Mother´s Day Cupcakes (Reto semanal de la magdalena: S-45)

  Vaya dos semanitas que he pasado, y no puedo dejar de agradeceros vuestro apoyo, tantas palabras cariñosas para darme ánimo, para felicitarnos por los distintos eventos familiares. Y es que estas últimas semana ha habido de todo, desde momentos en los que estaba muy abrumada y rendida, hasta momentos repletos de emoción y alegría.

   Esta semana ya quiero empezar con lo que viene, que son un par de cosillas, y me temo que tampoco voy a estar mucho más tranquila, y es que aunque no os lo he comentado antes, también estoy haciendo un cursillo en la Uni de lo mío, de Enfermería. Y a mediados de mes más o menos empezaremos con las prácticas.

  Como veis, no me sobra mucho tiempo para el ocio. No podéis imaginar las ganas que tengo de que llegue el verano, porque con los peques en casa el asunto se relaja mucho. Porque sí, aún no se levantan tarde, pero al menos no hay que estar en pie tan temprano, te ahorras las idas y venidas del colegio, y aunque yo les suelo poner tareas a diario, no hay exámenes ni presiones. Ya son más mayorcitos y no es que no den quehaceres, pero ya son mucho más autónomos, y eso se va agradeciendo cada año que pasa.

  No quería dejar de enseñaros los deberes de esta semana pasada, que sí, a pesar de todas las tareas, también he cumplido con mis chicas del grupo. Esta semana se me ocurrió que como la recetilla del libro era un poco sosa (ahora la podréis ver), pues cada una podía adaptarla a su gusto y centrarnos más en la decoración, para así tener un detallito con nuestras madres.

  No he tenido mucho tiempo, pero no quería dejar de hacerle estos cupcakes para mi mami. Y es que ella siempre es tan entregada...Teníais que ver lo preocupada que ha estado con la Comunión de Rafa, si le dije que había visto un jersey para Cisco en una tienda pero que no encontraba su talla, que seguiría buscando, y  le faltó tiempo para ir a otra tienda de la misma cadena para traerlo.

  Igual con el traje de Rafa, en cuanto supo cómo debía ir Rafa (todos los niños iban iguales), allá que se fue para tenerme informada de los distintos modelos de chaquetas, camisas y pantalones y de los precios de cada cosa.

  Salió emocionadísima del oratorio tras la Comunión de su nieto, y es que la verdad es que la ceremonia fue preciosa. Era para ver lo bien preparados que estaban los peques, no se movieron ni un milímetro de sus sitios, y todo estaba más que medido para todo lo que hacían, era como una coreografía super-ensayada.

  Ya os he hablado varias veces de mi mami, pero no me canso de deciros que es única. Si hubiera nacido en otra época estoy convencida de que hubiera sido relaciones públicas, es que es pa verla, si en Noche Buena llama hasta al albañil que le hizo una obra hace años para felicitarle las fiestas, no se olvida de nadie, requete-cumplidísima con todo el mundo, yo por el contrario, soy mucho más despistada, además odio hablar por teléfono con gente a la que apenas conozco.

  Encima, cada vez que habla con una de sus amistades siempre me pone en compromiso, porque le encanta que yo también hable con todo el mundo, no consigue entender que no soy como ella, así que me hace pasar un mal rato cada vez que a ella le parece.

  Y en la comida de la Comunión  me tuve que reír con mi tía, su hermana. Resulta que había varias botellas de vino repartidas por las mesas, como había un par de sectores que no tomaban cogí una de las botellas y la pasé a otra zona de las mesas donde se gastaba con bastante alegría, como delante mía había otra y sólo bebía yo (un par de copitas, no seáis mal pensadas), pues también la ofrecí diciendo que allí sólo bebía yo y salta mi madre: "Pues no bebas más, te vayas a marear". Mi tita la pobre empezó a partirse de la risa cuando me vio la cara y dijo: "No lo podemos remediar, somos así de mandonas". Vamos, camino ya de los 40 y mi madre diciéndome esas cosas, es pa matarla.

  Vamos que si me mareaba pasaba mucho, pues nada, a dormir la mona después en mi casa y ya está. Ni me acerqué a un mareo, pero no me digáis que no manda perejiles, si encima el restaurante estaba a dos pasos de mi casa. Pues así es mi madre, y con sus cosas buenas y su cosas no tan buenas, siempre está ahí para echarnos una mano en todo lo que puede, y por eso no podía dejar de felicitarla en su día con estos mini-cupcakes. Los hice minis porque tiene que cuidarse un poquitín y me protesta si le mando muchos y grandes.

  Ingredientes:

* 280 gr. de harina blanca.
* Una cucharada de levadura en polvo.
* 1/8 cucharadita de sal.
* 115 gr. de azúcar.
* 2 huevos medianos.
* 250 ml. de leche.
* 6 cucharadas de aceite de girasol u 85 gr. de mantequilla.
* Una cucharadita de extracto de naranja.
* Azúcar glas (para espolvorear).

  Preparación:

- Precalentamos el horno a 200ºC y engrasamos nuestro molde para magdalenas o bien lo preparamos con nuestras cápsulas.

- En un bol tamizamos la harina, la levadura y la sal. Después le incorporamos el azúcar.

- En otro bol batimos ligeramente los huevos, a continuación incorporamos la leche, el aceite o mantequilla y el extracto de naranja.

-  Hacemos un hueco en el centro de los ingredientes secos y vertemos los líquidos batidos. Mezclamos un poco para que queden bien ligados, pero sin trabajar demasiado la masa.

- Repartimos la mezcla entre los moldes, y hornearemos durante unos 20 minutos, o hasta que la masa suba y esté firme y dorada.

- Las dejamos en el molde durante 5 minutos antes de desmoldar.

- Espolvorear con azúcar glas.

  Esta vez yo cambié un poco la receta, para que fueran un poco más delicadas para mi mami, así que le eché agua de rosas y unas frambuesas, pienso repetirlas porque quedaron buenísimas, así que en una próxima entrega os pondré la receta definitiva, aunque es bastante parecida a la que os presento. Y como frosting pues como quería que fuera ligera, mi nata vegetal montada con una cucharadita de agua de rosas también, para que contrastara bien con la acidez de las frambuesas.

  A mamá le encantó el detalle, espero que a vosotras también os gusten los cupcakes que preparé para ese día tan especial.