Este finde me acerco por aquí para dejaros una receta con té Matcha, un bizcocho con un sabor muy suave y con una masa tierna y esponjosísima. Me llevé la mitad la otra mañana al trabajo y a pesar de ni siquiera tomar el café de primera hora porque empezamos de cabeza con mucho curro y con enfermos muy malitos, sobre las once no quedaba ni miguita.
Últimamente andamos cargadísimos de trabajo y el despacho no está muy por la labor de cubrir los huecos, así que ahí vamos como podemos. Es difícil comprender cómo pretenden que alcancemos las cotas de excelencia en el cuidado de nuestros enfermos que nos piden cuando a veces apenas llegamos a lo básico y con la lengua fuera, porque todos intentamos hacerlo lo mejor que podemos para conseguir llegar a todo.
Las enfermeras somos siempre quienes damos la cara por todo y somos el comodín a quien todo el mundo pregunta, da igual si se trata de cómo funciona la tele, si falta papel en el baño o qué médico y cuándo va a ver a su familiar. No importa si nos ven corriendo por el pasillo con las manos llenas para entrar en una habitación, siempre encontraremos al pobre abuelillo despistado que nos pregunta dónde está encamado su vecino del pueblo. Nos piden que lo registremos todo para que conste todo el trabajo que hacemos, pero dónde apuntas ese tipo de cosas aunque formen parte de nuestro día a día.
Ingredientes:
* 6 yemas de huevo.
* 70 gr. de aceite vegetal.
* 100 gr. de leche.
* 120 gr. de harina.
* 1/2 cucharadita de sal.
* 1 cucharadita de levadura.
* 1+1/2 cucharaditas de té verde en polvo Matcha.
* 1 cucharadita de extracto de vainilla.
* 6 claras de huevo.
* 1/2 cucharadita de cremor tártaro.
* 100 gr. de azúcar.
* 1 taza de uvas pasas sin semillas.
Preparación:
- Pre-calentamos el horno a 160ºC.
- En un bol mezclamos juntos la harina, la levadura, el té y la sal. Todo tamizado. Reservamos.
- En el bol de la batidora batimos las yemas a velocidad media-alta hasta que adquieran un color pálido y estén suaves.
- Añadimos el aceite y continuamos batiendo hasta que esté todo bien integrado.
- Agregamos la leche y el extracto de vainilla sin dejar de batir.
- Es el momento de verter los ingredientes secos, la mezcla de harina y continuamos batiendo. Una vez obtengamos una mezcla homogénea reservamos.
- Batimos las claras a velocidad alta hasta que se pongan espumosas.
- Añadimos el cremor tártaro y continuamos batiendo hasta alcanzar picos suaves.
- Vamos agregando el azúcar poco a poco y seguimos batiendo hasta alcanzar picos firmes y que las claras adquieran un tono brillante.
- Vertemos 1/3 de las claras sobre la mezcla anterior y la integramos con la espátula con movimientos suaves y envolventes.
- Repetimos la operación en dos ocasiones más con los dos tercios restantes de merengue agregando las pasas en la última tanda, sin mezclar en exceso, sólo lo justo para que quede todo bien integrado.
- Volcamos la masa en el molde sin engrasar y horneamos durante unos 5o minutos o hasta que al insertar un palillo, éste salga limpio.
Yo lo he rematado con un glaseado de chocolate, unos pistachos picados y frambuesas secas.
Pues ahí tenéis la receta. Menos mal que aunque el día resulte de lo más estresante siempre me queda la opción cuando llego a casa de concentrar mis energías en buscar una receta y prepararla con tranquilidad y esmero, en esos momentos lo dejo todo a un lado y me dedico en cuerpo y alma a hacer estas cositas que os enseño. Venga, muchos besotes y hasta la próxima entrada.
Que bizcocho mas rico y sencillo.Me encanta como te quedó.
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