurrió utilizar un envase tipo "pringles" ya vacío y  limpito, llenándolo bien hasta arriba, con su tapadera bien sujeta para que no se saliera por los bordes. Para poder sacarlo basta con dejarlo un rato fuera del congelador (5-10 minutos), con un abrelatas le quitamos la tapa inferior y sólo nos queda empujar para que salga con la forma perfecta.


  Ahora viene la receta del bizcocho.

  Ingredientes:

* 4 huevos.
* Una cucharadita de extracto de vainilla.
* Una cucharadita de extracto de sandía.
* 110 gr.de azúcar.
* 100 gr. de harina.
* Una cucharadita de polvo de hornear.
* Una pizca de sal.
* Colorante verde.


  Preparación:

- Precalentamos el horno a 180ºC.

- En el vaso de la batidora mezclamos los huevos junto con los extractos a velocidad alta durante 5 minutos.

- Ahora vamos agregando el azúcar poco a poco, sin dejar de batir, hasta que quede todo bien integrado.

- En otro bol habremos combinado la harina, el polvo de hornear y la sal (todos tamizados).

-  En este momento agregamos la mezcla de harina, también poco a poco y sin dejar de batir hasta que nos quede una masa homogénea.

- Nos queda agregar el colorante verde, batiendo bien para que el color quede bien distribuido.

- Sobre la bandeja del horno colocamos una hoja de papel vegetal y metemos en el horno durante unos 10-12 minutos.

- Cuando haya pasado el tiempo ya tendremos preparado un paño de cocina húmedo con azúcar glas tamizada por encima.

- Retiramos el papel vegetal y colocamos sobre el paño, y con cuidado vamos enrollando la plancha de bizcocho junto con el trapo.

- Una vez hecho esto, dejaremos que se enfríe por completo. Desenrollamos y colocamos el helado en forma cónica.

- Enrollamos la plancha de bizcocho alrededor del helado recortando en bizcocho sobrante, envolvemos en film transparente y metemos de nuevo en el congelador para que el conjunto tome cuerpo. Y listo, ya sólo nos queda sacarlo y presentárselo a nuestros comensales.






  Creo que ha quedado bastante bien, al menos a mí me ha convencido el resultado y mis hijos se quedaron con la boca abierta cuando vieron el resultado. Como siempre, me ven haciendo y haciendo pero nunca se esperan el producto final...jejeje

  Espero que a vosotras también os guste y que disfrutéis de una semana estupenda, os deseo unas felices vacaciones para los que las empecéis, y si toca volver al trabajo, que os sea lo más leve posible. Besotes.

viernes, 20 de julio de 2012

Raspberry Coconut Ice Cupcakes

  Ya estoy de vuelta, para las que no tengáis Fb, pues es que he estado de vacaciones. Y han sido...mágicas. Ya os comenté que nos íbamos a Eurodisney, así que allí hemos estado. Aún no puedo dejar de acordarme de cada detalle, del precioso castillo, de Main Street, de las atracciones,..., y sobre todo de las caritas de mis hijos, tan ilusionados y tan contentos.
















  Era un viaje que teníamos en mente desde hace tiempo y pensamos que la edad ideal era la que tienen ahora, 9 y 7 años, lo suficientemente mayores como para que aguantaran tanto tute, pero lo suficientemente pequeños como para que mantuvieran toda la ilusión. No pensábamos que fuera un regalo de Comunión, pero como resulta que han adelantado la edad para hacerla, pues ha coincidido.
















  Y estoy segura que será un viaje que nunca olviden, para mí desde luego será un recuerdo imborrable. Cuando entras por las puertas del parque te conviertes de nuevo en una niña y se ve todo con esos ojos inocentes. Yo creo que he vivido la experiencia con el mismo ánimo que mis peques, alucinando en cada rincón con lo que me encontraba.
















  No habíamos salido por las puertas el último día y ya todos echábamos de menos las fantasías vividas, los buenos momentos y las risas. Pero al menos hemos tenido la oportunidad de vivirlas y de poder seguir rememorando cada instante.


  Ha sido como vivir en un cuento durante unos días, las únicas preocupaciones eran pensar en las colas para montarte en las atracciones, o dónde íbamos a comer ese día. Y hoy por hoy con la de problemas que se nos están presentando a todos, eso es un lujo.
















  Y aunque el cuento se acabó y ya volvimos a la realidad, siempre nos queda el consuelo  de los detalles, y esta tetera y los vasitos fueron unos detallidos que mi marido se marcó conmigo cuando me vio cómo me quedé embobada mirándolos en la tienda, me parecieron tan bonitos cuando los encontré, que cuando Paco se empeñó en que nos los lleváramos, fui incapaz de oponer resistencia.
















