Communion Cake

  La verdad que no tenía muy claro cuándo poneros esta entrada, y al final me decidí por hoy, para que en cierta manera las disfrutarais al mismo tiempo que nosotros. Hoy es el gran día, ya está todo preparadísimo y Rafa se ha levantado muy nerviosito e ilusionado.

  Como ya os dije en la entrada anterior, la tarta me ha dado muchos quebraderos de cabeza, nada me salía como pretendía y mi frustración iba en aumento por momentos. Pero ya sabéis lo cabezona que soy, así que erre que erre, la tarta no pudo conmigo y por fin pude yo con ella.

  Quería que no fuera la típica tarta con la Biblia, el Cáliz, las uvas,etc., con lo que el reto que se me presentaba no era fácil, tenía ideas sueltas de elementos que quería que aparecieran en la tarta, pero no terminaba de ver el conjunto.

  Poco a poco le fui dando forma al proyecto y todo comenzó a encajar. Tenía muy presente desde primera hora que tenía que ser en turquesa y chocolate, me encanta esa combinación de colores, me parece perfecta. También quería que el conjunto resultara armónico entremezclando ambos tonos de diferentes maneras.

  Se me ocurrió que tenía que utilizar piezas que unificaran los dos pisos de la tarta, me apetecía poner flores, perlas y la silueta del niño tenía que aparecer sí o sí.

  Por otro lado no quería dejar de modelar unos muñequitos que contaran que lo que celebrábamos era la Comunión de mi niño, aunque no se suelen conjugar tartas con esta estética con figuras, a no ser que se trate de unos novios. Como mucho, en el caso de las comuniones lo que veía era algún muñeco de porcelana o de plástico.

  También sabéis que me gusta que los personajes cuenten algo, y esta vez pues claro está, a mi niño recibiendo el sacramento, y esas palomas que simbolizan que ha sido tocado por el Espíritu Santo. Como siempre, me gusta situar a los protagonistas en un contexto, y eso lo conseguí con un simple altar al fondo al que le quise añadir algunos detallitos que le dieran un poco más de vista a la escena.

  La receta es mi talismán últimamente, la del Rose Velvet, como ya os comenté, suave y jugosa, sin necesidad de emborrachar en almíbar y con la suficiente consistencia como para aguantar las figuras de fondant.

  Y lo mejor de todo, pues lo de siempre, la carita de mi niño cuando la vio montada. Se quedó con los ojitos muy abiertos y sin palabras. Y al ratillo de estar mirándola anonadado le pregunté qué le parecía, y la respuesta no me dejó dudas: " Mami, es una chulada!!!!!!"

  No os lo vais a creer, pero os estoy contando esto y me estoy emocionando como una tonta, escribiendo con los ojos llorosos mientras recuerdo el momento. Y también me viene a la cabeza cómo ayer por la mañana quiso llevar unas galletitas para algunos de sus profes, pude ver cómo se la entregaba a Don Fernando entre contento y avergonzado, y cómo se lo agradecía el profe con un abrazo enorme y sentido.

  Y es que Rafa es así, no es especialmente mimoso, más bien lo contrario, pero sabe ganarse el cariño de los que le rodean poquito a poquito. Sabe cuándo debe mantener la compostura y poner esa cara de bueno, sí, la de no haber roto un plato en su vida, igualito que el padre...jajaja

  Le encanta ayudarme no sólo en la cocina, sino en el resto de labores de la casa. Siempre pregunta: "¿En qué te ayudo mami?, eso sí, está lleno de buenas intenciones pero a los cinco minutos me dice: "Mami, esto de limpiar es muy cansado, verdad???"

  Las matemáticas no son su fuerte, pero cuando tras muchos esfuerzos consigue muy buena nota se pone la mar de contento y se siente satisfecho por el trabajo bien hecho. Está en el momento de aprender muchas cosas, y nosotros en el momento de enseñárselas, lo que no siempre resulta fácil.

  Y me chifla cuando me dice que soy la mejor mami y la más guapa del mundo. Ayer mismo hablaba con Estefanía (mi peluquera) y las dos estábamos de acuerdo en que deberían quedarse en esta edad en la que sus padres somos lo mejorcito de la galaxia, porque ya mismo llegará esa época en la que no sabremos nada, no entenderemos de nada, y no comprenderemos nada de nada de nada. Pero bueno, también habrá que pasar esa enfermedad, no???

  No sé en qué momento del día estaremos cuando cada una de vosotras os encontréis leyendo esta entrada, en cualquier caso espero que todo esté saliendo o ya haya salido bien, que estemos disfrutando el día de lo lindo, y sobre todo que sea un día que mi niño no olvide jamás. Buen finde y felicidades para todas las que sois mamis, que mañana es nuestro día, besotes.