miércoles, 4 de abril de 2012

Hot Cross Buns

  Pues eso es lo que toca hoy, me llamaban la atención estos bollitos típicos de Semana Santa en los países anglosajones, y como en mi casa gusta tanto la bollería, pues de vez en cuando me lanzo a hacer algo de este tipo. La verdad es que me lo pienso dos veces, no por complicados, sino porque requieren de mucho tiempo.
















  Hay que esperar que la masa doble su volumen un par de veces, y eso supone lapsos de tiempo muerto. No es que no se aproveche ese tiempo, pero a mí me encanta ver los resultados con una cierta rapidez, y la necesidad de tanta paciencia para mí es un esfuerzo extra, y tener más tiempo empantanada la cocina, todo hay que decirlo.


   Pero claro, cuando les ve una las caritas al probarlo, todo ha merecido la pena: Los espaciosos tiempos de espera y la cocina sin terminar de recogerse del todo durante horas. Y eso es lo que a mí me hace la cocina gratificante, ver cómo lo disfrutan los demás, y cuanto antes se termine mejor, porque es señal de que ha gustado mucho.
















  Curiosamente es el mismo argumento  que utilizan quienes odian cocinar, afirman que pasar horas en la cocina para que desaparezca todo en unos pocos minutos no merece la pena. Y es que eso siempre pasa, hay cosas que a unos les parecen buenas y a otros malas, todo depende del color del cristal con que se mire.
















   El mismo trabajo para unos puede resultar gratificante, y en cambio para otros constituye un calvario, aunque para ser sinceros en ninguno de los dos casos está exento de esfuerzo y dedicación, eso sí, cuando a una le agrada lo que hace todo se hace más sencillo.
















  Pues estos bollitos de hoy son muy populares en los países de origen anglosajón, aunque cada país adopta sus propias costumbres, con lo que en unos países es más propio hacerlos con trocitos de chocolate, en otros con frutas confitadas, o con diferentes sabores.

















  No está claro su origen, lo que parece seguro es que la tradición cristiana hace referencia a la Crucifixión de Jesús con la cruz que se dibuja en lo alto del pastel, lo que no se sabe con certeza es si su comienzo es cristiano o no, pero lo sea o no , los cristianos lo han adoptado y forma parte de sus costumbres en esos países.
















  Parece que también están rodeados de muchas supersticiones, dicen que ayuda a recuperarse a los enfermos que lo comen, que si dos personas comparten uno garantiza la amistad entre ambas, también se comenta que debe ser besado antes de darle un bocado. Aseguran que, al tomarlos en un viaje por mar, se está protegido de los naufragios, y si se cuelga uno en la cocina protegerá de los incendios durante un año, ya que al año siguiente debe sustituirse por otro de nueva hornada.
















  El caso es que lo comen el Viernes Santo, y la verdad es que no me extraña que repitan cada año porque están requete-ricos. A mí me recuerdan un poco al Roscón de Reyes, aunque la masa la encuentro yo más blandita. Se pueden comer tal cual o abiertos y tostaditos con mantequilla o queso crema tipo Philadelphia, eso ya a vuestra elección.


  Ingredientes:

  Para el bollo:

* 240 cc. de leche.
* Un sobre (7 gr.) de levadura activa seca.
* 1/2 cucharadita de azúcar blanco granulado.
* Entre 455-520 gr. de harina para todo uso.
* 55 gr. de azúcar moreno.
* Una cucharadita de canela en polvo.
* 1/4 cucharadita de clavo molido.
* 1/4 cucharadita de nuez moscada molida.
* 1/2 cucharadita de sal.
* 70 gr. de mantequilla derretida sin sal.
* Un huevo grande, ligeramente batido.
* 80 gr. de fruta confitada o pasas sin semillas (yo le eché de los dos para probar).
* La ralladura de un limón.
* Un huevo y una cucharadita de leche.

  Para el glaseado:

* 60 gr. de azúcar glas.
* Una cucharada de leche.
















