Tarta con Jack Sparrow y compañía.

  Por fin os presento la tarta del cumple de mi hijo pequeño, esa de la que os he estado hablando en alguna de las últimas entradas. La verdad es que estaba temiendo que mi hijo me dijera qué es lo que quería este año, porque como me dijera que de Gormitis se me caía el alma a los pies, cómo se puede hacer una tarta bonita con esos bichos tan feos, y lo peor, lo difícil que debe resultar.

  Total, que como aún es pequeño, se deja llevar y conociendo su pasión por los piratas le propuse como quien no quiere la cosa... hacer una tarta de Jack Sparrow, que a él le encanta este personaje de los Piratas del Caribe. Aceptó la proposición encantado y entusiasmado, eso sí, él se cree que lo puedo hacer todo y empezó a incluir una cantidad de personajes...: " Eso mami, y le ponemos a David Jones, y al kraken, y un barco hundiéndose, y piratas luchando,...". Vamos que hubiera necesitado una tarta del tamaño de mi salón para poner todo lo que él quería.

  Debo reconocer que con las tartas no soy tan planificadora como con los cupcakes o las galletas. Sí llevo una idea en mente, pero la voy adaptando poco a poco, el modelado me resulta complicado y según me van saliendo las cosas voy ideando qué vendrá después, pero si algo no me sale o después resulta demasiado grande o pequeño, o por lo que sea, pues voy dándole otro aire a la tarta. En esta ocasión la tarta la quería de un diámetro pequeño pero alta, así que en muy poco espacio tenía que contar una historia, eso si, intento contar un cuento con cada tarta, me gusta que tenga un significado, que sea expresiva, que cuente algo, que no sean dos muñecos ahí plantados y ya está, claro que todo depende del motivo de la tarta y del homenajeado y sus gustos, mi hijo, quería el año pasado a Bob Esponja y a Patricio, sin más, así que eso fue lo que le hice.

  El tamaño de la tarta lo quería pequeño porque ya sabéis cómo son estos sitios de las bolas, y aquí al menos son apañados y me dejan llevarla, que el año pasado en otro parque de bolas no había tu tía, tenía que ser sólo la suya y el precio aumentaba por tamaño de la tarta claro, además de una forma desorbitada y con perdón, pero la tarta era una porquería, dos capitas la mar de finas con una mini capa de relleno de chocolate, eso me indigna, la gente no protesta por pagar esos precios por esas tartas tan pésimas.

 La verdad es que aquí, donde lo hemos celebrado este año, ya teníamos la experiencia del mayor el año pasado, la tarta tiene un tamaño standar y lo cierto es que está bastante buena, el bizcocho lo hacen muy blandito y la capa de chocolate es suave, vamos, que merece la pena. Si mi hijo no hubiera estado empeñado durante dos años en celebrarlo en el otro sitio no hubiera cedido, pero le encantaba ese sitio y le dimos el capricho.

  En cambio aquí te ofrecen la posibilidad de llevar lo que quieras, te dejan desde el primer momento muy claro que ese día tú eres su jefe y que están a tu disposición. Y son encantadores y la mar de divertidos con los niños. el parque es amplio y sólo celebran un máximo de 3 cumpleaños, lo que deja espacio de sobra para estar a gusto y poder controlar a los peques en condiciones.

  Los peques se lo pasaron bomba y fliparon con la tarta, aunque claro, la falta de costumbre a verlas este tipo les frena a la hora de probarla. Uno de los amiguitos de mi hijo, la mar de gracioso decía : " Pero esa tarta es de mentiraaaaaa", otros pensaban que no se podían comer los adornos, que eran de juguete. Es muy curioso ver sus reacciones delante de estas tartas, y te partes de risa cuando los ves a todos de rodillas en las sillas alrededor de la tarta, toqueteando esto o aquello. A mí personalmente no me importa que haya dos tartas porque sé que a los peques les da cosa probar éstas, así que la curosean, la toquetean y la destrozan y si después quieren comer de la otra pues ya está. Eso sí, los padres se comieron la que yo hice, también les pica un poco la curiosdad de si eso que se ve tan mono por fuera, además está bueno.

