Pirate Biscuits

  Pues por fin puedo empezar a enseñaros alguna de las cositas en las que he ido trabajando estos días, en los que os contaba que andaba tan agobiada con tanta tarea. Pues aquí va la primera, las galletas que llevará mañana mi niño para su cumple al colegio, para repartirlas entre sus compañeros.

  Los piratas son la perdición de mi peque, si por él fuera, todas las tartas, los cupcakes y las galletas, tendrían por protagonistas a los dichosos piratas. Es complicado a veces, porque hacer cosas diferentes basadas siempre en lo mismo hace que tenga que estrujarme un poquillo el cerebro.

  Bueno, en realidad estas son las primeras galletas piratas que hago, pero sí que le he preparado cupcakes, y tartas, creo que la de este año es ya la cuarta que hago. Así que nada más se comienza a acercar la fecha de su cumple me pongo como una loca a buscar ideas.

  En el caso de las galletas no ha sido difícil. Cuando vi este cortador lo eché a la cesta sin dudarlo, y sólo pensando en él. Aunque lo cierto es que me ha costado convencerlo, os cuento, es que él quería que hiciera estas galletas, pero sólo para él, no le apetecía nada compartirlas con su amiguitos ¿Qué os parece? No sabe na el tío, todo para él...jajaja

  Quería que este año fuera todo muy especial para su cumple, porque anda un poco enceladillo con el hermano por el tema de la Comunión. Me he tenido que poner las pilas porque no sólo son los preparativos de su cumple, sino también los de la Primera Comunión, sólo hay una semana de diferencia entre los dos eventos.

  Por eso os decía que andaba muy liada, bueno, andaba y ando. Pero cuando ayer por fin acabé también su tarta teníais, que verle la cara, y es que encima lo tenía medio engañado diciéndole que no me había dado tiempo para preparar nada, así que fue un verdadero sorpresón. Si el pobre llegó a decirme que no me preocupara, que en el sitio donde se va a celebrar ya ponían una.

  Con las galletas anda toda la semana dando vueltas a la bandeja donde están colocadas, y con una sonrisa de estar derretidito se acercaba muy despacito, dándome las gracias muy bajito y zapándome un besazo enorme después.

  Así que todos los esfuerzos merecen la pena cuando lo ves con esa carita de ilusión, contando los días que faltan para su cumpleaños, deseando poder celebrar su fiesta de una vez con sus amigos, repartir sus galletitas y soplar sus velitas.

  Es que nada se puede comparar con la ilusión de un niño. Hay días en las que una está de bajón, pero sólo con tenerlos al lado pues te animas, aunque ni tengas ganas. Pero es que contagian su alegría y su entusiasmo, y sin casi darte cuenta te metes en su mundo de imaginación y fantasía.

  Y para mí, este punto es importantísimo a la hora de hacer mis tartas para sus cumples, ya sabéis que a mí me gusta contar una historia cuando incluyo personajes. Con lo cual, podéis suponer que ellos, principalmente ellos, son mi fuente de inspiración en estos casos.

   El problema con los chicos es encontrar algo de su gusto y el mío, y es que me echo a temblar pensando que me van a pedir alguno de esos bichos tan feos que protagonizan sus series favoritas. Mi hijo mayor ya me ha dicho los motivos para sus galletas y su tarta el mes que viene, y bueno, no está mal, ya lo veréis.

  Bueno, la receta de galletas no es gran cosa, es una de tantas de galletas con mantequilla, a las que añadí unas gotas de extracto de chocolate, lo cierto es que quedaron realmente buenas.