martes, 31 de mayo de 2011

Tarta con Los Pingüinos de Masagascar en acción.

  Como os prometí aquí está la tarta "oficial" del cumple de mi hijo, con ella celebramos el cumple con sus amigos. También estuvimos pensando cúal sería el mejor motivo y como ahora están tan de moda estos personajes, pues tocó tarta de  este equipo tan peculiar.


  En principio sólo pensaba hacer a los pingüinos y el pobre estaba conforme, pero me había pedido al Rey Julian, este lémur tiene loco a todos los niños. Hace poco estuvimos en ele Selwoo Aventura y todos los críos estaban allí embobados mirando a los lémures, y cuando salió a escena uno con la cola anillada todos los peques gritaron: ¡¡¡ El Rey Julian!!!


  Pero estaba esperando a ver cómo me salían los pingüinos y cuánto tiempo me iban a llevar, porque iba bastante ajustadilla debido a esas galletas que se rompían como figuritas de porcelana. El caso es que aunque no fue fácil terminé los pingüinos y decidí intentarlo, chicas qué difícil es modelar a estos lémures!!!, cuanto detallito,  encima el Rey Julian en cuestión tiene unas extremidades super-canijas, además de la corona y la cara la mar de complicada, así que esto fue lo que salió.


  Las que tengáis peques entenderéis mejor la tarta, el pequeñajo, Mort se deleita tocándole los pies al Rey, y éste odia que se los toquen. Así que esa es la historia que cuenta mi tarta, el pobre Mort le quiere tocar los pies al Rey que lo mira espantado y Skipper, Kowalski, Rico y Private (los pingüinos) salen al rescate mientras Maurice (el tercer lémur) observa la escena en el hábitat de los pingüinos en el zoo.


  Este año Rafa quería celebrar el cumple en casa, la verdad es que no era la primera vez y pensé que bueno, que si era lo que él deseaba pues era lo mejor, además como son ya una mijita mayorcitos pues empiezan a aburrirse de los dichosos parques de bolas.


  Me armé de valor y monté todo el jaleo en casa, como la tarta iba sobre los pingüinos pues decidí montar la fiesta centrándonos en ellos, y éste fue el resultado.


  Absolutamente todo giró en torno a ellos, como no encontré ningún kit de los pingüinos, decidí fabricarlo yo misma, así que después de una visita al Carrefour para comprar el  menaje, tiré de impresora y ala, todo conjuntado.


  Fue un placer ver las caras de los invitados cuando entraban en la terraza y veían la mesa decorada con la merienda y la tarta. Pero no os voy a engañar, lo mejor fue ver la cara de mi niño cuando terminó de verlo todo montado, se quedó todo quieto delante y muy serio se me enganchó en un abrazo enorme dándome las gracias.


  Sinceramente, me tocó trabajármelo bien, imprimiendo los dibujitos, recortando y pegando. Como podéis ver hasta los huesitos eran de los pingüinos, no me digáis que el color de la envoltura no le venía que ni pintado.
 

  Y el menaje que encontré era ideal para este menester, el mantelito, los platos, las servilletas,..., todo a juego, cuando los vi en el Carrefour lo planteé todo en mi cabeza en un momento.


  No fue difícil, aunque necesitó de algunas horas de trabajo intenso, pero creo que el conjunto quedó bastante bien.


  Y claro, cualquier cumple que seprecie no puede prescindir de las chuches para los invitados, también con su detallito a juego.


  Os preguntaréis por qué monté todo esto en la terraza, pues os lo voy a explicar. Tenía que buscar alguna actividad para los peques, así que me decidí por lo que mejor se me da, o al menos, lo que más me gusta, decorar dulces.


  Así que organicé un mini-taller en la mesa del salón, preparé 3 magdalenas y 3 galletas para cada niño, preparé mangas con buttercream, glasa preparada del Dr. Oetker, en los bols azules puse un icing líquido y en los blancos  sprinkles, y ala, a utilizar sus manos y su imaginación.


  Cuando utilicé yo la manga pastelera todos se quedaron boqui-abiertos y en seguida las agarraron ellos para decorar su magdalenas.


  Qué listos son estos críos!!! Sin apenas explicar nada, entendieron en un plis-plas que la glasa era para decorar las galletas y se pusieron manos a la obra.


  Os pongo un par de fotos con sus obras de arte, tenías que ver lo contentos que cogieron sus tuppers para enseñarles a sus madres sus obras de arte cuando vinieron a recogerlos. Y os podéis imaginar a las madres, encantadas con sus pequeños artistas.



  Después de decorar sus magdalenas los pusimos a jugar un poco a la Play, hay que ver como cuando se enciende uno de estos cacharros parace que no hay niños, se quedan ahí todos embobados delante de la pantallita. Nosotros somos muy estrictos con la maquinita y sólo se puede disfrutar de ella los findes, siempre y cuando la tarea esté terminada y días epeciales como éste.

 
  Después merendaron, y ya los dejamos un poco a su aire, unos prefirieron jugar otro rato con la consola, otros se pusieron a jugar en el dormitorio de mi hijo,.., total, un poco a su bola hasta la hora de la tarta.


