sábado, 19 de mayo de 2018

Coffee Liqueur Bundt Cake

  Hoy vengo a veros con este bizcocho tan tan rico que preparé hace unos días. Si os soy sincera, no sé de dónde saco las fuerzas para hornear y todo lo demás, los dolores de mandíbula están resultando insoportables, ahora estoy pensando en acudir a un maxilo, la férula de descarga que me recomendó mi dentista creo que me está haciendo aún más daño y ando realmente desesperada.


  Y con todo y con eso, intento continuar mi vida con la mayor normalidad posible porque quiero pensar que si no le doy importancia terminará dejando de doler. Sigo yendo a trabajar aunque haya momentos en los que me quiero morir, sigo haciendo las cosas de mi casa,  sigo intentando salir a la calle con mis hijos a dar una vuelta de vez en cuando, etc...y cuando no me ve nadie me escondo en un rincón y lloro, lloro mucho porque no le veo fondo a este pozo.


  Paso el día empastillada temiendo el momento en que mi estómago no resista más y aparezca cualquier día en mi propio servicio sangrando como una posesa por culpa de alguna úlcera que me haya provocado tanta medicación.

  Y así paso los días, no sé si todo esto es fruto de tanto sufrimiento pasado que tenía que salir en algún momento, no sé si tiene que ver con un corsé que me pusieron cuando era jovencita para arreglar mi cifosis y que lejos de hacerlo, lo ùnico que consiguió fue deformarme la boca...o si es todo un poco.


  Ingredientes:

  Para el bizcocho:

* 1+1/2 tazas de mantequilla sin sal, a Tª ambiente.
* 2 tazas de soft light brown sugar ( si no la encontráis en la parte internacional de algún gran hipermercado, pues azúcar moreno normal).
* 1 taza de caster sugar o azúcar ultrafina para repostería (para esta no hace falta que vayáis a la parte internacional, ya la hay hasta de varias marcas, sino, pues, azúcar normal).
* 3 tazas de harina para todo uso.
* 1 cucharadita de sal.
* 1 taza de licor de café.
* 2 cucharaditas de vainilla en pasta.
* 5 huevos.

  Para el glaseado:

* 1 taza de azúcar glas (tamizada).
* 1-2 cucharadas de licor de café.
* 1-2 cucharadas de nata para montar.


  Preparación:

  Del bizcocho:

- Pre-calentamos el horno a 170ºc y engrasamos el molde que vayamos a usar, bien con mantequilla y harina, o tenéis la opción más cómoda que es la que yo uso, la del spray desmoldante.

- En el vaso de la batidora batimos la mantequilla junto con el azúcar a velocidad media-alta, hasta que obtengamos una masa suave y esponjosa, lo que nos llevará entre 3 y 5 minutos.

- Añadimos los huevos, uno a uno, batiendo bien entre ellos, que vayan quedando todos bien incorporados. Hacemos lo mismo con la paste de vainilla.

- A velocidad baja añadimos la harina y la sal (previamente tamizados), poco a poco.

- Partimos la mezcla en dos mitades, y en una de ellas agregamos el licor de café. asegurándonos de que quede bien integrado en la masa.

- Ahora vertemos la mitad de la masa de vainilla, después toda la de licor de café y la mitad que nos queda de vainilla y removemos ligeramente con un cuchillo, haciendo remolinos.

- Horneamos durante 80-90 minutos, o como siempre, hasta que al insertar un palillo, este salga limpio, de hecho yo necesité unos cuantos minutos más para que quedara bien horneado.

- Retiramos del horno, dejamos reposar diez minutos en el molde, desmoldamos sobre una rejilla y dejamos que termine de enfriar.

  Del glaseado:

- Mientras, preparamos el glaseado agregando todos los ingredientes en el vaso de la batidora. veréis que hay variaciones en cuanto a cantidades de licor de café y de nata, yo siempre empiezo de menos a más, si os queda demasiado espeso siempre es fácil añadir un poco más de ingredientes húmedos y dependiendo del sabor deseado podéis tirar más del licor o de la nata. Todo depende del resultado que queráis obtener en cuanto a textura y sabor.