  Y la verdad es que salió muy muy buena, hice un bizcocho de chocolate, que os pondré la receta porque está de vicio, relleno con buttercream de chocolate. Fijaos que yo no soy muy de chocolate y me pareció riquísima, quedó muy suavita y esponjosa. A los papás les encantó, siempre oigo el mismo comentario con mis tartas: " y encima está buena". Eso me hace soltar cada vez una carcajada, porque es lo que os decía, siempre pica esa curiosidad.

 Voy a empezar con Jack Sparrow, que fue lo primero que hice temiendo que no saliera, aún estaba a tiempo de cambiar la temática de la tarta.

   Lo primero por lo que suelo empezar siempre es por las piernas, en esta caso con sus botitas, coloreé fondant en dos tonos de marrón y con un par de palillos le fui dando forma :

  Después contorneé el tronco y los brazos, probando que todo quedara más o menos proporcionadito, y claro ese pecho de Jhony Depp había que enseñarlo un poco, lo único que hice fue montar una piececita de color carne sobre la blanca y volver a superponer otras dos capas blancas a los lados uniéndolas por abajo :

  ¿ Cómo se van obteniendo los demás detallitos ? Pues colocando una capa sobre otra, le hacemos el chaleco con una capa de fondant azul y con nuestras manos le vamos dando forma para que todo vaya quedando en su sitio, tal y como deseemos. A partir de este momento hay que echar imaginación y hacerlo un poco a tu manera, porque Jack Sparrow llevaba dos cinturones, un pañuelo y una banda-cinturón, físicamente no había espacio, así que suprimí uno de los cinturones directamente, no me pareció un motivo como para que mi hijo pusiera pegas, le hice también el cuello de la camisa con dos piquitos de fondant blancos:

  El siguiente paso era montar las pieza y que se mantuvieran, no resulta fácil, como las piernitas ya habían secado bastante, retiré los dos pailllitos y la atravesé entera con un palo de brocheta, lo de la base de corcho blanco es una buena baza porque te ayuda a mantenerla tal y como quedará en la tarta pinchando sobre el corcho y además  no se pega, yo aún así por precaución lo rocío antes con un poco de spray desmoldante y así me evito posibles sorpresas, así quedaba:

  Ahora la cabecita, perdonan que no haya más fotos del paso a paso, pero yo sola modelando y haciendo fotos, no sé cómo deciros... ¿complicadillo?. Los pelos de Jack decidí dejarlos para el final ya que debían caer sobre la espalda y los hombros, así que aquí lo véis calvete:

  Ya le coloqué los brazos, que sostuve con estos simples pañuelos de papel para que fueran cogiendo forma:

  Y claro ahora tocaban las manitas, mi marido me dijo que era muy importante la botella de ron, no me preguntéis el motivo porque no me acuerdo, lo único que sé es que le di mil vueltas a la manita para que sujetara la dichosa botella, y digo yo ¿ y cuándo le he hecho yo caso a mi marido ?, el caso es que le cogí el truquillo, le puse su puñito y como total ya había aprendido pues le puse una pistolita en la otra:

   Y tras ponerle los pelitos y el pañuelo, que era imprescindible, porque el sombrero lo mismo lo lleva que no, pero el pañuelo vamos, no podía faltar, y aquí el resultado:

  Ahora me tocaba hacer el cofre y como mis hijos tienen juguetitos de piratas se me ocurrió que tenían algunos cofres por ahí , me hice con uno y como no hice foto de primera hora os lo pongo con la parte de abajo, aunque después realmente la modelé a mano. A mí lo que me preocupaba era la parte de arriba, porque quería que pareciera un cofre de verdad, aún no sabía si lo dejaría abierto o cerrado, así que se me ocurrió esta manera de darle forma:

  Lo dejé secar durante la noche y así fue como quedó:

  Ya sólo faltaba añadirle los detallitos a la tapadera, lo pinte con colorante marrón diluído en agua, después le añadí otros trocitos de fondant que pinte en plateado, de la misma forma, diluyendo con agua los polvitos plateados:

  Y después la parte de abajo, lo moldeé como pude, le puse unos trocitos a modo de monedas que coloreé de dorado y el resto del cofre tal y como la parte de arriba:

  Quise colocar la tapa abierta pero no había manera de que aguantara, así que al final lo dejé cerradito. Lo bueno fue cuando los peques todos alrededor de la tarta abrieron el cofre y vieron que había tesoro, un puntazo, jejeje...no me lo esperaba y me encantó ese detalle de los críos.

