La que os enseño hoy era una tarta para la hija de un compañero de trabajo, Antonio, bueno, si se trata de un compañero siempre será Antonio, sólo hay tres hombres trabajando en la unidad ahora, y fijaos que los tres se llaman igual, así que como os digo, en cualquier caso se tratará de un Antonio si hablamos de compañeros.
Su hija ya no es ninguna niña, pero como a tantas de nosostras, le sigue gustando este personaje a pesar del paso de los años. Y es que yo creo que por muy mayores que nos hagamos siempre tendremos un rincón un poco infantil en nuestros corazones, sí, ese que después, cuando tenemos hijos nos empuja a jugar con ellos como si nosotros también fuéramos críos.
Cuando este verano pasado fuimos a EuroDisney mi marido se quedó mirándome mientras veíamos la cabalgata y los fuegos nocturnos, y según él, andaba yo más ilusionada que los peques, y probablemente sea cierto, porque debo confesar que lo pasé bomba.
Y así con esta reminiscencia infantil me dispuse a hacer esta tarta. La verdad es que lo de modelar a Minnie me imponía un montón, he visto muchísimas tartas por la red y temía no ser capaz de hacer una figura que se pareciera. Algunas que he visto por ahí están geniales, y temía no estar a la altura porque verdaderamente es muy complicado, y ahora que me ha tocado a mí, doy fe de ello.
Además de intimidarme hay que decir que también me provocaba, vamos que suponía un reto. Y sin metas es que la vida no tiene sentido. Es un gusanillo que te impulsa y te da valor para afrontar el nuevo desafío. Puede que te salga bien o no, pero en cualquier caso, de todo se aprende.
Necesité de unas cuantas horas para obtener este resultado, no es que sea perfecto, pero creo que quedó bastante bien y que se distinguía a Minnie, además quería resaltar algunos detalles, como los pololos, sin ellos Minnie no es la misma, tenía que ser roja, y los topos blancos no podían faltar por supuesto.
Esta vez se trataba de un encargo, así que me limité a lo que me pedía Antonio (aunque la verdad es que me dejó mucha libertad, lo único que me pidió es que fuera de este personaje y que fuera chiquita), pero ya sabéis que me gusta darle un poco de sentido a la tarta, y creí que si la muñequita estaba celebrando su propio cumple con una tartita a su estilo le daría mucho encanto.
Me pareció que con dos pisos podía jugar un poco más haciendo combinaciones, y que podía seguir siendo chiquita, pero es que me dislocan las tartas altas, aunque tengan un diámetro pequeño. Como veis en este aspecto hice lo que quise, y lo mejor fue cuando Antonio y su otra hija la recogieron, se fueron encantados, mi mejor recompensa. Besotes y feliz semana.
Que preciosidad de tarta, y no te lo digo porque sí. Me encanta el modelado de Minnie Mouse, es perfecto, y ver la tarta es ... de Minnie Mouse, rojo, blanca y negra. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias Elena, no sabes lo que me gusta que te guste.
EliminarPues seguro que has llenado de alegria ese rincon infantil, por que te ha quedado una tarta espectacular de preciosa, y alegre, me ha encantado. Besicos
ResponderEliminarGracias María, me alegro de qu ete guste. Un beso.
EliminarQue cosa más bonita!
ResponderEliminarQue artista, madre mía!!!
Un saludo
Muchas gracias Cuinant, siempre me animan vuestras palabras. Besotes.
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