Nuestra siguiente visita fue al East Village, un barrio donde se mezclan diferentes culturas, pudiendo encontrar sin dificultad la zona ucraniana o la india. Agradable para dar un paseo y contemplar algunos edificios interesantes.
A continuación nos dirigimos a Gramercy y Flatiron Distric, el Flatiron no es de los rascacielos más altos, pero a mí me pareció uno de los más bonitos con sus fachadas labradas.
Ves tanto y por todas partes que no sabes hacia dónde dirigirte ni qué traerte en la maleta, y es que entre que se trata de artículos delicados y encima no muy baratos, la elección se hace muy complicada.
Hay otras tiendas por la zona que merece la pena visitar, como Whisk, pequeñita y muy cuca, con unos detallitos estupendos, o Bed Bath & Beyond, que es un almacén enorme tipo Leroy Merlín con montones de accesorios para la mesa y la cocina. También os recomiendo Paper Presentation, dedicada sobre todo a artículos de papelería con una sección para fiestas con cositas la mar de monas.
Y por supuesto no puedo olvidarme de New York Cake, donde la repostería y el Sugar Craft son los protagonistas, viene a ser como cualquier tienda especializada de aquí, pero a lo bestia, como todo en Nueva York.
Si buscas lo que sea, en esta tienda lo tienen fijo, bien sea un molde, un cortador, sprinkles, cajas, bolsas, etc., a mí me llamó mucho la atención la variedad de cajas para cupcakes, o la de bandejas para colocar las tartas, de verdad que me hubiera traído mucho más si no fuera porque las maletas tenían un límite.
Y nos pareció que una buena manera para rematar ese día era hacer una visita al grande, al Empire State Building, íbamos con nuestras entradas compradas por internet, así que sin hacer apenas colas pudimos llegar arriba en el mejor momento, el atardecer.
Hasta que no lo ves con tus propios ojos no te puedes creer lo bonito que es, creo que junto con el atardecer de la Torre Eiffel se llevan la palma en atardeceres románticos, durante esos instantes en que se ponía el sol incluso pude olvidar mi dolor de pies...jajaja
Es impresionante ver cómo se ilumina la ciudad poco a poco conforme va oscureciendo, y no sabría deciros qué vista resulta más espectacular, yo me voy a quedar con las dos, total, quién me lo impide???
En cambio, si hablamos de Times Square, me decanto por la noche sin dudarlo, a mí personalmente me impresionó mucho más, cuando caminabas apenas pareciera que fuera de noche.
Por el día tiene su encanto y creo que también merece su visita, pero ya os digo, me quedo con la vida nocturna y el ambientazo que se vive en esta plaza.
Y yo creo que por hoy vamos a dejarlo, ya seguiremos con nuestras aventuras por Nueva York. Besotes.