Flan de coco.

  Hoy os presento este delicioso postre, lo hice el viernes, para llevarlo al trabajo por la noche, estaba antojadiza de coco, y mira que no es uno de mis sabores favoritos, pero me dio por ahí , así que rebuscando entre mis cuadernillos de recetas, encontré ésta, la pobre andaba perdida entre otras muchas, la rescaté y me dije, vamos a intentarlo.

    Me he despertado con un resfriado del quince, pero no quería dejar de mostraros esta recetita, no presenta dificultades y está realmente buena. No llega a ser un flan porque su textura es diferente, pero se asemeja bastante, aún tenemos días de frío, pero para cuando nos llegue el calor es una fórmula muy refrescante como postre para las noches calurosas.

  Se ha levantado un día hoy bastante tonto, nublado y yo al menos estoy muerta de frío, aunque ya os digo, que es que estoy malilla y tengo mal cuerpo, de esta manera no podía tener otra cosa al fuego que no fuera un puchero, esa va a ser nuestra comidita, como me gusta un platito de puchero cuando hace frío, así calentito, con sus verduritas, pringá no le echo, no porque no me guste, sino porque no nos conviene, aún así lo disfruto.

  Cuando lo hago me acuerdo de cómo en el cole una vez nos preguntaron cúal era la comida que menos nos gustaba y una respuesta muy repetida fue "el cocido", yo como en mi casa jamás había escuchado  esa palabra le pregunté a mi madre que qué era eso y ella con una sonrisa me dijo : "Niña, eso es el puchero".    Claro, es que en mi casa no se comía cocido, se comía puchero, no podía ser de otra forma teniendo unos padres gaditanos, pero como vivíamos en Cartagena pues en aquel entonces sonaba raro cuando contaba lo que había comido en casa, igual que me sorprendía que cuando hacía calor en las demás casas no se hacía a diario gazpacho como en la mía, hoy por hoy es más fácil que se haga gazpacho en toda España con asiduidad, pero antes no era así.Resultaba curioso, siendo una niña que en tu casa se comiera "diferente".

  Bueno, pues con la caja de pañuelos al lado, me dispongo a contaros cómo se hace la receta de hoy, empecemos con los ingredientes:

* 500 cc. de agua, para uso dividido.
* 115 grs. de maicena.
* Una lata de leche evaporada.
* Una lata de leche de coco.
* 150 grs. de azúcar granulada.
* Una cáscara de limón.
* Una cucharadita de esencia de vainilla.
* 2 sobres de cuajada.
* Canela para decorar.

Preparación:

- Disuelve la maicena en 200cc. de agua y reservar.

- Combina el agua restante, la leche evaporada, la leche de coco, el azúcar, la sal, la cáscara de limón y el extracto de vainilla en una cacerola ( yo lo he hecho en Thermomix).

- Incorpora la mezcla de la maicena con el agua y los 2 sobres de cuajada.

- Cocina a fuego medio- alto removiendo constantemente. Hasta que empiece a espesar (en la Thm. lo puse a 100ºC, giro a la izquierda, 10 minutos y velocidad 3).
- Cuando comience a hervir sin dejar de remover, la dejamos un minuto.
- Se retira del fuego, nos deshacemos de la cáscara de limón y vertemos en el molde.

- Refrigeramos unas 4 horas, pasado el tiempo desmoldamos y espolvoreamos con canela (yo también le he echado ralladura de coco por los laterales, para reforzar aún más el sabor del coco).

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