Hoy vengo con estos donuts horneados que son una verdadera maravilla, mucho más ligeros que los fritos y con una consistencia y sabor estupendos. Debo confesar que siento debilidad por los fritos, pero siempre ando rebuscando por ahí alguna opción de horneado que no se trate en el fondo de una textura abizcochada.
Y esta receta es ideal. Quizás si los comes sin glaseado estén un poco sosos, pero con su glaseado les encuentras la textura y sabor del donut de siempre. Si no os gusta la opción del glaseado podéis rebozarlos simplemente en azúcar cuando aún estén calientes.
Ya sabéis que siempre os digo que podéis transformar las recetas a vuestro antojo, salen tantas combinaciones deliciosas como imaginación tengáis.
Yo disfruto mucho tuneando las recetas según me venga a la cabeza y ponerles mi toquecito, tanto en el sabor como en la estética. Un pastel bonito siempre entra más por los ojos del que se lo come y os digo más, le sabe aún más rico, es así, porque en el fondo comemos con todos los sentidos, no lo podemos remediar.
Ingredientes:
Para la masa:
* 1+1/3 tazas de leche templada (a unos 40ºC).
* 2+1/4 cucharaditas de levadura seca activa.
* 1/2 taza de azúcar moreno.
* 2 huevos grandes a Tª ambiente.
* 5 tazas de harina para todo uso.
* 2 pizcas de nuez moscada.
* 1 cucharadita de sal.
Para el glaseado:
* 3 tazas de azúcar glas (tamizada).
* Dos cucharadas de sirope de arce.
Preparación:
De la masa:
- Colocamos la leche en un bol y batimos con la levadura y el azúcar hasta que el azúcar se disuelva. Dejamos reposar durante 5 minutos.
- En otro bol mezclamos los huevos con la mantequilla.
- Juntamos las dos mezclas en el vaso de la batidora y batimos bien, hasta que quede todo bien integrado.
- En un bol mezclamos las harina, la nuez moscada y la sal.
- Comenzamos ahora a verter la mezcla de harina poco a poco sobre los ingredientes húmedos sin dejar de amasar con nuestro gancho para masas en el vaso de la batidora, a una velocidad media-baja hasta que obtengamos la consistencia adecuada, debemos observar que no se quede pegada al vaso durante su amasado, para mí es el punto idóneo.
- Transferimos la masa a un bol grande engrasado, dándole la vuelta para que se engrase toda la superficie de la masa.
- Dejamos levar durante una hora o hasta que doble su tamaño.
- Pasado este tiempo golpeamos la masa con suavidad para quitar el aire, volcamos sobre una superficie enharinada amasamos un poco y la extendemos con el rodillo, que nos quede con un grosor de un centímetro más o menos.
- Cortamos los donuts y transferimos a una bandeja de horno cubierta con papel encerado.
- Los dejamos reposar de nuevo para que doblen su volumen, aproximadamente unos 45 minutos y horneamos en el horno pre-calentado a 170ºC durante unos 8-10 minutos, que veamos que comienzan a dorarse por la parte superior, no más.
- Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Del glaseado:
- Basta con batir nuestros ingredientes juntos hasta que nos quede una glaseado homogéneo, si se nos antoja un glaseado más líquido podemos agregar alguna cucharada de leche, si por el contrario nos apetece más espeso, sólo tenemos que añadir más azúcar. Se trata de alcanzar el punto que deseemos.
- Sumergimos nuestros donuts ya fríos en el glaseado y los colocamos sobre una rejilla para que derramen el sobrante.
- A mí me dio por ponerle varios tipos de sprinkles, pero como siempre, eso a vuestro gusto.
Pues espero que la visión de estos donuts os entre por los ojos y os pongáis manos a la obra. Para mí ha sido un verdadero placer prepararlos, a ver si os pasa lo mismo. Muchos besotes.
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