Así que ahora podréis entender por qué me lo pensé tanto. Después de darle unas cuantas vueltas me decidí y también me decanté por usar estos cucuruchos para helados que estaba loca por estrenar, así al menos, aunque sólo fuera psicológicamente le daba un aire fresquito al tema.
Lo cierto es que mientras se horneaban, los olores del limón, de la lima y de la naranja inundaban toda la casa, tanto que hasta el rellano del piso estaba invadido por ese delicioso aroma. Tanto la magdalena como el frosting tienen ese sabor fresco y ligero de los cítricos, así que dentro de la situación del caluroso día, ya que estábamos en faena, al menos iban en concordancia.
Venga, os cuento lo que necesitamos:
* 280 grs. de harina.
* 15 grs, de levadura.
* 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico.
* Una pizca de sal.
* 115 grs. de azúcar (yo subí a 150 grs.).
* 2 huevos.
* 250 cc. de yogur natural (yo le puse buttermilk).
* 6 cucharadas de aceite de girasol u 85 grs. de mantequilla en pomada (yo, margarina).
* Ralladura fina de un limón, una lima y una naranja.
* Virutas de cáscara para decorar (yo preferí estas gominolas que le venían que ni al pelo).
Y para el glaseado:
* 25 grs. de mantequilla en pomada.
* 100 grs. de queso cremoso.
* 100 grs. de azúcar glass.
* Una cucharada de zumo de limón, lima o naranja recién exprimido ( yo le puse unas gotas de cada).
La preparación:
- En un bol pondremos los ingredientes secos: Tamizando la harina junto a la levadura, el bicarbonato sódico y la sal. Y le añadimos el azúcar.
- En otro bol batimos ligeramente los huevos, incorporamos el yogur (yo buttermilk) y el aceite o la mantequilla ( yo margarina) y la ralladura de los cítricos.
- Hacemos un hueco en el centro de los ingredientes secos y vertemos los líquidos batidos. Ya sabéis, sin trabajar demasiado la masa, lo justo para que quede bien integrado.
- Repartimos la mezcla en los moldes y al horno previamente pre-calentado a 200ºC, durante unos 20 minutos.
El glaseado:
- Batimos la mantequilla y el queso crema hasta obtener una pasta homogénea.
- Agregamos el azúcar glass tamizado y seguimos batiendo hasta obtener una textura homogénea y vamos añadiendo poco a poco el zumo hasta que la consistencia sea cremosa.
Conseguir una buena consistencia para el glaseado con este calor fue muy muy complicado, tanto que a pesar de dejarlo un rato en la nevera antes de decorar las magdalenas no quedó tal y como a mí me hubiera gustado, pero ya no daba para más y así se quedó.
Espero que por vuestras tierras las temperaturas sean más livianas y os animéis a hacerlas, porque como deben conservarse en frigo, al final resultan muy refrescantes. Eso sí, hay que tener el valor de encender el horno para prepararlas...jejeje...seguro que hay alguna valiente.
Estas magdalenas tienen que estar divinas y muy refrescantes!
ResponderEliminarMe encanta sobre todo el molde... son estupendos...
ResponderEliminarUn reto totalmente cumplido, poque tienen una pinta buenísima!!!
ResponderEliminarBesos
He conocido tu blog por casualidad y me ha encantado!! me quedo aquí y te enlazo a mi blog para no perderme detalle!
ResponderEliminarAh! y la idea de las galletas...es GENIAL!!Me la apunto para cuando tenga peques. Para ellos es muy grande hacer cosas con sus pequeñas manitas y regalarlas. Además que les haces partícipes y aprenden mucho, además de mejorar a nivel motor, por la práctica, aprenden a ponerse en el lugar del otro, pensar qué le gustará, qué cara pondrá...y ese aprendizaje es casi más importante que el primero, pues los hará mejor persona.
Un besito!
Me encantaaaaaaaaa!!!! Ando loca buscando esos cucuruchos!!!! Donde los compras? Es que solo los he visto en tiendas inglesas que no envían a españa :( Muy bonitas,de verdad. Si pudieras decirme dónde encontrarlas te lo agradecería! Muchas gracias por compartir tu receta. me quedo de seguidora!
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