domingo, 27 de febrero de 2011

Nuestro postre de domingo.

Como con la historia de la magadalena de la semana estoy haciendo mucha bollería, quería cambiar un poco de tercio y proponeros otros postres algo diferentes y hoy me he decidido a presentaros a la Señora Clafoutis de Cereza.


Llevo tiempo viendo esta fabulosa receta en diferentes blogs y páginas, con unas fotos que dicen "cómeme", pero por una razón o por otra no terminaba de lanzarme a prepararla. hay muchas variaciones, con diferentes frutas y sabores. Yo he pensado que por ser la primera vez y presentar mis respetos como es debido a este delicioso postre, sería mejor comenzar con lo más tradicional, las cerezas, así que como ahora están a precio de oro, a pesar de que en la receta se usan las naturales, yo he utilizado unas en almíbar.



La elaboración es muy sencilla, precisamente hoy es uno de esos días en los que me apetece hacer algo pero sin poner la cocina patas arriba y pasarme las horas muertas con la preparación, así que es muy muy buena opción cuando se tienen invitados en casa y hay poco tiempo para preparativos, o simplemente nos encanta comer, pero lo de la cocina no es lo nuestro.


No podéis imaginar el olor que desprende este dulce mientras se horneaba, mi hijo mayor se relamía tan sólo con el aroma. Y de sabor no so lo voy a contar, para obligaros a que lo hagáis vosotras mismas y comprobéis que no miento.

Yo he repartido la mezcla en dos fuentecitas pequeñas para horno en vez de una grande para poder llevarme una al trabajo esta noche, siempre podría cortar un trozo, pero queda mucho más bonito llevarlo así, entero.



Habréis podido comprobar que para mí la presentación de un plato es un factor tan importante como pueden serlo los ingredientes o el sabor, yo que tan difícil he sido de pequeña para las verduras y teniendo dos peques en casa no he tardado en comprender que también se come con los ojos. Y el aspecto de un plato a la hora de que un niño se decida a probarlo es esencial.


También me gusta que la mesa tenga un buen aspecto, no digo que ponga mesa de gala a diario, ni mucho menos, pero sí me gusta cuando viene quien sea a comer, ya sea de la familia y haya confianza o sea una visita de compromiso que disfrute del espectáculo. Una fuente de loza bonita, unos vasitos de degustación, un plato de diseño, un mantel acorde con el plato,..., todo le da a la mesa un toque especial que hace que se disfrute mucho más de la comida y de la compañía.

Después de todo lo dicho, comencemos con los ingredientes:

* 100 grs. de harina.
* 100 grs. de azúcar.
* 4 huevos.
* 200 cc. de nata.
* 50 grs. de mantequilla.
* 50 cc. de leche.
* 300 grs. de cerezas.

Elaboración (yo lo he hecho en Thermomix, pero no es necesaria, con cualquier batidora es suficiente):

- Batimos los 4 huevos.


- Incoropramos el zúcar, la leche y la nata, removemos de nuevo con nuestra batidora.


- Añadimos la mantequilla y volvemos a ligar muy bien.
- Por fin la harina, batir hasta que la mezcla quede homogénea y sin grumos.


Antes hemos de primero poner el horno a 180ºC. a precalentar.

Dejaremos la fuente que vayamos a usa para el horno enmantequillada (yo con mi spray desmoldante) y repartiremos las cerezas.


Con todo esto preparado, verteremos la mezcla en la fuente sobre las cerezas y al horno, dependiendo de lo grande que sea la fuente unos 40 minutos. Yo al repartirla en dos , una ha precisado 35 minutos y la otra 30, para que os hagáis una idea, pero para estar seguros, nuestro truco del palillo, ese siempre funciona y voilà..., bon appétit.



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viernes, 25 de febrero de 2011

Saquitos de morcilla y manzana.

  Reencontrar a Anita y a Silvi después de tanto tiempo y lanzarnos con esta aventura del blog ha sido un aliciente en mi vida, siempre me ha gustado la cocina y  elaborar cositas de repostería me hace sentirme bien, me gusta compartirlas ( como podéis comprender por mucho que nos guste el dulce en casa, es imposible comerlo todo en mis rachas de alta producción ), saber que le gusta a otras personas. Las cupcakes, las galletas, las piruletas, los bizcochos,..., se han convertido en mi regalo habitual, disfruto pensando en el diseño, en quienes las van a recibir, incluso me deleito con ese olor que se genera en mi cocina cuando está funcionando el horno.