  Preparación:

- En una cacerola pequeña o en el microondas calentaremos la leche hasta que esté tibia (alrededor de 38ºC).

- Añadimos la levadura y la 1/2 cucharadita de azúcar, revolvemos para mezclar y dejamos reposar durante unos 10 minutos.

- Mientras tanto, en el vaso de la batidora, con la pala, combinaremos la harina, las especias, la sal (tamizados), y el azúacr.

- Añadiremos la mezcla de la leche y la levadura poco a poco a la mezcla de harina, batiendo a velocidad baja, hasta que los ingredientes secos se humedezcan.

- Ahora agregaremos la mantequilla derretida y el huevo batido y batiremos de nuevo , a velocidad baja, hasta que queden bien integrados.

- En este momento le ponemos a la batidora el gancho para masas y a velocidad baja, sin dejar de batir, iremos incorporando las frutas confitadas o las pasas, y la ralladura del limón.

- Seguiremos amasando hasta que la masa esté suave, sedosa y elástica. Empezaremos con la cantidad mínima de harina (455gr), si en este último paso se necesita se añadirá lo preciso hasta llegar al máximo como mucho (520).

- Colocamos la masa en un bol engrasado, dando la vuelta a la masa una vez para que la masa quede engrasada por todos lados.

- Cubrimos con film transparente y dejamos leudar hasta que casi duplique su tamaño (más o menos hora y media o dos horas).

- Entonces la golpearemos suavemente hacia abajo para soltar el aire, y las dividiremos en 12 partes iguales.

- Formaremos una bola  pequeña con cada una de las 12 partes, y las colocaremos en la bandeja de horno forrada con papel vegetal. se deben espaciar, de manera que tengan hueco suficiente para doblar su tamaño.

- Cubriremos de nuevo con film y los dejamos reposar de nuevo durante una hora aproximadamente.

- Precalentamos el horno a 200ºC.

- Hacemos un batido con un huevo y una cucharadita de leche y cepillamos la superficie de los bollos con la mezcla.

- Y con unas tijeras de cocina cortamos una cruz en la parte superior de cada bollito.

- Colocamos la bandeja en el horno y los mantendremos durante unos 15 minutos, o hasta que estén dorados.

- Los pondremos sobre una rejilla hasta que se enfríen.

- Para el glaseado mezclamos el azúcar glas y la leche hasta que quede suave.

- Vertemos el glaseado en un cono de papel, y delinearemos una cruz sobre la que ya hemos marcado con las tijeras anteriormente sobre el bolllito.
















  No los encuentro tan bonitos como los he visto en fotos por ahí, pero como están tan buenos, no me podía resistir a ponerlos para vosotras.Teníais que ver a mi marido, andaba merodeando a ver cuándo terminaba de hacer las fotos para poder hincar el diente a otro. Espero que no os toque trabajar este super-finde, yo no tengo esa suerte, pero deseo que vosotras lo disfrutéis. Besotes.

9 comentarios:

  1. joooo que buena pinta¡¡¡¡¡¡¡me llevo uno para el café

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  2. PUES TE HAN QUEDADO DE MUERTE.UN BESO

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  3. Que buenos se ven desde luego el tiempo deespera merece la pena besos

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  4. yo los tomaba cd estuve viviendo allí y sí, demasiado laboriosos para mí...te han quedado espectaculares, enhorabuena
    http://inukares.blogspot.com/

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  5. buf buenisimos!!!! como tenga tiempo...los hago!!! muchas gracias porque se ven bien buenos

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  6. Bueno, la espera ha tenido su recompensa, tienen una pinta muy buena, pero tambien tengo que decirte que me pasa como a ti, que quiero melon y tajada en la mano, saludos, lola de el blog pomporones

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  7. Si que son laboriosos y tardones pero merece la pena no? pues quédate con eso.
    Besos.

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  8. Qué me acabo de encontrar con esta merienda...así que me llevo dos...uno en cada mano.
    Dan trabajo pero visto el resultado ...se lo merecen.
    Un abrazo.

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