Pues aquí vuelvo, con una receta que he repetido ya unas cuantas veces, pero para la que nunca sacaba un hueco para fotografiar y poder enseñaros el resultado. Es un bizcocho realmente delicioso, da igual las veces que lo repita, todo el mundo lo agradece. Yo creo que mi subconsciente no me dejaba hacerle fotos para que no parara de repetirlo...jajaja
Y a pesar de que yo ya no pueda comer estas cosas, no quiere decir que no las siga preparando para los demás. De cualquier manera yo tampoco solía comer mucho de mis propios dulces, así que eso no me cuesta demasiado, bueno, quizás con el bizcocho que os traigo hoy un poquito, pero cuando no se puede, pues no se puede.
Y es que a raíz de todo esto no puedo comer ni grasas, ni sal, ni azúcar porque resulta que también soy diabética, esa siempre ha sido una herencia esperada. Curioso tener un blog de repostería una diabética como yo, pero bueno, cosas más raras se habrán visto...digo yo.
Ingredientes:
* 250 gr. de mantequilla, a Tª ambiente.
* 200 gr. de azúcar (yo suelo utilizar azúcar fina de repostería o caster sugar, pero no hay problema con el azúcar normal).
* 3 huevos, a Tª ambiente.
* 1 cucharada de extracto de vainilla.
* 300 gr. de galletas María.
* 225 gr. de leche condensada.
* 1 cucharadita de polvo de hornear.
* 1 pizca de sal.
* 120 ml. de leche o suero de leche (yo ya le he puesto de todo, suero de leche, nata agria, yogurt, leche,... y con todo ha salido bien, éste en concreto lleva suero de leche).
Preparación:
- Precalentamos el horno a 180ºC y engrasamos el molde que vayamos a utilizar.
- En un procesador de alimentos trituramos las galletas hasta convertirlas en polvo. Lo reservamos junto a la sal y la levadura.
- En un bol pequeño mezclamos la leche condensada con el suero de leche (o la leche, o lo que uséis)
- En el vaso de la batidora mezclamos la mantequilla y el azúcar a velocidad media-alta hasta que ahay blanqueado y aumentado su volumen.
- Añadimos los huevos, uno a uno, batiendo bien entre ellos para que se vayan integrando bien a la masa.
- Agregamos la vainilla y batimos de nuevo.
- Bajamos la velocidad y vamos añadiendo poco a poco los ingredientes secos, alternando con los líquidos, empezado y terminando con los secos, hasta obtener una mezcla homogénea.
- Vertemos la masa en el molde y horneamos durante 60 minutos, o hasta que al insertar un palillo, este salga limpio. Yo, a la media hora le coloco un trozo de papel de aluminio en la parte superior del molde para que no se dore demasiado.
Pues hasta aquí he llegado hoy, una receta nueva que os recomiendo que hagáis sí o sí y que la probéis, que está la mar de rica. Yo, a pesar de no poder comerlos, seguiré preparando cositas para los que me rodean, que ellos no tienen la culpa, así que muchos besotes y hasta la próxima entrada.
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