  El hecho de poder compartir todas estas sensaciones y emociones con vosotros a través del blog  está suponiendo otro obsequio, pero ahora la afortunada soy yo, recibo vuestro cariño con cada nuevo comentario, con cada nuevo seguidor. Los dos últimos años han sido de muchos altibajos por varios motivos, no penséis que me quejo, hay muchos motivos en mi vida para ser feliz, mi marido y mis hijos junto con mi madre me iluminan cada día y me dan las fuerzas para continuar cuando una flaquea. Pero debo reconocer que este blog es una vía de escape, imagino nuevas recetas y maquino ideas para decorar los platos, conozco gente nueva casi a diario, encima son personas encantadoras que me implican en proyectos, que piensan en mí, con las que intercambio ideas, compartimos recetas, historias y bromas. He recuperado amistades que están pendientes de cada nueva entrada, de votarme cuando presento mis platos a concursos, incluso se lanzan a hacer las recetitas.


  Y todo esto sólo por poner aquí unas letras y unas fotos, a todos los que se puedan sentir aludidos en estas palabras que hoy escribo les doy las gracias, por el valor añadido que  suponen en mi vida y por esos gratos momentos. No digo nombres porque me da miedo olvidar a alguien, pero seguro que me comprendéis ¿ verdad?.


  Bueno, pues como entre col y col lechuga, hoy toca salado para variar un poquito, esta receta la hice para nuestra cenita de San Valentín, y a mi marido le encantó, muy muy fácil.
  Os cuento, los ingredientes:
* Morcilla, yo la usé de cebolla, un par ( no os puedo poner cantidad porque lo hice a ojo, pero si véis las del mercadona de cebolla, pues un par de ellas de la bandela, para que os hagáis a la idea).
* Dos manzanas, ni muy grandes ni muy pequeñas, medianitas.
* Un poquito de mantequilla o margarina.
* Unos piñones.
* Obleas para empanadillas.
  La elaboración:
- Pelamos, descorazonamos y cortamos las manzanas en rodajitas muy finitas.



- Se ponen en la sartén con un poquito de mantequilla.


- Cuando las veamos pochaditas incorporamos la morcilla en trozos pequeños.


- También echamos los piñones.


- Esperamos a que todo esté bien integradito.


- Una vez listo lo distribuimos en las obleas (ponemos la mezcla en el centro).


- Cerramos las obleas a modo de saquitos, yo para adornar tenía unas ramitas de cilantro para hacerles un nudito al cerrar las bolsitas, aunque es más recomendable el cebollino, es más fácil de usar.




- Y cuando hayas terminado con los saquitos al horno (yo las metí en la actifry), nada, 5 minutitos, que estén doraditos y ya está.


miércoles, 23 de febrero de 2011

Cupcakes de naranja y almendras. (Reto magdalena de la semana.-2ª)

  Hola chicas, hoy no me pidáis demasiado de esta entrada, he salido de trabajar esta mañana a las ocho y ni he levantado las piernas y la noche no es que haya sido mala, pero como dice mi compi MariSol, hemos estado refiriendo y refiriendo (es su manera de decir que hemos estado charlando y con cotilleos, ya sabéis, y me encanta su manera de decirlo).


  Mi marido se ha pedido el día porque teníamos una actividad para padres en el cole por la tarde, así que he aprovechado porque no suelo tenerlo en casa entre semana por la mañana y sin niños, y ala nos hemos ido de compras. Después hemos ido al cole para el "Open Day" (Jornada de puertas abiertas), una vez que hemos terminado hemos recogido a los peques y ya que estábamos los cuatro juntos a esas horas y con este día tan bueno nos los hemos llevado a tomar algo por ahí, y  después pa la casa.

  Así que no os cuento cómo estoy, creo que podéis imaginarlo. Por eso os digo que no esperéis gran cosa.


  Ayer el blog Cakes Palma publicó la segunda receta de magdalenas de su libro y habiéndole dicho a Anita, una residente que es un cielo, que intentaría llevar algo ya que coincidíamos pues no me pude resistir. No me quedó más remedio que ponerme manos a la obra cuando vi la nueva publicación; yo como siempre, buscando excusas...jejeje


  Lo malo es que entre pitos y flautas, con los niños, que no tenía naranjas y se las encargué a mi marido cuando saliera del trabajo porque el mayor ha estado malito y no había salido más que para recoger al peque, me puse a las siete y media más o menos, sí, un pelín ajustado de hora contando con que salgo a las nueve para poder encontrar aparcamiento.


