Pues este año va a ser la primera vez que haga esta entrada mientras tiene lugar la fiesta del colegio. ¿Por qué lo hago así? Pues porque este curso es diferente. Si seguís este blog ya sabréis lo que ocurrió el año pasado, si no y sentís curiosidad os dejo el enlace aquí.
La decisión que tenía intrigados a algunos y que tomé el curso pasado es que llevaría tarta, pero que no entraría a concurso. Habrá quien piense que se trata de una venganza, pero bueno, a mí lo que piensen algunos a estas alturas me importa bien poco.
En cualquier caso quiero explicar por qué. Por un lado porque así no pongo en compromiso a nadie, ya que después de lo que pasó no quiero que nadie se sienta obligado a darme el primer premio este año independientemente de las tartas que se presenten, quizás a alguien podría pasarle lo mismo que a mí, que se merezca el primer premio y no se lo den para querer compensarme a mí.
También, por si las cosas han sido como siempre, para dar la oportunidad a otras personas de llevarse esos premios, ya que muchas no llevan nada porque no tienen posibilidades. Se ve que esa es la finalidad y no que se recaude dinero para la causa que sea.
Por otra parte, lo que ha hecho que me reafirme en mi decisión ha sido que mis hijos no han querido participar este año en las competiciones deportivas, vamos, ni siquiera ir a pasar el día al colegio y disfrutar de la fiesta. Y es que lo tengo que entender, está siendo un curso duro donde no han encontrado el respaldo que necesitaban ni en sus profesores ni en la dirección del colegio, a la que hemos tenido que recurrir en varias ocasiones, para que al final lleguen a la conclusión de que sobreprotegemos a nuestros hijos e incluso nos inviten a que dejemos el centro, eso sí, de una manera muy delicada.
Y eso debe ser, que somos sobreprotectores porque no consentimos que otros niños acosen a uno de nuestros hijos, ni nos hace gracia que haya agravios comparativos por parte de algunos profesores.
Y tampoco pueden entender que nosotros demostremos nuestro cariño y agradecimiento con nuestros detalles a la mayoría del profesorado e intentemos inculcar eso a nuestros hijos, independientemente de que nos parezca inapropiada la actitud de alguno. A eso también le han puesto nombre, dicotomía dicen.
En fin, que este cúmulo de cosas han hecho que mi decisión, ya tomada el año pasado, se mantenga en firme. Y puede que esta entrada también les parezca incendiaria, como se lo pareció la del año pasado, porque también le ponen ese calificativo a decir las verdades. Pero es que las experiencias vividas nos dicen que si no lo decimos tan claramente tienen la costumbre de pasar se soslayo como si no pasara nada.
Y si la sigo llevando es para poder seguir participando para la causa para la que recaudan el dinero, y además los chicos a los que les gustan mis tartas no tienen culpa de nada. Soy perfectamente consciente de que a muchas familias mi tarta les alegra el día, y sólo por eso merece la pena llevarla.
También tengo conciencia de que la tarta no es tan alegre como la de otros años, pero cuando no se hace por encargo, pues una tarta de este tipo es como otra creación cualquiera, que refleja como se siente una, así que este año es mucho más sobria y menos animada.
Pues ya está, esto es todo, Ya os pondré receta, la tarta tiene dos tipos de bizcocho, el de vainilla ya está por el blog, es con nata y es estupendo, pero creo que el que he usado de chocolate es aún mejor, pero ya os la pondré otro día, que hoy creo que ya he contado bastante. Muchos besotes para todos los que seguís este blog y seguís apoyándolo con vuestras visitas y comentarios, ya sea por aquí, por Facebook e incluso a través mensajes privados.
Bueno chica quien se pica ajos come, así que, que se aguante al que le molesten tus decisiones que para eso son tuyas.
ResponderEliminarYa estoy deseosa de ver es receta de bizcocho.
Un besote para ti y tus peques.