Solomillo Wellington.

  Sí , sí,..., me diréis que hay cientos de blogs que ya cuentan con esta receta, pero en ninguno lo he visto tal y como a mí me gusta. Esta receta es de un restaurante que ya os he mencionado alguna vez, es muy chiquito y está escondido, pero es una maravilla, se llama Alvaluz y su cocina creativa es una pasada.

  Cada persona que lo ha visitado tras mi recomendación, ha disfrutado de la comida y del ambiente, vamos que les ha encantado este restaurante.

  Para nosotros su dueño es casi como de la familia, está muy cerquita de nuestro primer hogar, y ya sabéis cómo son estas cosas. Empezamos a ir a verlo como novios casi cada día para ver los avances, desde el agujero, los cimientos, los primeros ladrillos, etc, y así fue como lo descubrimos, allí, al ladito de nuestra primera casa.

  Después, pasado algún tiempo, descubrimos que Juan (el dueño), también se había comprado un piso en los mismos bloques, así que pasamos a ser vecinos y clientes. Y nunca lo olvidamos, incluso ahora, que apenas solemos salir los dos solos a comer o cenar fuera, pues pedimos por teléfono y vamos a recogerlo al local.

  El caso es que nos encantan sus platos y cuando tenemos capricho, pues para llevar, y así no tenemos que echar de menos su maravillosa cocina.

  Y para mi gusto, éste es uno de sus platos estrella.  Lo que vais a necesitar:

* Un solomillo entero.
* Un chorrito de aceite.
* Sal y pimienta.
* Una lonchas de bacon ahumado.
* Paté, eso al gusto, yo lo he escogido de finas hierbas.
* Una lámina de hojaldre fresco.

* Mermelada de arándanos rojos.

  La elaboración es bien sencilla:

- Primero echamos el aceite en  la sartén y doraremos nuestro solomillo.

- Una vez dorado, salpimentamos al gusto y esperamos a que enfríe.

- Extendemos la lámina de hojaldre  y comenzamos poniendo las lonchas de bacon.

-  Ahora le damos paso al paté.

- Y por fin al solomillo.

- Cerramos el hojaldre, sellándolo bien , tal y como si fuera un paquetito.

- Y al horno pre-calentado a 200ºC, unos 20-25 minutos.

- Perfecto.

  Ya sólo nos queda cortarlo en rodajas, calentar un poquito la mermelada de arándanos y verter sobre las lonchas de este delicioso solomillo.

 A mi me encanta con arroz con pasas y piñones, pero unas papas a lo pobre también le vienen genial.

  Si tenéis visita de familiares o amigos quedaréis genial con este plato, que además es tan sencillo de realizar y tan vistoso. ¿Qué?  ¿Os ha gustado?