  El caso es que me puse y la verdad que teniendo en cuenta la premura quedaron bastante bien y muy muy buenas.

  Pues como siempre, os enumero los ingredientes:

* 2 naranjas.
* 100 cc. de leche.
* 225 grs. de harina blanca.
* Una cucharada de levadura en polvo (15 grs.).
* 115 grs de azúcar extrafino (yo he puesto 200 grs.).
* 55 grs. de almendras picadas.
* 2 huevos medianos.
* 6 cucharadas de aceite de girasol (120 cc.) u 85 grs. de mantequilla fundida y enfriada (esta vez usé el aceite).
* 40 grs. de azúcar de caña.

  La elaboración es muy similar a las anteriores:

- Rallar bien la cáscara de las dos naranjas y exprimir el zumo.
- Añadir la leche al zumo hasta llegar a 250 cc. y añadir la ralladura.
- Tamizar la harina con la levadura y la sal en un cuenco grande. Después añadir el azúcar y las almendras molidas.
- Batir ligeramente los huevos en otro bol e incorporar la mezcla de zumoy leche, el aciete o la mantequilla y el extracto de almendra.


- Hacer un agujero en el centro de los ingredientes secos y verter los ingredientes líquidos batidos. Mezclar un poco para que queden bien ligados, pero sin trabajarlos demasiado.



- Repartir la mezcla en los moldes. Espolvorear las magdalenas con el azúcar de caña y hornear durante unos 20 minutos o hasta que la masa esté firme y dorada (yo a 180ºC y precalentado).















- Al sacarlas del horno, dejar reposar durante 5 minutos y, después servir caliente o dejar wue terminen de enfriarse en una rejilla.


  No os pongo demasiadas fotos porque creo que verdaderamente no era necesario.

  Ahora llegaba el momento de la decoración, tenía que ser rápida, que los bichitos estaban en la bañera, había que terminar de preparar la cena, sacarlos, cenar, hacer las fotos de rigor y salir pitandoooooo.

  Como otras veces me ayudó la Señora Betty Crocker con su deliciosa buttercream. Como podéis ir viendo en las fotos con una sóla boquilla podemos también jugar con distintas combinaciones y así conseguir que su aspecto sea más vistoso y además nos resultará más divertido coronar nuestros cupcakes.













  Pero sólo con eso iban a estar muy sosas, ´me acordé de mi spray lustre perlado y de unos barquillos de chocolate pequeñitos que había comprado hacía unos días y me dije, vamos a probar. Y aquí tenéis los resultados.


  Hice las fotos y me las llevé para amenizar un poco la noche, a mis compis les gustaron tanto que algunos se llevaron esta mañana una copia de la "fórmula".


  Os recuerdo a todas las que habéis participado en el concurso Mami...Papi...¡Yo También! que el próximo 26 de este mes se realizará el sorteo de los premios, además debo anunciaros que hay blog oficial del concurso, podréis ver fotos de todos los concursantes y de los obsequios y patrocinadores del concurso.

  A quienes no conozcan todavía nuestra iniciativa animaros a formar parte de este proyecto de Dina, que  nos ha contagiado a todas sus energías, su alegría, su ilusión,..., venga, echad un vistazo al menos.



lunes, 21 de febrero de 2011

Cupcakes para cenar.

  ¿Qué? ¿Creíais que con lo que me gustan no se me iba a ocurrir uno salado? Pues aquí está, lo voy a presentar al concurso de Alma de  Muffins y Cupcakes salados ( Objetivo: cupcake perfecto). Lo cierto es que no tenía yo la intención, pero esta mañana cotilleando por la red me encontré una receta del blog " For the love of cooking " y me pareció tan  buena idea que la he adaptado un pelín y creo que el resultado ha sido genial, sin contar con que mis hijos se han comido las cebollas, los ajos, los pimientos y los champiñones sin tener que triturarlos y sin darse cuenta.


  En casa cada vez que he probado con recetas de masas de este tipo pero saladas, no han triunfado demasiado, se han comido, porque aquí no se tira nada, pero ésta es distinta, ahora veréis por qué.


