Orange Soaked Bundt Cake

  Llevo unos días un poco saturada con todo, ahora no estoy triste, estoy agobiada. Bueno no, agobiada no, agobiadísima. El ritmo de trabajo estas últimas está siendo tremendo, y verdaderamente me encuentro exhausta.



  Pero es que es a todos los niveles, también en el hospi. Los recortes se están dejando notar, si falta alguna compañera no la cubren todos los turnos, así que nos vemos dos compañeras llevando lo que normalmente hacemos tres. Con lo cual, terminamos algún turno más nerviosas y agotadas de lo que normalmente lo hacemos.

  Por otro lado, en casa las labores parecen multiplicarse. Rafa viene a casa con tantos deberes que de verdad, que si voy a concurso de cultura general, yo creo que lo gano. En las últimas semanas hemos repasado la geografía española, los tipos de enunciados, las sílabas tónicas; el millar, las unidades, las centenas y las decenas de millar las llevamos trilladísimas, los verbos irregulares en inglés, el aparato digestivo (también en inglés),..., y las tablas de multiplicar nos las sabemos Cisco y yo de maravilla.

  Pero claro, eso no es todo. Ahora Paco viene cada día a comer, así que hay que cocinar a diario para tenerlo todo preparado a una hora más o menos concreta, antes tenía cuartelillo en ese aspecto porque la jornada era partida y comía en el trabajo. Y el resto de tareas continúan estando ahí, quiero decir que la ropa sigue sin lavarse y plancharse sola, el polvo no desaparece por arte de magia, los trastos no vuelven a su lugar chasqueando los dedos, etc, etc.

  Total, que entre las preocupaciones y las faenas, los días se me están haciendo eternos y abrumadores. Paco últimamente no colabora mucho con su nuevo horario, Rafa parece no cogerle el ritmo al curso este año, surgen cambios en el terreno laboral, este maldito dolor de cabeza no desaparece y la lumbociática amenaza con dar la cara en serio en cualquier momento.

  Y qué me queda??? Pues cuando saco un momentillo me meto en la cocina , e intento sumirme en otro universo donde sólo existan ingredientes, cacharros y tiempos de horneado. Y aunque intento escabullirme de las rutinas, no puedo evitar  intentar averiguar, mientras lo voy mezclando todo, cómo conseguir que Rafa asimile mejor y más rápido tantos nuevos datos. Y me vienen sin querer muchos otros pensamientos: ¿Qué saco del congelador para ver qué comida preparo al día siguiente?. ¿Le habrán preguntado las tablas a Cisco?. ¿Habrá llegado Paco bien a Sevilla a esa reunión de trabajo?. Si por estos recortes tengo que ir a un nuevo servicio, ¿cómo me irá?,...

  Nada, que no consigo ni desconectar en la cocina, y mira que lo intento. Al menos, todas estas ocupaciones de momento no están mermando mis dotes culinarias, por llamarlo de alguna manera, y hasta ahora no me estoy equivocando con las recetas que me decido a preparar.

  Y así, entre todos esos pensamientos, preparé este bundt el otro día, que tenía mono, hacía mucho que no me  ponía con uno, y verdaderamente di con una receta realmente excepcional en Fine Cooking, que  aunque no he hecho exactamente igual a cómo la proponían, todo el que lo ha probado ha quedado encantado con el resultado.

  Ingredientes:

  Para el bizcocho:

* 2 + 1/4 tazas de harina para repostería.
* 2 tazas de azúcar.
* 1 + 1/2 cucharaditas de polvo de hornear.
* 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico.
* 12 cucharadas de mantequilla sin sal, suavizada.
* 3/4 taza de aceite de girasol.
* 1 + 1/2 cucharadas de ralladura de naranja.
* 1 cucharada de extracto de vainilla.
* 3/4 taza de zumo de naranja recién exprimido.
* 5 huevos grandes.

  Para el almíbar y el glaseado:

* 1/2 taza de zumo de naranja recién exprimido.
* 1 cucharada de mantequilla sin sal, derretida.
* 2 cucharadas de ron (del negro).
* 1 + 1/2 tazas de azúcar glas, dividido (tamizado).

  Preparación:

  Del bizcocho:

- Precalentamos el horno a 175ºC, y engrasaremos nuestro molde.

- En un bol tamizamos la harina, junto con el polvo de hornear y el bicarbonato sódico, posteriormente agregamos el azúcar y combinamos bien.

-  En el vaso de la batidora añadiremos la mantequilla a la mezcla de ingredientes secos, y batiremos a velocidad baja, hasta que quede todo bien integrado con una textura arenosa.

- Con la batidora en marcha, ahora a velocidad media, vertermos el aceite, la ralladura de naranja, el extracto de vainilla y el zumo de naranja.

- Ahora tocar echar los huevos, uno a uno y batiendo bien entre cada adición.

- Aumentamos la la velocidad a alta y batiremos la masa hasta que quede suave, aproximadamente unos 3 minutos.

- Vertemos la mezcla en el molde y horneamos durante unos 40-45 minutos.

  Del almíbar:

- En un bol pequeño mezclamos el zumo de naranja, la lmantequilla, el ron y 1/2 taza de azúcar glas.

- Cuando el bizcocho esté hecho, lo dejaremos enfriar en el molde durante 5 minutos.

- Con un palo de brocheta, por ejemplo, pincharemos el bizcocho, aún en el molde. Daremos como unos 100 pìnchazos.

- Ahora vertemos 1/3 de taza del almíbar que habíamos preparado sobre el bizocho, dejando reposar el bizcocho en el molde como una hora aproximadamente.

  Del glaseado:

- Pasada la hora desmoldamos.

- Sólo nos queda batir el resto del azúcar glas con el resto del almíbar que nos ha quedado después de emborrachar el bizcocho.

- Vertemos el glaseado sobre el bizcocho, y lo dejamos reposar unos 10 minutos al menos antes de servir.

  He intentado transmitiros con algunos encuadres muy cercanos la esponjosidad de este bundt aunque no sé si lo he conseguido, la textura es maravillosa, y el almíbar y el glaseado le otorgan un toque magnífico.

  Y gracias, gracias a tod@s por dejar esos comentarios tan bonitos en la entrada del sorteo del libro. Y gracias también por leerme, esté triste o contenta, preocupada o serena, exhausta o descansada. Sois un cielo, y no podéis haceros una idea de cómo me inyectáis energías para seguir adelante. De nuevo gracias y besotes para tod@s.