Cupcakes variados en compañía.

  ¿ No os dije que había reservado algo de la masa del cake de café y cacao para unos mini-cupcakes? Pues aquí están, eso sí, acompañados de otras dos variedades, unos de vainilla y otros de rosas. Como ya tenéis la receta de dos de los tres que os presento, pues os pondré la de los de vainilla, ya sé que son los más sencillos y menos innovadores, pero es la que falta, y como la sencillez no desmerece nada su sabor, pues ala, hoy toca.

  Llevaba ya unas semanas pensando en lo que preparar para esta reunión de madres (no nos vamos a engañar, somos las que más vamos a estos acontecimientos, a pesar de que los padres también estén invitados). En el cole de mis niños, de vez en cuando se plantea realizar actividades para que también haya encuentros entre los padres, y una de esas actividades la llaman "café tertulia".

  Yo soy de la opinión de que está bien pensado, entre otras cosas porque es interesante conocer a los padres de ese crío del que no para de hablar tu hijo, muchas veces los peques van en la ruta, o se quedan en el aula de estudio más temprano,..., y resulta complicado saber quién es el padre o la madre de quién. Y estas pequeñas reuniones dan la oportunidad de vernos las caras y entablar algún tipo de relación. Yo creo que a todos los padres nos gusta saber con quién se relaciona tu hijo, y conocer a sus padres es en cierta manera conocer al niño también.

  Y mira que es es complicado esto de ser padres, yo misma me descubrí  el otro día, soltando un sermón a mi hijo muy muy parecido a los que me podían soltar mis padres a mí cuando yo era pequeña. Y son estas típicas cosas que cuando tienes 12 o 13 años piensas: "Yo no le soltaré ese rollo a mis hijos, si los tengo algún día".

  Pues sí se lo solté, e intuyo que no será el último. Rafa ya empieza a ser un pelín más mayor y a veces te sorprende con contestaciones poco adecuadas que ha ido aprendiendo de aquí y de allá, ya hay que empezar a hacerle entender la importancia de los estudios, a recalcar lo bien que se siente cuando saca una buena nota, a señalarle qué significa ser buen amigo para que lo sea él mismo y reconozca a los que son de verdad a su alrededor,..., en fin, tantas y tantas cosas...

  Y claro, en el fondo una sigue siendo persona y sigue equivocándose a diario también, así que hay que tener cuidadito porque eres el ejemplo a seguir. A ver, tampoco creo que sea malo reconocer que te has cometido un error, al fin y al cabo también eso te acerca a tu hijo, que comprenda que sigues siendo humano y que también metes la pata. Pero sí que me inquieta no darle el consejo correcto en el momento oportuno, aunque creo que ese temor lo tiene cualquier padre digno de serlo.

  Y además mis dos niños son tan distintos, la noche y el día, y no sólo hablo del físico. Hasta para las cosas más insignificantes, por ejemplo, si les ponen ese día pescado en el comedor del colegio pues a uno le ha encantado y el otro dice que ha sido un asco. Esos detalles se repiten a diario y claro, a cada cual hay que cogerlo por un lado y guiarlo por su camino, con sus cualidades y defectos. No vale el mismo discurso ni las mismas acciones para los dos, hay que saber cuál es la mejor manera de hacerlo en cada caso, y de veras, que eso resulta agotador.

  Que sí, que ya sé que sólo tengo dos, pero eso no me aleja de seguir preocupada por ellos, desde luego es de admirar esa pareja de padres que sigue adelante con un montón de hijos y les sale bien con todos.

  No me malinterpretéis, que a mí me encanta esto de ser madre, creo que he tenido ese instinto maternal desde siempre, al menos que yo recuerde. Siempre me han encantado los niños, y en cualquier reunión donde los hubiera, he sido capaz de quedarme con ellos para aislarme del resto del mundo, no lo puedo evitar, me pirran y me lo paso bomba con ellos, desde luego son mucho más divertidos que los mayores, no nos vamos a engañar.

  Pero claro, cuando son de uno, pues eso, que hay que estar al tanto cada hora del día, cada día del año, cada año de sus vidas y en muchas ocasiones una teme hacerlo mal. Desde luego sus besos, sus abrazos y esa frase que tanto me dicen mis peques: "Mami, eres la mejor mamá del mundo", pues hace que todo merezca la pena y necesite un babero para no ponerlo todo perdido.

  Bueno, pues os cuento cuál es la receta de vainilla que propone la Humingbird Bakery :

* 120 grs. de harina (tamizada).
* 140 grs. de caster sugar.
* Una cucharadita y 1/2 de polvo para hornear.
* Una pizca de sal.
* 40 grs. de mantequilla sin sal, a Tª ambiente.
* 120 cc. de leche entera.
* Un huevo.
* 1/2 cucharadita de extracto de vainilla.

  Y lo preparamos de la siguiente manera:

- Pre- calentar el horno a 170ºC.

- En el bol de la batidora ponemos la harina, el azúcar, el polvo de hornear, la sal y la mantequilla, y batimos hasta que la consistencia sea arenosa, estando todos los ingredientes bien integrados.

- Gradualmente agregamos la mitad de la leche y volvemos a mezclar hasta que quede todo homogeneizado.

- En otro bol batimos ligeramente el huevo, con la otra mitad de la leche y el extracto de vainilla.

- Entonces añadimos esta mezcla a la anterior, batiendo durante unos cuantos minutos, hasta que la textura resulte esponjosa y ligera.

- Como siempre vertemosla mezcla sobre nuestras capsulitas ya preparadas sobre la bandeja y al horno durante unos 20-25 minutos.

  Después, como veis, le puse su buttercream de vainilla y las decoré con hundreds and thounsands.

  Pues esto es todo por hoy, espero que os guste el resultado de estas pequeñas delicias. Es curioso pero hubo padres que no se atrevieron a probarlas porque no sabían lo que eran, y lo peor, tampoco preguntaron. A mí personalmente me parece un error no querer reconocer que hay muchas cosas que uno no sabe, pero allá cada cual, ellos se lo pierden y...a más tocamos los demás...jejeje