- Sólo nos queda rociar sobre el pastel cuando esté completamente frío.

- Yo para rematar he echado un poco de virutas de chocolate, pero como siempre, eso a vuestro gusto.



  No están siendo meses fáciles, y me gustaría poder escribiros una entrada en la que os contara que mi vida es perfecta y que va todo de maravilla, pero no es cierto, y sabéis que a mí lo del postureo pues me gusta, pero lo justo. A ver, no os voy a subir una foto llorando al Instagram, entre otras cosas porque eso sí lo ven mis hijos. Este rollo del blog me lo dejan a mí y soy consciente de que no lo leen demasiados allegados, así que eso me da ese cuartelillo que necesito para poder desfogar. No espero muchos comentarios, como siempre, es más fácil comentar la entrada de alguien que os cuenta que todo es super-mega-guay y yo no soy así. En fin, que yo os sigo mandando muchos besotes a esos que seguís leyendo regularmente este blog y me encuentro la semana que viene con vosotros esperando poder contar algo más esperanzador.

lunes, 14 de mayo de 2018

Chocolate Magic Cake

  Hoy vengo con un pastel que me tenía intrigada desde hacía mucho, lo veía y lo veía por las redes pero no me decidía o no surgía el momento. El caso es que la semana pasada quería hacer algo que no fuera un bizcocho sin más pero que a la vez fuera rápido de preparar.


  Y me acordé de este pastel mágico o inteligente (lo llaman de las dos maneras). No iba a tener tiempo de hacer fotos porque quería llevar un trozo al trabajo, pero pensé que si gustaba pues lo repetía y ya está.


  Pues tanto gustó que aquí me tenéis con la repetición, y si gustó la primera vez, más aún ha gustado la segunda ya que reduje un poco el tiempo de cocción y la capa central ha quedado más cremosa que en la primera ocasión.


  No precisa de ingredientes raros, ni de mucho tiempo de elaboración y tampoco de horneado. Y encima es el tipo de pastel que más le gusta a mi peque, de chocolate y cremosito, así que aquí os dejo la opción.


  Hay veces que me encanta experimentar con cosas nuevas, otras veces me conformo con probar recetas populares y daros mi opinión al respecto para que os decidáis o no a probarlas en vuestras casas.

  Ingredientes:

* 110 gr. de mantequilla sin sal.
* 600 ml. de leche, tibia.
* 115 gr. de harina.
* 45 gr. de cacao en polvo.
* 4 huevos grandes, separadas yemas y claras.
* 4 gotas de vinagre.
* 210 gr. de azúcar glas.
* 2 cucharaditas de café espresso, sin azúcar.
* 1 cucharadita de pasta de vainilla.


  Preparación:

- Precalentamos el horno y engrasamos el molde (en mi caso el que he usado hoy es uno cuadrado de 20x20, así os saldrá con ese grosor).

- Derretimos la mantequilla y reservamos, dejando que se enfríe.

- Calentamos la leche y reservamos también, dejando que quede tibia.

- En un bol tamizamos juntos la harina y el cacao. Reservamos también.

- En el vaso de la batidora montamos con las varillas las claras con el vinagre hasta conseguir picos firmes.  Igualmente lo dejamos apartado para su posterior uso.

- Ahora en el vaso de la batidora batimos las yemas con el azúcar a velocidad alta hasta conseguir una mezcla ligera, pálida y esponjosa.

- Añadimos la mantequilla derretida fría, el café espresso y la vainilla y batimos de nuevo unos dos minutos a velocidad alta, hasta que nos quede una mezcla homogénea.

- Agregamos la mezcla de harina y cacao y batimos a velocidad media hasta que quede bien integrada.

- En este momento vertemos la leche y batimos otra vez, empezando a velocidad baja para ir subiendo hasta velocidad media y que nos quede bien incorporada.

- Con movimientos envolventes con nuestra lengua pastelera vamos incorporando 1/3 de las claras, después otro 1/3 y finalmente el 1/3 que nos queda.

- Vertemos en nuestro molde y horneamos entre 40-50 minutos, yo para obtener el punto deseado he necesitado exactamente 45 minutos. La primera vez lo dejé los 50 minutos y la capa de en medio quedó más compacta. Al sacarlo del horno debe tambalearse al moverlo como si se tratara de una gelatina, para que os hagáis una idea.