  Y  llegó el momento de soplar las velitas y cortar la tarta, que por cierto, tuvo bastante éxito. El bizcocho fue el mismo del brazo gitano, esta vez emborrachadito con almíbar y el relleno sus fresas con nata, tal y como Rafa quería.

  El brillito para que se pareciera más al hielo lo conseguí gtacias a un spray lustre perlado, y el agua con un piping-gel casero que hice a ojo con un sobre de gelatina, un chorrito de agua y un chorro importante de glucosa que después coloreé de azul.


  Bueno niñas, pues esto es todo, no ha habido tutorial, pero entenderéis que ya tenía bastante trabajo que preparar. Espero que las ideas os sirvan para vuestros propios acontecimientos familiares. Un besote para todas y gracias por estar siempre ahí..

domingo, 29 de mayo de 2011

Brazo Gitano de fresas con nata.

  Pues chicas, hace ya ocho años que nació mi hijo mayor, me parece hasta mentira que haya podido pasar tanto tiempo desde entonces. Si lo recuerdo como si fuera ayer, cómo fue el parto, la carita de mi pequeñín, los meses que pasaron sin poder dormir, con él en brazos a todas horas, su primer "ajo", aquella primera sonrisa,..., tantos momentos ya pasados en ocho años que se han sucedido en un "pis-pas", porque sí, es verdad, cuanto más mayor se hace una más rápido pasan los años, sobre todo cuando llegan los enanos y acaparan todo tu tiempo, todas tus energías y todo tu cariño.



  La sensación de ser madre por primera vez es única e inexplicable. Yo tenía muchas muchas ganas de tener un hijo, pero por mucho que te cuenten, no puedes imaginar lo que eso supone hasta que no tienes a ese pequeñajo entre tus brazos, en un segundo entiendes que ese ser humano tan chiquito e indefenso depende de ti por completo, que necesita tus cuidados y tus mimos.




  El martes se despertó ilusionadísimo, y cuando lo dejamos en el cole tan contento con sus galletitas lo miraba y pensaba en lo mayor que se estaba haciendo mi niño. Lo que ha madurado sobre todo en estos dos últimos años, desde que empezó Primaria. Ya es todo un hombrecito, con su pandillita de amigos, con sus propios gustos, con sus manías, con sus penas y sus alegrías, con sus exámenes en el cole y su tarea diaria, se ha convertido en un buen lector y no le gusta nada hacer deporte (tiene a quien parecerse...jejeje), disfruta entrando conmigo en la cocina y preparando sus primeros platitos, le encantan las salidas familiares que programamos, sigue siendo algo tímido y un poco arisco con los extraños, pero con nosotros se deshace en besos y abrazos, adora a su abuela y por su hermano siente pasión. Es muy buen niño y buen estudiante, no puedo pedir más.




  Claro que me cuesta que se siente a estudiar, y a veces que se levante por las mañanas, y otras ocasiones que mantenga su cuarto ordenado, y otras tantas cosas, pero estar pendiente de todas esas cosas constituyen el trabajo de madre ¿no?




  Bueno pues mi niño para ese martes que lo íbamos a celebrar en familia quería una tarta de fresas con nata, y como para estas cosas no sé decir que no, pues ala a pensar qué hacía, y se me ocurrió que una brazo gitano relleno con esta mezcla quedaría bien, pero nunca lo había preparado, siempre tenía la obsesión de que se me iba a romper el bizcocho, pero me dije que era algo familiar y que si no salía del todo bien no pasaría nada. El caso es que no sólo salió, sino que además quedó la mar de rico, tanto que quiso que la tarta del sábado para la fiesta con sus amigos fuera así, con el mismo bizcocho y relleno de fresas con nata también.


  Así que empiezo  con los ingredientes del bizcocho:


* 4 huevos.
* Una cucharadita de extracto de vainilla.
* 110 grs. de azúcar.
* 110 grs. de harina tamizada.
* Una cucharadita de polvo de hornear.
* 1/4 cucharadita de sal.


  Preparación:


- En un bol bata los huevos con la vainilla a alta velocidad con la batidora eléctrica durante 5 minutos.


- Poco a poco agregar el azúcar, batiendo hasta que se disuelvan.


- Mezclar la harina, el polvo de hornear y la sal y verter sobre la mezcla de huevo batiendo hasta que quede bien integrada.


- Extender la masa uniformemente sobre la bandeja.


- Hornear a 180ºC durante 10-12 minutos o hasta que se dore.


- Colocar en un paño húmedo rociado con azúcar glass.


- Enrollar con el paño de cocina.


- Dejar que enfríe y cuando lo haya hecho desenrollar y rellenar con fresas y nata montada (o el relleno deseado).


-Enrollar de nuevo el bizcocho con cuidado y dejar reservar en la nevera al menos un par de horas.


