Hice dos fuentes y la más grandota terminó en el hospi, y duró lo que un caramelo a la puerta de un colegio, les encantó a todos. Y no podéis imaginar lo que disfruto yo con esto. Últimamente no me sentía con tantas ganas de hornear, y si hacía algo ni hacía fotos para el blog, pero en estas semanas me ha dado el subidón y tengo a mis compis pendientes de mí, a ver lo que se me ocurre llevar cada día.
Ahora, con esto del Covid somos muchos, ya que debido a las dificultades de trabajar con los Epis pues han aumentado y reestructurado la plantilla, así que dependiendo del turno, venimos a ser de entre 6 a 8 compis, más la súper y el celador que va y viene por las mañanas, y en los últimos días hasta los médicos se vienen al Office a desayunar. Así que somos muchos para comer.
Además tenemos que agradecer cómo se han volcado con nosotros muchas empresas y nos han traído de todo durante estas semanas, desde cosas básicas como pan, café, mantequilla, etc.,,, hasta helados. Nunca habíamos sentido algo así, y en estos días se mezclan sentimientos extraños. Por un lado nos sentimos emocionadísimos con tantas muestras de cariño, aunque también nos gustaría decirle al mundo entero que nuestra entrega es la de siempre, que es verdad que quizás las circunstancias son algo más difíciles, y no me malinterpretéis, insisto en que estamos alucinando con tanto reconocimiento por parte de la población, pero por otro lado nos queda esa sensación de que pareciera que existimos solo en estos momentos. Somos los mismos de siempre, trabajando en las condiciones de siempre, o sea, las mismas malas condiciones y con el mismo mísero sueldo que todos esperamos que recorte el gobierno cuando pase la crisis sanitaria y tengamos que afrontar la económica y sin un reconocimiento real y palpable por parte de ese mismo gobierno (da igual quien esté en el poder, ya lo hemos vivido con todos).
Quizás sea que ha tenido que pasar algo así para que todos se den cuenta del trabajo que hacemos, pero no sé yo si cuando termine todo esto seguiremos recibiendo el mismo apoyo y no tantas agresiones tanto físicas como verbales, que es lo que hemos sufrido más en estos últimos años. Ojalá eso cambie.
Ingredientes:
Para la masa:
* 2+1/4 cucharaditas de levadura seca activa.
* 1 taza de leche templada.
* 2/3 taza de azúcar.
* 1/2 taza de mantequilla sin sal, derretida.
* 2 huevos ligeramente batidos.
* 1 yema ligeramente batida.
* 4 tazas de harina para todo uso.
Para el relleno:
* Nutella, tanta cantidad como para que quede bien repartida por toda la masa, pero sin pasarnos para poder manejar bien la masa envuelta.
Para el glaseado:
* 1/3 taza de agua.
* 6 cucharadas de azúcar.
* 2 cucharaditas de extracto de vainilla.
Preparación:
- En un bol agregamos la levadura, le leche tibia y 1 cucharada de azúcar. Mezclamos suavemente y dejamos reposar durante unos minutos, hasta que esté espumoso en la parte superior.
- Ahora, en el vaso de la batidora y con el accesorio de gancho añadimos la mezcla de la levadura junto con el azúcar restante, la mantequilla derretida y los huevos y la yema, empezando a velocidad baja y subiendo a media-alta hasta que todo quede bien integrado.
- Echamos ahora la harina poco a poco, sin dejar de batir y continuamos haciéndolo hasta que obtengamos una masa viable. eso quiere decir que nos debe quedar elástica pero que no se nos quede pegada a la mano.
- Colocamos la masa en un recipiente engrasado y lo dejamos levar. En teoría bastan un par de horas para que duplique su volumen, pero yo os recomiendo preparar esta masa a última hora de la tarde y dejarla reposando durante toda la noche. Podréis comprobar que sube muchísimo más y eso nos garantizará un mejor resultado final.
- Una vez que la masa ha reposado, la amasamos un poco sobre una superficie enharinada o engrasada, la estiramos con un rodillo y de vamos dando forma rectangular. Debe quedarnos una capa de masa de algo menos de un centímetro de grosor.
- Con una paleta extendemos sobre la masa la Nutella por toda la superficie de manera homogénea.
- Enrollamos ese rectángulo de masa con el relleno por encima por el lado más largo, apretando bien para que nos quede compacto.
- Ahora hacemos cortes de ese rollo que hemos obtenido de aproximadamente unos 3 cm. Yo, en esta ocasión lo hice con hilo dental y queda muchísimo mejor que con un cuchillo. Basta con que cortemos un trozo de hilo dental, lo cogemos por los extremos con las manos, lo pasamos por debajo del rollo y lo cruzamos por la parte superior intercambiando los extremos del hilo de manos. Quedan unos rollos perfectos.
- Colocamos los rollos sobre un molde o una fuente engrasada, ajustándolos entre ellos, pero no demasiado, que quede algo de hueco porque toca dejarlos reposar de nuevo para que leven.
- Una vez hecho esto, los dejamos levar una media hora tapados con un trapo de cocina.
- Los horneamos con el horno precalentado a 175ºC durante unos 25-30 minutos, hasta que veamos que quedan dorados.
- Mientras se hornean preparamos el glaseado y para ello dejamos que el azúcar y el agua hiervan en un cazo pequeño a fuego lento hasta que el azúcar se disuelva por completo.
- Retiramos del fuego y dejamos enfriar.
- Ya a temperatura ambiente agregamos el extracto de vainilla y mezclamos de nuevo.
- Rociamos el glaseado sobre los rollos aún calientes y listo!!!
Genial, la explicación , las fotos , el video, no se puede pedir más,que gran trabajo, un saludo nos vemos.
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