Y es que encontrarnos con este verano diferente y que a algunos se nos hayan truncado un poquito o un muchito nuestros planes no quiere decir que tengamos que estar tristes y cabizbajos. Yo, a pesar de que incluso la salud no me acompaña porque tengo una celulitis que me tiene el ojo izquierdo hinchado y que hace que parezca Quasimodo estoy intentando tomármelo con filosofía.
Estoy de vacaciones, así que aunque no pueda hacer uno de esos viajes que tanto me gustan y que en cualquier momento puede aparecer un rebrote que haga que volvamos al comienzo y que obligue a que los sanitarios tengamos que volver al frente de batalla, voy a intentar disfrutar lo que pueda de estos días de desconexión, aunque sea tomando antibióticos y antiinflamatorios cada 6 horas.
Quiero retomar la lectura, y es que pesar del confinamiento no fui capaz de concentrarme y leerme algún libro, quiero pasar tiempo con mi familia, aunque no nos hayamos separado con esto del confinamiento, quiero disfrutar del aire libre, quiero pensar en otras cosas que no sean las de todos los días y quiero seguir haciendo mis pasteles y haciendo disfrutar a los míos, ahora sin estar pendiente del día o de la hora porque me tengo que ir a trabajar.
Así que centraré estos días de descanso en esas cosas y soñaré también con nuestro próximo viaje, que algún día tendrá que ser digo yo. De momento os dejo con la receta y ya pensaré con cuál os acompaño la semana que viene.
Ingredientes:
Para el bizcocho:
* 1+1/2 tazas de claras de huevo ( vienen a ser unas 10), a Tª ambiente.
* 1 taza de harina.
* 2 tazas de azúcar, dividida.
* 1/2 taza de cacao en polvo sin azúcar.
* 1 cucharadita de cremor tártaro.
* 1 cucharadita de vainilla en pasta.
* 1/4 cucharadita de sal.
Para el glaseado:
* 1/2 taza de chocolate al 50% de cacao.
* 3 cucharadas de natal.
* 1/2 taza de chocolate blanco.
* 3 cucharadas de nata.
Preparación:
Del bizcocho:
- Precalentamos el horno a 180ºC.
- En un bol tamizamos la harina junto con el caco y después añadimos 1 taza de azúcar y mezclamos bien. Reservamos.
- En el vaso de la batidora echamos nuestras claras y añadimos el cremor tártaro, la vainilla y la sal y batimos con las varillas a velocidad media hasta que forme picos suaves.
- Sin dejar de batir vamos agregando el azúcar poco a poco, de 2 cucharadas en 2 cucharadas, hasta que consigamos un merengue brillante y que forme picos rígidos.
- Ahora con una legua pastelera incorporamos la mezcla de harina, de media taza en media taza y la vamos integrando con las claras con movimientos envolventes y suaves. hasta acabar con la mezcla de harina.
- Transferimos la masa a nuestro molde para Angel Food Cake y lo colocamos en la rejilla más baja del horno durante uno 50 minutos.
- Una vez horneado invertimos el molde y lo dejamos reposar durante una hora boca abajo.
- Pasada la hora pasamos un cuchillo por los lados del molde y desmoldamos.
Del glaseado:
- Derretimos el chocolate con las 3 cucharadas de nata, bien en microondas, bien al Baño María y movemos hasta que quede todo bien integrado.
- Derretimos el chocolate blanco con las 3 cucharadas de nata, bien en microondas, bien al Baño María y movemos hasta que quede todo bien integrado.
- Rociamos sobre el pastel ambos glaseados y...ya está.
Pues receta contada, yo sigo con mis cosas y espero que preparéis y disfrutéis esta receta como lo hemos hecho nosotros. Muchos besotes y hasta la próxima receta.
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