First Communion Cookies

  Ufffff..., por fin puedo haceros llegar esta entrada. La semana está siendo totalmente agobiante, no llego a todo y me siento como si "el peso del mundo" recayera sobre mis hombros. Sí, podéis pensar que soy un  poco exagerada, y probablemente lo estaré siendo, pero de veras, estoy agotadísima, angustiadísima, preocupadísima,..., y todo lo negativo que se os pueda ocurrir y con la terminación "ísima".

  Y es que los nervios, la inquietud, los desvelos y demás no son buena compañía, y así no era capaz de que me saliera nada a la primera. Hasta he llegado a acabar con mis provisiones de fondant, y os aseguro que no es fácil que eso ocurra. Cada cosita que hacía o se me venía abajo o no conseguía colocarlo en su sitio.

  La tarta para la Comunión de Rafa ha sido mi mayor reto, pero sobre todo por mi preocupación y mi estado de nervios. No es que en principio me la planteara fácil, ya conocéis mi predisposición para hacerlo todo un poco más complicado cada vez. Pero ya os digo, mi estado anímico no ha sido el mejor esta semana.

  Y ya que estoy quiero pedir disculpas a mi marido porque mi irritabilidad estos últimos días ha hecho que pierda el control en más de una ocasión, y aunque no estuviera falta de razón, mis formas no han sido las mejores. Cariño perdóname ¿vale?

  Sé que él me perdonará, mejor dicho, ya me ha perdonado. Los dos nos conocemos bien, y sabe que no han sido mis mejores días, tengo mis momentos, pero es que esta vez ha durado más de la cuenta. Y es que son muchos detalles para la Comunión, y  no sólo eso, hay que seguir con todo lo demás: los niños, la casa, el trabajo,...

  Sólo con eso ya tenemos bastante cada día, pero claro, ahora encima el tema de la celebración, y ya acabé bastante cansada del cumple de Cisco. Así que se ha ido sumando todo, e iba teniendo  la sensación de que me faltaban horas, días, semanas,...

  Pero en fin, hoy al menos me he quedado más relajada porque por fin he acabado con la dichosa tarta, y ahí está, esperando su gran momento el próximo sábado. Y yo..., bueno yo ya me he quedado más tranquila porque el grueso está listo.

  Ya sabemos quiénes vienen, el menú esta decidido, la ropita de todos preparada (me queda dar un par de toques a un par de prendas, pero eso lo hago yo en un rato con mi agujita y mi hilo), todos han  ido al peluquero, aunque quedo yo que voy mañana a echarme las mechas, y el sábado a primera hora para hacerme un recogido sencillito. Rafa ya me ha dicho también dónde iremos sentados, con su dibujito y todo ehhh???? Las galletas llevan listas unos días y la tarta, pues lo que os he dicho, recién terminada.

  En este momento estoy liada con la sesión de fotos y aunque sigo estando bastante cansada, ya más tranquila. Lo del cansancio tiene poco arreglo porque trabajo esta noche y a la pelu me voy por la mañana, así que no puedo echarme. Eso sí, Paco se ha pedido el día y podrá echarme una mano para recoger la casa, no es que esté muy mal del todo, pero quedan bastantes cosillas por recoger, sobre todo en la cocina por el follón del pastel.

  Ya habréis adivinado que éstas son las galletas que regalaremos como recordatorio de la Comunión. A Rafa le han parecido geniales, mi madre dice que hasta se parecen a él, y también le gustaron mucho, tanto, que se llevó unas poquitas para repartirlas entre sus amistades y poder presumir, tanto de que su nieto es ya un muchachito que va a comulgar por primera vez, como de su niña (o sea, de mí) y de las cosas que hace.

Y ahora no vayáis a preocuparos por mí, ya me he quedado más calmada, exahusta pero dispuesta para lo que venga, y contenta, muy contenta. Mi peque pasado mañana tendrá su ceremonia para recibir otro sacramento, es ya un chico muy mayor y está ilusionado y nerviosito, y muy orgulloso del trabajo que ha hecho su mami para que no le falte ni un detallito ese día. No os cuento lo aliviada y satisfecha que me siento con la labor que hemos hecho, y no me refiero a los pasteles, sino a mi hijo, a ese muchachito con esa cara redondita,  esos ojitos achinados, esa sonrisa tan bonita y esa barbilla partida que me tiene loca. Seguro que podéis imaginarlo. Besotes para todos.