Pomegranate Pudding Cake.

  Bueno, pues sí, me apetecía probar alguna receta con esta fruta, ya sé que no es muy común, pero, dónde estaría la emoción en esto de la cocina sin hacer experimentos culinarios en nuestros laboratorios caseros???

  Siempre me ha gustado esta fruta. Cuando pienso en ella recuerdo con cariño aquellos días, siendo yo pequeña; en los que mi madre aparecía con algunas y pasábamos un ratito por la tarde desgranándolas. Y es de las poquitas cosas que siguen permaneciendo de aquellas del mismo estilo.

  No me puedo olvidar de las tardes en la cocina buscando piedrecitas en las lentejas o los garbanzos, o desgranando guisantes o habitas, o preparando las judías verdes, quitándoles las hebritas y cortándolas. Yo no sé vosotras, pero yo aunque no dudo de la exquisitez de comprar los productos frescos, tiro mucho de congelados porque resultan más prácticos, cómodos y rápidos.

  Y la verdad es que entre el trabajo de Paco y el mío, los deberes de los peques, que cada día son más, las tareas de la casa y por qué no decirlo,  la preparación de las recetas y entradas para este blog, pues cada vez dispongo de menos tiempo y también estoy más cansada.

  Además hay que decirlo todo, los años van corriendo y no es que me considere mayor aún, pero sí es verdad que llevo unos horarios engorrosos con mi trabajo en el hospi y las noches se van haciendo más complicadas, los salientes se hacen cada vez más duros y difíciles de llevar.

  Así que los congelados me parecen una buena opción para poder comer verduras en el momento que se me ocurra, sin necesidad de muchas preparaciones previas. Aunque la verdad es que cuando lo pienso me da pena que se hayan perdido esas largas tardes familiares en la cocina, y eso que con esto de la repostería mis hijos suelen venir a ver cuál es la última locura que se le ha ocurrido a su madre, pero los pobres tienen tantos deberes..., dirán que los críos ahora andan muy mal preparados, pero yo no recuerdo haber tenido tanta cantidad de tareas y exámenes con esas edades.

  Y lo que más pena me da es que encima, a pesar de intentar que nuestros horarios no les afecten, pues lo hacen. Mi marido y yo hemos encontrado la manera de conjugar nuestros horarios laborales para poder llevarlos y recogerlos del cole, y encima poder pasar las tardes con ellos para que la rutina diaria se haga más llevadera. Pero aún así, ayer mismo hablando con Paco nos dimos cuenta de que nuestro peque duerme peor las noches que yo trabajo, y comprendimos por qué cuando me ve llegar sobre las ocho y pico de la mañana me da un abrazo enorme como si llevara un semana fuera de casa, el pobre está más inquieto sin su mami en casa.

  Y me da una cosilla por el cuerpo pensarlo..., es como si le fallara en algo a mi niño. Y es que con esto de la liberación de la mujer nos han engañado a base de bien, no me digáis que no. Ahora al trabajo diario de la casa y de criar a los hijos, pues le sumamos el reto de ser una profesional estupenda con un currículum intachable.

  Ingredientes:

* 180 grs. de mantequilla sin sal, a Tª ambiente.
* 200 grs. de azúcar.
* 4 huevos separados.
* Una cucharadita de vainilla.
* Una cucharadita de ralladura de limón.
* 185 grs. de harina para todo uso.
* 1/8 de cucharadita de bicarbonato sódico.
* 100 cc. de nata agria.
* 75 cc.de zumo de granada.
* Una taza de semillas de granada.

  Preparación:

- Pre-calentamos el horno a 180ºC.

- Tamizamos la harina con el bicarbonato sódico.

- Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla esté suave y esponjosa.

- Agregamos la ralladura de limón, el extracto de vainilla y las cuatro yemas de huevo y cotinuamos cremando la mezcla durante 2-3 minutos.

- En otro bol mezclamos la nata agria con el zumo de granada hasta que ambos queden bien integrados.

- Ahora añadiremos la mezcla de harina en 3 veces alternando con la mezcla de nata.

- En un bol montamos las claras de huevo a punto de nieve.

- En este punto integraremos las claras de huevo a la mezcla con movimiento envolventes, hasta que la preparación quede homogeneizada.

- Ya sólo nos queda integrar las semillas de granada suavemente.

- Vertemos la masa en el molde engrasado y al horno durante unos 55-60 minutos.

  Para hacer el glaseado usaremos:

* 50 cc. de zumo de granada.
* 1/2 cucharadita de zumo de limón.
* 200 grs. de azúcar glas tamizada.
* Semillas de granada para decorar.

  Sólo tendremos que poner lo primeros 3 ingredientes en el vaso de la batidora, y mezclar hasta que nos quede un glaseado uniforme. Rematamos con unas cuantas semillas de granada para decorar.

  Pues ésta es la receta de hoy ¿Qué os parece?