  Siempre me ha gustado la cocina, hasta recuerdo lo primero que cociné, fueron lentejas y debo reconocer que fueron desastrosas, aún estaba estudiando la EGB y mi madre vino a Málaga no me acuerdo para qué, entonces vivíamos en Cartagena y mi madre me dejó algunas recetas para que le hiciera de comer a mi padre. Bueno, yo hice las dichosas lentejas el día anterior porque claro está, tenía que ir al cole por la mañana y  cuando salí al medio-día a casa para el almuerzo me lo salté porque tenía un examen por la tarde y andaba bastante intranquila. Mi padre, el pobre se las comió sin rechistar. No recuerdo en qué momento del día las probé, pero estaban duras como piedras,y se las había comido y todo, imagino que no quiso decirme nada para no ponerme más nerviosa.


  Lo que aún no comprendo es por qué mi madre me dejó la receta para las lentejas, si mi padre las odiaba, para él siempre tenían algún defecto, o estaban secas o estaban caldosas, nunca estaban a su gusto y claro, el problema era que verdaderamente no las quería ni benditas.
  Afortunadamente eso ha cambiado bastante y ya cuento con algunos adversos a las lentejas que las mías no las dejan, sino que se las comen enteras. Mis propios hijos son bastante críticos con las del comedor del colegio y me las piden los fines de semana.



  Fijáos si me debe gustar esto de cocinar que ni siquiera ese primer fracaso me desanimó, muy al contrario, soy muy cabezona y me emperré en que esto de la cocina tenía que salir, así que poco tiempo después recuerdo lo orgullosa que me sentí cuando hice un arroz con leche sorpresa a mi madre que cuando lo comió sólo pudo decir que era igualito al que hacía su madre, creo que no podría haber recibido un halago mejor que aquel. Las abuelas son las mejores cocineras y que me compararan con ella después de todo lo que había escuchado sobre sus platos me conmovió hasta el punto de creerme capaz de hacer cualquier cosa.
  Y bueno, hoy por hoy, no es que sea una experta pero me atrevo con muchas cosas y me apetece hacer experimentos, degustar nuevos sabores y texturas, y con lo que más disfruto es regalando todo eso a los que me quieren o a los que quieren a los míos.


  Empecemos con los ingredientes:

* Leche.
* Un trozo de pan del día anterior.
* Un huevo.
* Una cebolla medianita.
* Un trocito de pimiento rojo.
* Un trocito de pimiento verde.
* Media latita de champiñones ( de las pequeñas ).
* Carne picada  mixta ( un cuarto).
* Ajitos.
* Perejil.
* Aceite de oliva.
* Sal y pimienta.
* Puré de patatas.

  Elaboración:

- Mojamos nuestro trocito de pan en leche para que se vaya ablandando.


- Picamos en trocitos pequeñitos la cebolla, los dos tipos de pimientos, los champiñones y los ajitos. 

- Echamos todo en la sartén menos los ajitos, y con una cucharada de aceite de oliva  lo sofreímos.


- Cuando ya esté todo bien pochadito echamos los ajitos ( así evitaremos que se quemen o se hagan demasiado), esperamos a que se dore ese ajito y reservamos.


- Ahora vamos con la carne picada, la ponemos en un bol y le añadimos el pan remojado en leche mezclando muy bien.



- A esta mezcla le sumamos el sofrito reservado y volvemos a integrar bien.



- Y para terminar, agregamos el perejil y el huevo, seguimos removiendo hasta que quede bien homogéneo.


- Engrasamos los moldes de cupcakes (yo con mi spray desmoldante, pero igual vale aceite o mantequilla).


- Vertemos la carne picada, apretando bien, para que quede suficientemente compacto después.


- Y metemos en el horno previamente precalentado a 200ºC. durante 30 minutos.


  Mientras se van haciendo preparamos el puré de patatas, yo he hecho uno de sobre porque la hora de la cena se acercaba y no se puede hacer esperar a las fieras demasiado. La consistencia del puré debe ser media, es decir, que no quede ni demasiado espeso ni demasiado claro, para poder manejar bien después con la manga pastelera.

  Una vez sacadas del horno las cupcakes, las desmoldamos.

 
  Rellenamos nuestra manga pastelera con el puré.


  Y comenzamos a decorar con nuestro frosting-puré.

 



  En algunas se ma ha ocurrido darle un toque de tomate frito antes de aplicar la decoración.


  Le daremos un toque decorativo con cebollino, o perejil o cilantro.

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