The Three Kings are coming

  Pues sí, os he tenido abandonadísimas, pero no penséis que he dejado de trabajar. Muy al contrario, he tenido entre manos demasiadas tareas, diría yo, tantas que me tenían de capa caída, vamos de bajón. Y no tenía ni ánimos ni tiempo para preparar entradas para iros enseñando mis últimos inventos.

  Ésta que veis hoy es una tarta que preparé para ese compi mío de trabajo que tiene una tienda, y para el que cada año ingenio algo nuevo para su escaparate. Ya le había preparado cupcakes, galletas y ..., y este año pensé en algo un poco más llamativo.

  Y se me ocurrió una tarta de cuatro pisos, eso sí, muy navideña. Pero me apetecía elegir un tema original, sinceramente chicas, estoy harta de ver tartas y tartas con un Papá Noel en lo alto, un Árbol de Navidad y a lo sumo algún reno.

  También hemos pasado a un tiempo en el que queríamos hacer honor a nuestros clásicos, entonces optamos por hacer muchos Nacimientos. Así que la verdad es que me cuesta encontrar una tarta o unos cupcakes que realmente me hagan decir: OOOhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!

  Por eso este año, harta de hacer Papás Noeles y Nacimientos sin más, decidí que era hora de comenzar a calentarse la cabeza y romper con algo a lo que no estemos tan acostumbrados. Y es que con nuestras manos y con nuestra cabeza podemos diseñar cualquier cosa que se nos antoje.

  Me vino a la mente que podría mostrar cómo los Reyes magos van vigilando a los niños para ver qué tal se portan, y en función de eso, pues dejan regalos o carbón. Y como andamos con esa dicotomía de si Navidades a la española o a la americana, pues ala, un poco de todo.

  Y yo no sé vosotras, pero yo, en este mundo tan  globalizado en el que vivimos, me cuesta decidirme. Así que me decanto por lo que más me gusta en general, sin hacer ascos a nada. Tanto  me gusta el Árbol como el Belén. Me encantan los Reyes, pero también me gusta que traiga un detallito Santa Claus.

  Y lo mismo me gusta un dulce tradicional de los nuestros, que un Panetonne, o unos cupcakes.  ¿Qué hay de malo en ello? Cada cosa tiene lo suyo, y si tenemos la oportunidad de elegir, por qué tenemos que auto-limitarnos.

  Me molesta que haya censura en estos apectos, y que se critiquen ciertas cosas. Cada cual que haga lo que le venga en gana, mientras lo disfrute... ¿qué más da?.

  Ea, pues ahí os dejo la tarta y mi reflexión. Espero que os gusten ambas, y sobre todo deseo que lo disfrutéis.