  No sé cómo contaros la tarde que me dio la dichosa palmerita, supongo que la mayoría habéis visto la película  "Julia and Julie", pues me sentí como Julie en esa escena en que no le sale la receta y desesperada y frustrada se sienta en el suelo y comienza a llorar; yo no lo hice, pero porque estaban todos en casa, que si no... Al final después de muchos intentos y pruebas, y de que se desmoronara tropecientasmil veces la forma más sencilla que ni se me había pasado por la cabeza fue la solución. Mirad cómo lo arreglé:

  Corté varias capas como ésta haciendo 4 hojas con fondant coloreado de verde, en cada capa las hojas iban variando de tamaño y después las iba colocando una a una sobre el tronco:

  Aquí cómo quedó al final:

  El tronco es muy sencillo de hacer, coloreas fondant de marrón, se hacen bolitas que se van ensartando en un palo de brocheta y vas aplastando hacia abajo hasta que consigues la anchura y altura deseados modelando con nuestras manitas.

  Las calaveras y los cofres que véis alrededor son simplemente bombones hechos con este molde y chocolate blanco, chocolate blanco coloreado de amarillo, chocolate con leche y chocolate amargo (el más oscuro), ahora veréis el montaje en la tarta:

  Como os he contado, voy improvisando un poco sobre la marcha y el kraken no lo tenía planificado, pero como mi hijo me lo había pedido y viendo cómo iba la tarta, me pareció que quedaría perfecto, lo he hecho más tipo pulpo de dibujitos de Disney, pero es que no le pegaba un muñeco horroroso, monstruoso y enorme, y me decanté por darle esta forma. La calavera de la dedico a Dina (de Dulces Suspiros ), que me insistía y me insistía en que le pusiera un esqueleto o algo, y me pareció un punto divertido y que le iba genial a esa cara de asombro de Jack, gracias Dina.


  Del pulpo no os puedo poner paso a paso porque no me di cuenta de hacer las fotos, estaba tan cansada que lo olvidé, pero es lo más facilito de toda la tarta, un cabezón grande con fondant coloreado de lila, los ojos fondant blanco y pintado con rotu negro comestible. Los tentáculos con churros hechos con el fondant, se le añade el trocito blando y para las ventosas bolitas pequeñitas de fondant lila a las que se le hace un agujerito en medio y se colocan sobre la parte blanca. Disponemos los tentáculos como más nos gusten y listo:

  Tampoco he hecho fotos de cómo cubrir la tarta con el frosting, pero podéis encontrar muchos tutoriales buscando por la red. De todas formas la cubierta no tenía que quedar perfectamente lisa, sino todo lo contrario porque lo que quería obtener era el efecto del agua en el mar y así fue como quedó después de aplicarle la buttercream tintada de azul:

  Como quería darle un poco de efecto más realista quería espuma de mar, con esas cogí un poco de frosting sin teñir y lo mezclé como véis:

  Y después con la cuchara lo vamos extendiendo pero poco, para que quede el blanco marcadito, vamos que se note:

 

  Os explico cómo puse los bombones, como tenían esa parte para pincharlas sobre cupcakes pues la aproveché para que quedaran bien sujetitos simplemente cubriendo con la buttercream, así:

 

  Y la isla no puede ser más sencillita de conseguir, azúcar moreno por encima un poquito amontonada:

  Bueno chicas, promesa cumplida, la entrada de la tarta con su paso a paso, eso sí, a grandes rasgos, como ya os dije. Espero que os haya gustado y sobre todo que os pueda ser de utilidad, a ver si alguna  de las que no os atrevéis, viendo cómo se hacen se va animando a meterse en este mundillo.