lunes, 6 de julio de 2015

Lemon, blueberry & marshmallows bundt cake

  Aquí estamos otra vez, hoy con un pastelito que no porque lo haya hecho yo, pero que está de muerte. Todos los que lo han probado han disfrutado con él. El que os enseño es el 2º que preparé, ya que al 1º no tuve tiempo de hacerle fotos, y la reacción fue tan buena que no me quedó más remedio que prepararle otro a mi hijo mayor que se quedó con cara de pena el día que me lo llevé al trabajo, y es que era para celebrar el cumple de una compi, así que no era plan de llevarlo ya cortado...jajaja. Eso sí, he cumplido con creces la promesa que le hice a mi niño, y ha salido ganando, porque menos un trocito que llevó mi marido a su trabajo se lo ha zampado entero él sólo.


  Me apetecía preparar una receta sin más, sin decoraciones, sin fondant,..., y mira que me gusta, pero me he sentido tan agobiada estas últimas semanas con tanto qué hacer, que preparar algo porque sí, porque me daba la gana me apetecía mucho, de hecho no dije nada de que lo llevaría para el cumple, así no me sentía obligada.


  Quería sentirme libre para hacer lo que me viniera en gana, y qué bien sienta eso ¿verdad?. Eso mismo pensaba esta semana cuando veía tantas manifestaciones en pro del orgullo gay, porque la verdad es que por un lado se puede pensar que en estos tiempos no es tan necesario, que todos lo hemos aceptado con naturalidad, pero os digo ya que no es cierto, y no lo digo por mí, que no es que sea de las que va diciendo por ahí que tengo muchos amigos gays (que eso se lleva mucho también), yo simplemente tengo amigos y algunos lo son, pero es que yo no les pregunto, lo puedo intuir o no, pero si me he ganado su amistad y ellos la mía desde luego no es por ese motivo.


  Pues hoy por hoy, eso aún es un hándicap para conseguir un puesto de trabajo, incluso para mantenerlo aunque sus capacidades para ese puesto estén más que demostradas, y no lo digo por decir, es que he podido vivir algo así en estos últimos días y de veras que alucino. Sobre todo, que personas que presumen de su fe pretendan tener más autoridad moral para juzgar a los demás que el mismísimo Papa, pues me deja con la boca abierta, qué queréis que os diga???


  Hasta he sentido la necesidad de explicarles a mis hijos esta historia, y lo mejor ha sido su reacción, el de 12 años cuándo le pregunté que le parecía sólo fue capaz de pronunciar una palabra: "Ridículo", y el de 10 dijo: "Pues vaya tontería". Y me pregunto, si unos chavales de esas edades son capaces de entenderlo de esa manera, cómo pueden no comprenderlo unas personas ya hechas y derechas, de verdad que no me entra en la cabeza. Sólo espero y deseo que sean capaces de darse cuenta de su error algún día, y será así, seguro, porque otra cosita que he aprendido de la vida es que te termina devolviendo todo de una u otra manera.


  Ingredientes:

  Para el bizcocho:

* 240 gr. de queso crema.
* 240 gr. de mantequilla.
* 1+ 1/2 tazas de azúcar (yo he utilizado caster sugar, o azúcar super-fina, ahora la podéis encontrar en el Lidl a muy buen precio, un paquete grande y rosa).
* 1 cucharadita de vainilla en pasta.
* La ralladura de un limón.
* El zumo de medio limón.
* Unas gotas de saborizante de limón.
* 4 huevos grandes.
* 1+3/4 tazas y 3 cucharaditas de harina (para todo uso).
* 5 cucharaditas de harina de maíz.
* 2 cucharaditas de polvo para hornear o levadura.
* 1/4 cucharadita de sal.
* Unos 100 gr. de arándanos azules en conserva.

 Para el glaseado de nubes:

* 3 claras de huevo.
* 1 y 3/4 tazas de azúcar.
 *1/3 taza de agua.
 * 2 cucharadas de sirope de maíz o golden syrup.
* 2 cucharads de extracto de vainilla.
* 1 y 1/2 tazas de mini-nubes.


  Preparación:

  Del bizcocho:

- Precalentamos el horno a 170ºC y engrasamos el molde.

- En el vaso de la batidora batimos la mantequilla a velocidad alta, hasta que esté esponjosa y adquiera un color pálido.

- Añadimos el queso crema y volvemos a batir a velocidad alta, hasta que ambos queden muy bien combinados.

- Agregamos ahora el azúcar y otra vez batimos a velocidad alta hasta que la mezcla quede suave y esponjosa.

- Toca ahora echar los huevos, como siempre uno a uno, que quede todo bien integrado antes de añadir el siguiente.

- Es el turno de la vainilla, con el mezclador en marcha, a velocidad baja, esperamos a que se integre y entonces vamos con la ralladura de limón, hacemos lo mismo, después el zumo de limón, y cuando se haya mezclado bien las gotas de saborizante de limón.

- Por otro lado tamizamos juntos la harina, la harina de maíz, el polvo de hornear y la sal.

-  Incorporamos los ingredientes secos a la mezcla anterior, poco a poco, sin dejar de batir, a velocidad baja, hasta que nos quede una masa suave y homogénea.

- Ahora nos queda agregar los arándanos, si son en conserva como los que yo he usado, los escurrimos bien antes, y los vamos integrando en la mezcla a mano, con una lengua y movimientos envolventes.

- Vertemos la mezcla en el molde y horneamos alrededor de 80 minutos, eso al menos es lo que necesitó éste, pero id controlando con el palillo como siempre, cuando os salga limpio está listo.

- Dejamos enfriar en el molde unos 15 minutos antes de desmoldar sobre una rejilla donde terminará de enfriarse.

  Del glaseado de nubes:

- Ponemos agua a hervir, y en un bol al Baño María colocamos las claras de huevo, el azúcar, el sirope de maíz o golden syrup, y el agua.

- Batimos mientras hierve el agua durante unos 8-15 minutos, hasta que consigamos que se formen picos firmes.

- Ya en el vaso de la batidora agregar el extracto de vainilla y las mini-nubes y batir a velocidad alta hasta que las nubes se hayan derretido.
 
  Cuando el bizcocho esté frío vertemos el glaseado por encima, y con un soplete de cocina lo tostamos un poco, es el toque que yo creo que lo termina de hacer especial y más delicioso aún.


  Pues ya está, con este rico Bundt Cake os dejo hasta que vuelva de unas más que merecidas vacaciones que  vamos a pasar en familia, ya os contaré a la vuelta. Besotes.

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