  Pues hala, nueva semana y nueva receta. De nuevo, reto superado y es que no es fácil pensar y traeros una receta diferente cada semana, pero de momento no cejo en el intento y ahí seguiré, a pesar de que esta semana ha sido durilla con mi dolor de neuralgia que se mezcla con el de la subluxacion de mandíbula, un cóctel fabuloso como podéis imaginar. Con todo y con eso os sigo enviando muchos besotes con mi boca dolorida y espero veros por aquí la próxima entrada.

domingo, 6 de mayo de 2018

Rice Cream Bundt Cake

  Pues es el día de las madres, así que felicidades para todas. Y es que una mami es una mami, y lo es para siempre, se trata de un un contrato fijo para toda la vida de amor infinito, no hay jubilación, ni festivos y tampoco vacaciones ni sueldo. Pero ahí está, lo firmamos con los ojos cerrados y llenas de ilusión.


  Y hoy para celebrarlo os traigo este bundt tan rico. Cuando fui a comprar me encontré un licor de crema de arroz y pensé que  quedaría genial en un bizcocho, y aquí lo tenéis, no me equivoqué ni un poquito. Todos los que lo probaron preguntaban cuál era el sabor y es después decían, pues el licor solo también tiene que estar bueno, y sí que lo está.


  En mi casa es que como nunca se acaba una botella de nada porque normalmente tomamos un poco un día de estos festivos y ahí se queda, así que yo le voy dando salida a todo con estas cosas, y así de paso, busco nuevos sabores para pasteles. Os dejo con la receta.


 Ingredientes:

* 1+ 1/2 tazas de mantequilla sin sal, a Tª ambiente.
* 2 tazas de soft light brown sugar (como os digo, últimamente, no es difícil de encontrar en algún gran hipermercado, pero si no, pues azúcar moreno normal, del de toda la vida).
* 1 taza de caster sugar (esta ya lo podéis encontrar en más de un sitio y de más de una marca, es un azúcar muy fino que se disuelve muy bien, pero si no, pues azúcar blanco de siempre).
* 3 tazas de harina para todo uso.
* 1 cucharadita de sal.
* 1 taza de crema de arroz ( un licor que encontré en Mercadona, no es caro y da un sabor rico rico).
* 2 cucharaditas de vainilla en pasta.
* 5 huevos, a Tª ambiente.


  Preparación:

- Precalentamos el horno a 180ºC y engrasamos l molde que vayamos a utilizar.

- En el vaso de l abatidora batimos la mantequilla junto con los azúcares a velocidad media hasta que nos resulte una mezcla suave, pálida y esponjosa, lo que nos llevará entre 3-5 minutos.

- Ahora agregamos los huevos, de uno en uno, batiendo bien entre ellos, asegurándonos de que queden bien integrados.

- En un bol tamizamos juntas la harina y la sal.

- Bajamos la velocidad y vamos añadiendo la mezcla de harina y sal.

- Por último añadimos el licor de crema de arroz y la pasta de vainilla y batimos bien hasta que nos quede una mezcla homogénea.

- Vertemos la mezcla en el molde y horneamos entre 80-90 minutos, o hasta que al insertar un palillo, este salga limpio.

- Dejamos reposar en el molde 10 minutos.

- Desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

  Yo lo he rematado con un glaseado hecho con una taza de azúcar glas tamizada, 3 cucharaditas de licor de crema de arroz y otras 2-3 cucharaditas de nata, ya dependiendo de lo espeso o clarito que queráis que quede. Basta con agregar todos los ingredientes en el vaso de la batidora y mezclar bien con las varillas.



  Pues por hoy ya está, que estoy cansadilla y no tengo muchas ganas de escribir. Ya tengo en la cabeza lo que voy a preparar hoy para hacerles una comida especial a mis chicos que se han portado mu requetebien con su mami hoy, y no sé si sacaré un ratillo para hacer otro bizcocho para el trabajo, así que os dejo para ponerme manos a la obra. Muchos besotes y hasta la próxima receta.

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