miércoles, 27 de mayo de 2020

Red Velvet Layer Cake

  Pues el domingo pasado mi hijo mayor cumplía ni más ni menos que 17 añitos de nada. Cada año digo lo mismo : ¡Cómo pasa el tiempo!, y lo peor es que es verdad, y es que cada cumpleaños recuerdo el día de su nacimiento y me parece que fue ayer. En fin que seguiré diciéndolo cada año, supongo.


  Y en este estado de desescalada, en Málaga aún en fase 1 celebró mi niño su cumple. Él es quien más adora mis pasteles del mundo mundial, mi fan número 1, además es el que nunca me pide nada. Espera pacientemente a que se me ocurra lo que sea, siempre es el primero en probarlo y el que siempre me dice que todo está rico. Aunque yo sé cuando lo prueba lo que es verdaderamente especial, porque lo veo en sus ojitos cuando le da el primer bocado y es que es pura transparencia.


  Así que considerando todo esto tenía que prepararle algo especial. A él le encanta todo lo Red Velvet y me di cuenta de que nunca había preparado un Red Velvet Layer Cake en toda regla, había llegado el momento, y quería que fuera verdaderamente hermoso, y no sé lo que os parecerá a vosotros, sé que tiene sus defectillos, pero a él le ha encantado y con eso me doy por satisfecha.

  Ingredientes:

  Para los bizcochos:

* 340 gr. de harina para todo uso.
* 35 gr. de harina fina de maíz.
* 20 gr. de cacao en polvo sin azúcar.
* 1 cucharadita de bicarbonato sódico.
* 3/4 cucharadita de sal.
* 115 gr. de mantequilla sin sal a Tª ambiente.
* 425 gr. de azúcar.
* 240 ml. de aceite vegetal.
* 3 huevos grandes.
* 2 cucharaditas de extracto de vainilla.
* 1+1/4 cucharaditas de vinagre blanco.
* 2-3 cucharadas de colorante rojo.
* 240 ml. de suero de leche o buttermilk.

  Para el relleno:

* 450gr. de queso crema a Tº ambiente.
* 225 gr. de mantequilla sin sal, a Tª ambiente.
* 480 gr. de azúcar glas tamizada.
* 2 cucharaditas de extracto de vainilla.
* Una pizca de sal.


  Preparación:

  De los bizcochos:

- Precalentamos elhorno a 180ºC y engrasamos los moldes que vayamos a utilizar (yo lo hago con spray desmoldante), forrando los fondos después con papel encerado y engrasándolos de nuevo.

- En un bol mediano tamizamos la harina, la harina fina de maíz,el cacao en polvo, el bicarbonato y la sal. Reservamos.

- En el vaso de la batidora de pie batimos la mantequilla y el azúcar a velocidad media.alta durante 3-4 minutos, hasta que obtengamos una mezcla esponjosa y pálida.

- Después agregamos el aceite e incorporamos bien.

- Luego los huevo, uno a uno, como siempre, batiendo bien entre ellos.

- Ahora añadimos la vainilla y el vinagre y volvemos a batir.

-  Por último, el colorante rojo y batimos hasta que nos quede una mezcla homogénea.

- A velocidad media agregamos la mitad de la harina, batimos bien, ahora el suero de leche, volvemos a batir y por fin la otra mitad de la harina, batiendo otra vez hasta que queden todos los ingredientes bien integrados.

- Repartimos de manera igualada la mezcla en los moldes y horneamos durante unos 40-50 minutos, o hasta que al insertar un  palillo, este salga limpio.

- Yo en este tipo de pasteles suelo preparar los bizcochos el día anterior para dejar que enfríen con tranquilidad, y mi truquillo es que recién horneados los desmoldo y los envuelvo en film transparente, os aseguro que con ese calor residual que queda ahí quedan más tiernos y esponjosos.

  Del relleno:

- Batimos la mantequilla y el queso crema a velocidad media durante unos 2 minutos.

- Agregamos el azúcar en 2 veces, batiendo bien entre adiciones.

- Y por fin echamos la vainilla y la sal, batiendo bien de nuevo.

  Montaje:

  Quería que quedasen unas capas altas, ya sabéis que me encantan las tartas muy altas, pero estos calores no favorecían mucho que se mantuviera un relleno frime, así que corría el risgo de que se aplastara al colocar encima las capas de bizcocho.

  Así que la estrategia fue la siguiente. Coloqué el relleno con mi manga pastelera sobre cada bizcocho, dejé enfriar bien en el frigo, como unas dos horas, y tras pasar ese tiempo monté una capa encima de la otra. De esta manera conseguí que se mantuviera la forma del relleno y  que no se viniera abajo en el montaje.

  Para rematarla, unas fresitas bañadas en chocolate, unas hojas de menta y unos pocos sprinkles por encima. Y listooooo!!!!



  Aún queda un trocito que sé que se rematará hoy. La tarta quedó realmente grande y prácticamente se la ha comido él sólo, porque el peque no ha querido y mi marido y yo hemos cogido algún pequeño trocito. Así que la está disfrutando de lo lindo. Si hasta le dije de broma que era muy grande y que me la iba a llevar al trabajo y sabéis lo que me dijo? Que de eso nada, que esa tarta era suya...jajaja.

  Bueno, espero que la preparéis y la disfrutéis tanto como en casa, yo de momento os dejo que tengo mucho que hacer y os envío muchos besotes, hasta la próxima receta.

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