Matrioskas Cupcakes

  Bueno chicas, hoy os voy a enseñar estos cupcakes que presenté a un concurso que rondaba por la red, y no, no se han llevado ningún premio. Vamos, lo que siempre ocurre con estas cosas, o por lo menos a mí me lo parece, se llevan premios algunos que a mi entender no son muy merecidos, pero en fin, ya sabe una poco a poco dónde no debe seguir presentando cosas.

 No es que yo quiera desmerecer el trabajo de nadie, pero es que los primeros que lo hacen son esta gente que monta estos tinglados y después no escogen lo mejor. Había maravillas que han pasado sin pena ni gloria, algunos cupcakes con unos modelados de verdaderos artistas.

 Yo personalmente me presento porque me divierte proponerme a mí misma nuevos retos, y es una excusa como otra cualquiera para poner la imaginación en marcha y poder hacer cosas que normalmente no haría. Así que si alguna va a ponerme en los comentarios que tengo mal perder que se lo calle porque no es cierto, yo me quito el sombrero ante cualquiera que haga algo bonito, y si el premio es merecido..., chapó por esa persona.

  A ver, no todos los ganadores han hecho birrias, hay un par de ellos que sí que creo que eran dignos de estar en ese ranking final, pero de verdad de verdad de verdad que algún otro me ha dado hasta grima, sí, sí, que daba mal rollo, como una muñeca de porcelana o un payaso en una peli de miedo.

    En fin, que esto que véis es lo que se me ocurrió a mí, pretendía seguir las bases del concurso y presentar algo original y creativo, y en ese sentido creo que lo he conseguido. A la vez quería darle un toque amable y simpático a las matrioskas y que no fueran demasiado recargadas.

  Siento si alguna de las que están en esa clasificación final lee esto y se ofende, pero a pesar de que voy aprendiendo a morderme la lengua de vez en cuando, creo que en ocasiones hay que decir las verdades a voces. Es que si no, a mí se me queda un pellizco en el estómago que no se quita con nada, nada más que soltándolo.

 Así que espero que el jurado que escogía los cupcakes ganadores no se haya quedado lelo y babeando después de tanto darle a la mirla pensando. Y espero que los que habíais preparado esas cosas tan bonitas no perdáis los ánimos, seguid trabajando así de bien, que seguro que recibiréis otro tipo de premios más adelante mucho mejores. Al final el trabajo bien hecho es el trabajo bien hecho, y es la mejor medicina para acostarse por las noches bien satisfechos.

  En cuanto a mí, no creáis que ando fastidiada ni nada por el estilo, sólo que estas cosas me dan mucho coraje. En las próximas entradas os iré contando mis próximos planes, que me tienen la mar de contenta y emocionada. Besotes y feliz finde.