Aunque debo confesar que me siento la mar de contenta, y vais a saber por qué, y es que estas galletas se han hecho con motivo del cumple de mi niño, ya van once añazos, los hace el sábado que viene, así que mañana las llevará para sus amigos.
El mismo sábado no habrá fiesta, bueno, si la habrá, pero no con sus amigos, y es que celebramos también La Primera Comunión del peque, así que para la ocasión estoy terminando una tartita para los dos.
Rafa está deseando leer ésto, y es que sabe que siempre hablo de ellos cuando las entradas van dedicadas a fechas especiales. Así que me encuentro un poco en compromiso, pero en fin, vamos allá.
Al fin y al cabo es muy muy buen niño, su comportamiento en el colegio es estupendo y nos encanta tanto a mi marido como a mí que nos cuente todas sus cosas, incluso cuando me duele la cabeza y parece que hubiera comido lengua como primero, segundo plato y postre,...,jejeje
Este curso está costando un poco que aprenda a organizarse sólo con sus deberes y estudios, pero estoy segura que con un poco de constancia y de ayuda por nuestra parte lo conseguirá.
Y bueno Rafa, que junto con tu hermano eres lo que más quiero en el mundo, que como siempre te digo, eres muy lindo, que sé que a veces soy un poco dura, lo que no imaginas es lo que me cuesta serlo, y que con esa carita, si no fuera porque te quiero tanto, te lo consentiría todo. Espero no decepcionarte nunca, ser justa, y saber darte lo que necesitas en cada momento.
Y cielo, no te digo nada más porque me emociono y se me saltan las lágrimas. Feliz cumple cariño!!! Disfrútalo y anímate, que queda muy poquito para que acabe el curso, ya verás que verano tan estupendo vamos a pasar.
Y chic@s, sé que es una entrada un poco atípica para un blog dedicado a la repostería, pero es lo que me pedía el corazón. En unos días os enseñaré la tarta y las galletas de la Comunión, no es porque lo haya preparado yo, pero creo que ha quedado todo genial, ya me diréis. Muchos besotes.
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