  A pesar del miedo de que no llegaran vivos en el trayecto, aquí están, perfectos. Y estaba como loca por preparar una entrada para poder enseñároslo, aunque me ha costado ehhh???? Aquí en Málaga el calor es insoportable y he necesitado unos días para descansar de tanto ajetreo y para poner al día el tema de la lavadora y la casa a la vuelta, seguro que sabéis a lo que me refiero.















  Eso sí, a la vuelta me esperaba una muy buena noticia, ¿recordáis las galletas de los vestiditos? ¿y que las presentaba a un concurso que organizaba La Casita Dulce de las Flores?, pues han conseguido el segundo puesto. Así que el regreso también ha sido muy dulce, estoy deseando ir a recoger mi regalito.
















  Y hoy os presento estos cupcakes de la Primrose, llevaba tiempo con el ojo echado a la receta, y ahora por fin, me he decidido.

  Ingredientes:

  Para la magdalena:

* 225 gr. de azúcar.
* Un cucharadita de polvo para hornear.
* 210 gr. de harina con levadura, tamizada.
* 25 gr. de harina de maíz (también tamizada).
* 225 gr. de mantequilla sin sal.
* 4 huevos grandes.
* 150 gr. de frambuesas, aplastadas, hechas puré, pero a mano, con un tenedor.
* 12 cucharaditas de mermelada de frambuesa.

  Para el frosting (la receta original es diferente, pero como no disponía de leche de coco hice algunos cambios):

* 115 gr. de mantequilla sin sal.
* 100 ml. de leche condensada.
* Un cucharadita de extracto de coco.
* Una cucharadita de extracto de vainilla.
* 500 gr. de azúcar glas, tamizada.
















  Preparación:

  De la magdalena:

- Precalentamos el horno a 200ºC y colocamos nuestras cápsulas en los moldes.

- En el vaso de la batidora ponemos el azúcar, el polvo de hornear, la harina, la harina de maíz y batimos durante unos 10 segundos, hasta que todo quede bien mezclado.

- Ahora añadimos la mantequilla y volvemos a batir hasta que quede bien integrada.

- Ahora tocan los huevos, uno a uno, batiendo bien después de cada adición.

- Y por fin las frambuesas machacadas que mezclaremos a mano.

- Repartimos la mezcla entre las cápsulas y horneamos durante unos 20-25 minutos.

- Una vez horneados los dejamos enfriar 10 minutos antes de desmoldar.

- Y ya fuera de los moldes y completamente fríos, haremos un agujero pequeño en el centro de cada cupcake y echaremos una cucharadita de mermelada de frambuesa..

  Del frosting:

- En el bol de la batidora mezclamos la manequilla, la leche condensada, los extractos de coco y vainilla y la mitad del azúcar glas, lo que nos llevará unos cuantos minutos hasta que quede todo bien integrado.

- Gradualmente seguimos echando el resto del azúcar glas sin dejar de batir hasta que la buttercream adquiera un consistencia cremosa y esponjosa.

  Podéis usar coco rallado y unas frambuesas para decorar, pero yo en este caso he preferido darle un toque   Disney con estos sprinkles. Perdonad que el frosting no haya quedado tan bien como a mí me gustaría, pero es que prácticamente se me derretía a la vez que lo colocaba sobre el cupcake con este dichoso calor.
















  Y esto es todo por hoy, espero que os haya gustado la entrada y que paséis un feliz fin de semana. Besotes.

viernes, 6 de julio de 2012

White Chocolate & Banana Bundt Cake

  Sí, hace unos días que os tengo algo abandonadillas, y no es que haya estado precisamente descansando, a pesar de estar ya de vacaciones, he estado dedicando estos días a hacer un repaso de los armarios y de los dormitorios de los peques a fondo. Hay que ver la de cosas que se pueden acumular a lo largo de los años, y eso que a mí me gusta dar repasos a fondo de cuando en cuando, sobre todo de la ropa, pero lo de los juguetes lo tenía más abandonadillo y tenía para montar un puesto en el mercado, pero un puesto apañado de verdad.


  Y es que me daba pena tirar o donar ciertas cosas, al final no queda más remedio que hacer limpieza, aunque sí que me he quedado con cositas de mis peques, y es que cómo me voy a deshacer de los jerseys que les hacía mi mami cuando eran tan chiquitos, o de los patuquitos, o de sus sonajeros, por cierto, algunos de estos juguetitos encontraron heredero, y es que se los regaló mi tía, yo era incapaz de dárselos a nadie o tirarlos, pero vino de visita una de las nietas de mi tía con su pequeñín y cuando mi hijo le sacó juguetillos pensé que mi tía se sentiría contenta si era su bisnieto quien se los quedaba. Y cosas de la vida, uno de esos sonajeros parece ser que es el favorito del chiquitin. Es una de esas anécdotas que te dejan el corazón encogido.
















