En esta ocasión ha sido especialmente complicado, ya sabéis que ando muy liadilla y sacar el tiempo y las ganas ha sido dificilísimo, pero por fin salió y ya está colocadita en su escaparate acompañando a esos vestidos preciosos.
Me encanta esta decoración navideña de camiones, coches y caravanas con su árbol, de hecho tengo varias colgadas en el árbol, así que llevaba rumiando esta idea varias semanas aunque me daba muchísimo reparo porque no sabía si conseguiría cortar el corcho con la forma adecuada y si forrar una forma normal de corcho es difícil, pues no no digo nada cuando se trata de algo así.
Y bueno, muy poquito a poquito ha ido saliendo adelante. Mi hijo pequeño hasta que no la vio terminada decía que parecía un elefante, así que imaginad mi preocupación durante el proceso y mi alivio cuando ya casi al final decía que sí, que ya veía el camión perfectamente.
Siempre me pasa lo mismo, ando con una inseguridad tremenda y con unos nervios que no se pasan hasta que por fin está terminada y entregada. Porque lo de el transporte es otro "sinvivir". Pero por fortuna al final todo sale bien siempre, esperemos que siga siendo así.
El caso es que ya que ahora apenas hago este tipo de tartas también disfruto un montón imaginando y planificando, y siento una pequeña satisfacción cuando voy superando cada pequeño reto hasta que al final está terminada, y en ese momento no paro de mirarla y remirarla por si algo se ha movido o pensando en cómo vamos a llevarla, porque además este año era muy muy grande.
En fin, a ver qué se me ocurre la próxima Navidad y a ver si soy capaz de llevarlo a cabo. De momento os dejo con la de este año y voy a intentar sacar un rato hoy para traeros una entrada rica con recetita. Muchos besotes y hasta la próxima entrada.
Mola mogollón!!!
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