  Para el relleno, sólo unas fresas picaditas y nata bien montada, yo usé la vegetal, así que quedó muy fresquito y ligero. En este caso el único defecto que le encuentro es que el bizcocho quedaba algo seco, recomiendo que se emborrache un poco con algún almíbar ligero, de hecho la tarta que os presentaré ne breve va así y gana muchísimo. A pesar de todo, ya os digo, gusto tanto que me ha tocado repetir.


  Comos veis está en otro de los platos de pizarra que me regaló la empresa Platos de  Pizarra, ¿a que le queda genial?.





viernes, 27 de mayo de 2011

Galletas para otro cumple.

  Hola a todas, hoy vengo con las galletas que llevó mi hijo mayor al cole el pasado martes para celebrar su cumple. Teníais que ver lo ilusionado que fue ese día a clase con sus dos cajas con 41 galletas ahí bien guardaditas esperando la hora de ser repartidas.


  Le gustaron mucho las galletas de su hermano, pero yo quería que fuera algo distinto, así que estuvimos viendo lo que había por mi almacén repostero y juntos pensamos que este kit con su molde y sus texturizadoras era estupendo.


  Tenía muchas ganas de estrenar este kit, lo compré un día por capricho y no encontraba el momento de darle uso, así que como ya mi hijo mayor tiene esa edad en la que aún siendo aún pequeños empiezan a querer aparentar que las cosas de los peques ya no les interesan tanto, pues creí que a mi niño le gustaría y acerté, cuando se lo propuse allí con mi armarito abierto no lo dudó.


  La verdad es que hay que usarlo con mucho cuidado, porque si quieres marcar un poco más la textura del fondant sobre la galleta una vez colocado, ésta se quiebra con mucha facilidad, así que he acabado con un montón de galletas rotas, pero no os preocupéis que mis hijos están dando buena cuenta de ellas...jejeje


  Así que el trabajo resultó ser bastante laborioso porque quería que las texturas quedaran bien marcadas. Pero en fin, como se suele decir: "Quien algo quiere algo le cuesta".


  He usado dos recetas, la primera fue la misma que utilicé con las galletas botón y la segunda la de galletas sin huevo que hago habitualmente. A la primera receta esta vez le añadí un cacao con sabor a cerezas y quedaron riquísimas, y a las otras un poquito de esencia de algodón dulce que les aporta un toque delicioso y diferente.


  Como os he dicho, fue bastante complicado, además que no tenía el día, entre las galletas que se me quebraban y una bandeja de una tanda recién horneada  que en un despiste se me cayó al suelo, veía como cada vez quedaban menos galletas y no sabía si saldría en número que me había marcado. Fijáos cómo estaba ya de nerviosa y agotada, que quería hacer 40 pero hasta conté mal y salieron las 41 que ya he comentado, ni pa contar estaba ya.

 
  Lelegó un momento, cuando se cayó al suelo la bandeja, que estuve tentada de ponerme sobre las galletas que estaban tiradas en el suelo y ponerme a saltar sobre ellas de la rabia  que me dio. Pero me calmé y pensé que después sería más trabajoso recoger todo aquel desastre y me contuve.


  Menos mal que después la cara de mi chiqui lo compensó todo, cuando llegó a casa del cole y vio sobre la mesa del salón todas las galletitas mientras terminaba de empaquetarlas, se quedó parado con los ojitos muy abiertos y una sonrisitaaaaa..., vamos que me lo hubiera comido, y pensé: "Ha merecido la pena".




  Os voy a explicar un poco el proceso:

  Una vez hechas y frías las galletas comenzamos con  la decoración.
  Extendemos nuestro fondant.


  Usamos el mismo cortador que hemos usado para las galletas recortamos ahora el fondant.


  Terminamos de recortar bien la forma deseada.


   Hacemos lo mismo con los 3 pisos de la tarta y los unimos todos.


   Colocamos el texturizador y presionamos para que quede bien marcado.


  Ta sólo nos queda pegarla con pegamento comestible sobre la galleta.


  A veces, como en esta ocasión no se quedaba lo marcado que yo quería tras manipular el fondant para pegarlo., así que volvía a poner el texturizador sobre la galleta ya decorada y marcaba de nuevo, y este punto se me rompieron un montón.


  El detalle del nombre, que le encantó a mi niño fue muy sencillo gracias a esta pequeña imprenta, tan sólo pones las letras que desees.


  Marcas el fondant con la imprenta.


  Y ya está.


  Y esto con las 40 galletas restantes, sí, ahí están todas, podéis contarlas.


  Ha supuesto un esfuerzo importante, pero me encantó ver la cara de mi peque cuando salió del cole. Me comentó que un amigo le había dicho que su madre era la mejor pastelera del mundo, y me partí de risa también, cuando a la salida me encontré con Pablo que me dio las gracias por las galletas diciendo que estaban buenísimas, y dejando bien clarito que su hermano y él vendrían a la fiesta el sábado ehhhh????. Y mi chiqui, con esa cara de satisfacción, sintiéndose el más importante ese día, jejeje, no me digáis que no está más que compensado...


  Bueno niñas, en un par de días os pongo lo que hice para celebrarlo en casa ese día, y en otro par de días la tarta que ya  tengo terminada para mañana, para la fiesta con sus amigos.


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