Como yo he hecho las dos versiones, pues os lo cuento y ya vosotros escogéis u os limitáis a lo que tengáis por casa. Siempre está bien ese punto de improvisación, a veces se hacen descubrimientos interesantes.
Yo éste que veis lo voy a llevar mañana al trabajo para el café, ya que aún queda un poquito del primero que hice en casa, que aunque desmoronado está riquísimo y se lo están comiendo entre todos. Y así en nada me pongo manos a la obra con otra cosita, que a ellos les encanta la variedad.
Ingredientes:
* 120 gr. de chocolate blanco.
* 3 tazas de harina para todo uso.
* 1/4 taza de almendras finamente molidas.
* 1 cucharadita de polvo para hornear.
* 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico.
* 1/2 cucharadita de sal.
* 1 taza de mantequilla sin sal, a Tª ambiente.
* 2 tazas de azúcar.
* 6 huevos.
* 1 cucharadita de vainilla en pasta.
* 1+1/2 cucharaditas de extracto de almendras.
* 500 gr. de crema agria o 350 gr. de buttermilk.
Preparación:
- Derretimos el chocolate blanco, yo os cuento cómo lo hago siempre, en el microondas a Tª baja y tiempos cortos, removiendo entre toque y toque de microondas. Reservamos y dejamos que se atempere un poco.
- Precalentamos el horno a 180ºC y engrasamos el molde que vayamos a utilizar.
- Tamizamos juntos la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato sódico, la sal y la harina de almendras.
- En el vaso de la batidora cremamos juntos la mantequilla y el azúcar, como siempre, a velocidad media- alta durante unos 2-3 minutos, hasta obtener una mezcla pálida y esponjosa.
- Añadimos los huevos, uno a uno, batiendo bien entre ellos, que todo vaya quedando bien integrado.
- Ahora le toca a los extractos y al chocolate blanco. Volemos a batir bien.
- Agregamos la mezcla de harina alternando con los que escojáis o tengáis a mano, o la crema agria o la buttermilk. la mezcla de harina en 3 veces, empezando y terminando con ella.
- Vertemos en el molde y horneamos unos 60-70 minutos, o hasta que al insertar un palillo, éste salga limpio.
- Dejamos reposar unos 10 minutos en el molde, para después desmoldar y dejar que termine de enfriar sobre una rejilla.
En fin, no me pilláis en mi momento más animado, pero hornear me alegra mucho, así que seguiremos en ello para levantar los ánimos. En estos momentos me refugio en mi familia y retomando mis aficiones. Así que ahí estoy dándole vueltas ya a la siguiente receta. muchos besotes y hasta la próxima entrada.
Hola! que maravilla de bizcocho!! te mandamos mucho ánimo y ya tenemos ganas de ver la siguiente receta! besis
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