  El caso es que estoy destrozá, no sé cuántas cosas entre ropa, zapatos y juguetes se van a encontrar en los contenedores de madre coraje , pero si se pueden reutilizar, pues ala, que sirvan para ayudar a alguien.















  Ya os dije que no sería capaz de tirarme a la bartola, aunque debería, que ya sabéis que esperaba las vacaciones con ansias, pero no lo puedo remediar. Llevo en mente esa tarea pendiente desde hace meses, y soy consciente de que hasta que no esté terminada no me quedaré tranquila, aunque ya va quedando menos, y por fortuna, de esta manera he encontrado la manera de hacer hueco a otros bártulos que tenía colocados como podía, pero no como a mí me gusta.
















  En cualquier caso, en principio, tengo pensado tomarme lo del blog con más calma, y aunque no deje de publicar, sí hacerlo de forma más pausada. También sabéis que aquí los veranos aprietan bien y encender el horno, aunque es una tentación que no puedo reprimir, me cuesta más trabajo de lo habitual.

















  Y he estado pensando muy bien qué preparar, quería encontrar un sabor nuevo, y me pareció que la combinación de hoy era perfecta para un bundt cake. Vi la receta en Taste of Home, y la encontré irresistiblemente deliciosa, tanto que me dije que sería la siguiente, así que aquí la tenéis.
















  Estamos más acostumbrados a ver la combinación de chocolate y plátano, pero con chocolate blanco adquiere un matiz diferente y difícil de comparar. Además, debo reconocer que no estaba muy confiada con la receta, me parecía poca mantequilla, pero el resultado ha sido sorprendente, tierno y jugoso a más no poder.


  A veces hay que dejarse llevar, y aunque no las tengamos todas con nosotras hay que arriesgarse, sobre todo si la receta te atrae por los sabores, por la presentación o por lo que sea. Puedes llevarte una grata sorpresa, está claro que el resultado también puede ser nefasto, pero ya sabéis, si no  nos lanzamos tampoco podremos alcanzar nuevas metas.
















  Por eso digo yo que la cocina es como la vida misma, podemos dejar que nos arrastre la rutina y hacerlo todo siempre de la misma manera, o por el contrario, podemos ser unas aventureras, enfrentándonos a nuevos retos. Y como en la cocina el máximo riesgo que corremos es que nos salga una birria, pues nos lo podemos permitir, podemos equivocarnos sin que el mundo se derrumbe a nuestro alrededor, y si sale bien, pues nos sentimos satisfechas y conseguimos alegrar nuestras vidas con nuevos sabores y nuevas impresiones.
















  Ingredientes:

  Para el bizcocho:

* 1/2 taza de mantequilla.
* 2 tazas de azúcar super-fina (caster sugar, podéis sustituirla por azúcar normal).
* 2 huevos.
* 1 y 1/2 tazas de puré de plátano maduro.
* 3 cucharaditas de extracto de vainilla.
* 3 tazas de harina para repostería.
* Una cucharadita de polvo para hornear.
* 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico.
* 1/2 cucharadita de sal.
* 1 taza de suero de leche (buttermilk).
* 150 gr. de chocolate blanco, derretido y enfriado.

  Para el glaseado:

* 240 gr. de queso crema, suavizado.
* 3/4 taza de mantequilla ablandada.
* 1 cucharada de extracto de vainilla.
* 5 tazas de azúcar glas.

















  Preparación:

- En un bol grande batimos la mantequilla y el azúcar hasta que la mezcla adquiera una textura arenosa.

- Agregamos los huevos, uno a uno, batiendo bien después de cada adición.

- Añadimos el puré de plátano y la vainilla, batiendo bien hasta que quede todo bien integrado.

- En otro bol combinamos la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato y la sal, tamizándolo todo junto.

- Ahora añadimos la mezcla de secos alternando con el suero de leche, batiendo bien entre las adiciones.

- Agregamos el chocolate, y volvemos a batir bien, hasta que la mezcla quede homogénea.

- Vertemos en el molde engrasado y horneamos a 175ºC, durante 50-60 minutos.

- Dejamos enfriar unos 10 minutos antes de desmoldar.

- Para el glaseado, en un bol batimos el queso crema, la mantequilla y  la vainilla hasta que quede suave. Incorporaremos el azúcar poco a poco.

- Vertemos el glaseado sobre el bizcocho ya frío, y el resto lo serviremos en bol a parte para añadir más a las porciones si se desea.


















  En casa ha sido un verdadero triunfo, nos ha encantado. Y como todo no va a ser trabajar, pues ahora toca coger los trastos e irnos a la playa, que con este calor no hay quien pare en casa. Besotes para tod@s y disfrutad del fin de semana.





















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